A su salud. La historia de nuestra naranja

A su salud. La historia de nuestra naranja

«Soy redonda como el mundo, al morir me despedazan, me reducen a pellejo y todo el zumo me sacan».
Cuenta la mitología griega que había en un lugar oculto un maravilloso jardín, cuidado por las ninfas Hespérides con la ayuda de un dragón de cien cabezas, donde crecían los árboles de las “manzanas de oro” que Gea regaló a Hera cuando se casó con Zeus. Deseadas por muchos porque otorgaban la inmortalidad a quien las comiera, fue finalmente Hércules quien encontró el jardín y se apoderó de los preciados frutos.
Aquellas manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, eran, según parece, naranjas y esta es una de las primeras historias que José López Fernández, incluye en su libro El universo de la naranja, editado por el Ayuntamiento de Castellón.

Aquí van algunos datos interesantes y curiosos sobre las naranjas:

  • Los naranjos se originaron hace 20 millones de años en el sudeste asiático y su cultivo se remonta a 4.000 años atrás en el sur de China. Desde allí se extendió por todo Oriente con las campañas de Alejandro Magno y a través de la Ruta de la Seda.
    En España el naranjo amargo, con el nombre de naranjah, fue introducido por los árabes en el siglo X como árbol ornamental, muy apreciado por su belleza, su aroma a azahar y sus amargos frutos con propiedades curativas.
  • En 1781, un sacerdote de Carcaixent (Valencia) aficionado a la jardinería, obtuvo mediante injertos el primer naranjo de fruta comestible y dulce. Ante este logro, el párroco Monzó, junto con el boticario Bodí y el escribano Maseres plantó en esta localidad el primer huerto de naranjos de la Comunidad Valenciana y empezó a conseguir beneficios económicos.
    El éxito de esta fruta coincide con la decadencia de la industria de la seda y la pérdida de rentabilidad de la cría de gusanos de seda y del cultivo de moreras, muy importante hasta entonces. En consecuencia, muchas moreras fueron taladas y sus terrenos dedicados al nuevo árbol frutal. Y desde Carcaixent, a lo largo del siglo XIX, se extendió el cultivo por toda la costa del Mediterráneo, convirtiéndose en la cuna de la naranja, al punto que en algunas guías turísticas la Ribera y Carcaixent se consideraron “el jardín de las Hespérides, donde se encuentra la fruta dorada”.
    Desde entonces el naranjo ha experimentado numerosas modificaciones debidas a los cruces de varias especies, tanto naturales como producidas por el ser humano, y de ahí la gran variedad de naranjas que pueden encontrarse en el mercado.

Naranjos. Autor, Jaime Oro

Naranjos. Autor, Jaime Oro

  • La fruta, novedosa y deliciosa, traspasa fronteras, pero la sociedad española no disponía de recursos suficientes para adquirir un alimento que no fuera de primera necesidad y la naranja viajaba hasta los mercados europeos que tenían mayor poder adquisitivo. Aprovechando la revolución en los transportes que se produjo a mediados del XIX, se inicia la exportación a gran escala a través de la red de ferrocarriles y los barcos a vapor. Las cajas de fruta se enviaban por tren hasta los puertos y, de allí, por barco, hasta el destino. Por tanto, los almacenes tenían que situarse lo más cerca posible de las estaciones de ferrocarril. El primero documentado se construyó en 1889 en Sagunto, según el trabajo de Eduard Domenech, La arquitectura de los almacenes de naranja.
  • La naranja fue, durante los dos últimos siglos, el símbolo de prosperidad económica valenciana enriqueciendo a propietarios y labradores. Grandes extensiones de huertos de naranjos cubrían de norte a sur la costa del levante y eran la máxima representación del paisaje litoral valenciano, un paisaje admirado por los viajeros y naturalistas del XVII que más tarde inspiró a artistas de todos los ámbitos: escritores como Teodoro Llorente o Blasco Ibáñez situaban en él sus obras; pintores como Joaquin Sorolla, Teodoro Andreu o Julio Peris Brell introdujeron la imagen del huerto de naranjos como lugar idílico en el que contextualizar las relaciones amorosas.

El naranjero. Óleo sobre lienzo. Joaquin Sorolla. 1891

El naranjero. Óleo sobre lienzo. Joaquin Sorolla. 1891

  • Posiblemente la palabra naranja sea el resultado de la mezcla de varias lenguas del sur de Asia: «narang», «narandam», «nagarukam» o «nari», que significa fragancia. Es una fruta rica en vitaminas A y C, y con propiedades antioxidantes.
  • La Virgen de la Naranja es la patrona de los naranjeros. Se trata de una imagen mariana sedente, del siglo XIV y de estilo tardorrománico, tallada en madera de tarabina (sabina, Juniperus thurifera). La Virgen sostiene en la mano derecha una bola de color anaranjado, que el pueblo ha identificado con una naranja, en lugar del orbe, y de ahí el nombre de Virgen de la Naranja. Es una de las joyas escultóricas más emblemáticas del periodo medieval valenciano, restaurada por el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals, gracias a la colaboración conjunta de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón.
    Cuenta la historia que fue un regalo de una familia de naranjeros valenciana al municipio de Olocau del Rey, en agradecimiento por la recuperación de su hijo enfermo, gracias al clima de sus montañas.
    La imagen, que en origen se encontraba en la Ermita de Nuestra Señora de la Naranja fue robada en 1924 y tras ser recuperada, la valiosa escultura se ubicó para mayor seguridad en el altar de la iglesia parroquial de la localidad, denominada Nuestra Señora del Pópulo.
    En la década de los 50, un exportador de cítricos de Vila-real, se enteró casualmente de la existencia de la Virgen de la Naranja y contactó con el ayuntamiento de Olocau intrigado por el fervor a esa virgen en una zona donde no se cultivan naranjos. Tras conocer la antigua historia de su procedencia, difundió la existencia de esta “Mare de Déu” y muchos naranjeros se desplazaban a Olocau en su festividad. Finalmente, como la imagen no podía ser sacada de allí, se encargó una copia al escultor José Ortells y se depositó en un altar de la Basílica de Nuestra Señora del Lledó, en Castellón de la Plana. Desde entonces, en el mes de mayo, se lleva a cabo una celebración en su honor con una tradicional misa y almuerzo para todos los naranjeros de la provincia.

Virgen de la Naranja de Olocau

Virgen de la Naranja de Olocau

  • En Carnaval se celebra en Ivrea (Italia) la Batalla de las Naranjas durante la cual dos bandos recorren el pueblo; unos, los aranceri (naranjeros) lanzando naranjas desde carrozas a los otros, los de a pie, de manera similar a la tomatina de Buñol. Parece que esta tradición tiene su origen en el siglo XIII y rememora la historia de la rebelión del pueblo enfurecido contra un señor feudal que hizo uso del derecho de pernada de los nobles en la Edad Media, secuestrando a una doncella. En la Batalla, las naranjas representan la cabeza del noble que fue degollado por el pueblo, y el jugo su sangre. Un grupo de jueces observa y al final del carnaval declaran ganador a uno de los dos grupos.
  • Las naranjas también fueron protagonistas de otras batallas festivas que debieron limitarse por la cantidad de heridos que habían de ser atendidos al terminar. Además, en Navidad y en carnaval, según una costumbre que recogió Lope de Vega y que se transcribe en el libro de López Fernández, ‘se daba el juego de arrojarse naranjas de ventanas a la calle o viceversa, con un significado amoroso o simplemente galante’.
  • La naranja y el naranjo fueron, durante mucho tiempo, destinados únicamente a la ornamentación o la condimentación. Las naranjas agrias fueron utilizadas incluso para limpiar las tripas de los embutidos en las matanzas de cerdos o para sacar brillo a los cacharros de cobre y latón.

¿Conocíais estas historias? ¡No olvidéis compartir las vuestras al respecto!

Clemenules de Nules

Clemenules de Nules

______________________________________

No os perdáis la ruta sobre la naranja que hemos preparado para el próximo 4 de octubre: Nules, tierra de Marjal y naranjos Clemenules. Toda la información en este enlace: Ruta Nules, tierra de Marjal y naranjos Clemenules
Podéis llamar también al 964 232 551

______________________________________
Traducció al valencià:

A la seua salut. La història de la nostra taronja

«Sóc redona com el món, al morir m’espedacen, em reduïxen a pell i tot el suc em trauen».
Conta la mitologia grega que hi havia en un lloc ocult un meravellós jardí, cuidat per les nimfes Hespèrids amb l’ajuda d’un dragó de cent caps, on creixien els arbres de les “pomes d’or” que Gea va regalar a Hera quan es va casar amb Zeus. Desitjades per molts perquè atorgaven la immortalitat a qui les menjare, va ser finalment Hèrcules qui va trobar el jardí i es va apoderar dels apreciats fruits.
Aquelles pomes d’or del Jardí de les Hespèrids, eren, segons pareix, taronges i esta és una de les primeres històries que José López Fernández, inclou en el seu llibre L’univers de la taronja, editat per l’Ajuntament de Castelló.
Ací van algunes dades interessants i curioses sobre les taronges:

  • Els tarongers es van originar fa 20 milions d’anys en el sud-est asiàtic i el seu cultiu es remunta a 4.000 anys arrere en el sud de Xina. Des d’allí es va estendre per tot l’Orient amb les campanyes d’Alexandre el Gran i a través de la Ruta de la Seda.
    A Espanya el taronger agre, amb el nom de naranjah, va ser introduït pels àrabs en el segle X com a arbre ornamental, molt apreciat per la seua bellesa, l’aroma de la tarongina, i els seus agres fruits amb propietats curatives i amb els que es preparaven melmelades i licors.
  • En 1781, un sacerdot de Carcaixent (València) aficionat a la jardineria, va obtindre per mitjà d’empelts el primer taronger de fruita comestible i dolça. Davant d’este èxit, el retor Monzó, junt amb l’apotecari Bodí i l’escrivà Maseres, va plantar en esta localitat el primer hort de tarongers de la Comunitat Valenciana, aconseguint beneficis econòmics.
    L’èxit d’esta fruita coincideix amb la decadència de la indústria de la seda i la pèrdua de rendibilitat de la cria de cucs de seda i del cultiu de moreres, molt important fins llavors. En conseqüència, moltes moreres van ser talades i els seus terrenys dedicats al nou arbre fruiter.
    Des de Carcaixent, al llarg del segle XIX, es va estendre el cultiu per tota la costa del Mediterrani, convertint la localitat en el bressol de la taronja, al punt que en algunes guies turístiques la Ribera i Carcaixent es van considerar “el jardí de les Hespèrides, on es troba la fruita daurada”.
    Des de llavors el taronger ha experimentat nombroses modificacions degudes als encreuaments de diverses espècies, tant naturals com produïdes pel ser humà, i d’ací la gran varietat de taronges que poden trobar-se en el mercat.
  • La fruita, nova i deliciosa, traspassà fronteres, però la societat espanyola no disposava de recursos suficients per a adquirir un aliment que no fóra de primera necessitat i la taronja viatjava fins als mercats europeus que tenien major poder adquisitiu. Aprofitant la revolució en els transports que es va produir a mitjan segle XIX, s’inicia l’exportació a gran escala a través de la xarxa de ferrocarrils i els barcos a vapor. Les caixes de fruita s’enviaven per tren fins als ports i, d’allí, per barco, fins al destí. Per tant, els magatzems havien de situar-se el més prop possible de les estacions de ferrocarril. El primer documentat es va construir en 1889 a Sagunt, segons el treball d’Eduard Domenech, L’arquitectura dels magatzems de taronja.
  • La taronja va ser, durant els dos últims segles, el símbol de prosperitat econòmica valenciana enriquint propietaris i llauradors. Grans extensions d’horts de tarongers cobrien de nord a sud la costa del llevant i eren la màxima representació del paisatge litoral valencià, un paisatge admirat pels viatgers i naturalistes del XVII que més tard va inspirar artistes de tots els àmbits: escriptors com Teodoro Llorente o Blasco Ibáñez hi situaven les seues obres; pintors com Joaquin Sorolla, Teodoro Andreu o Julio Peris Brell introduïren la imatge de l’hort de tarongers com a lloc idíl·lic on contextualitzar les relacions amoroses.
  • Possiblement la paraula taronja siga el resultat de la mescla de diverses llengües del sud d’Àsia: «narang», «narandam», «nagarukam» o «nari», que significa fragància. És una fruita rica en vitamines A i C, i amb propietats antioxidants.
  • La Verge de la Taronja és la patrona dels tarongers. Es tracta d’una imatge mariana sedent, del segle XIV i del Romànica tardà, tallada en fusta de tarabina (savina, Juniperus thurifera). La Mare de Déu sosté en la mà dreta una bola de color ataronjat, que el poble ha identificat amb una taronja, en lloc de l’orbe, i d’ací el nom de Mare de Déu de la Taronja. És una de les joies escultòriques més emblemàtiques del període medieval valencià, restaurada per l’Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals, gràcies a la col·laboració conjunta de la Generalitat Valenciana i la Diputació de Castelló.
    Conta la història que va ser un regal d’una família de tarongers valenciana al municipi d’Olocau del Rei, en agraïment per la recuperació del seu fill malalt, gràcies al clima de les seues muntanyes.
    La imatge, que en origen es trobava en l’ermita de la Mare de Déu de la Taronja, va ser robada en 1924 i després de ser recuperada, la valuosa escultura es va ubicar per més seguretat en l’altar de l’església parroquial de la localitat, denominada la Mare de Déu del Pópulo.
    En la dècada dels 50, un exportador de cítrics de Vila-real es va assabentar casualment de l’existència de la Mare de Déu de la Taronja i va contactar amb l’ajuntament d’Olocau intrigat pel fervor a eixa verge en una zona on no es cultiven tarongers. Després de conéixer l’antiga història de la seua procedència, va difondre l’existència d’esta “Mare de Déu” i els tarongers es desplaçaven a Olocau en la seua festivitat. Finalment, com la imatge no podia ser treta d’allí, es va encarregar una còpia a l’escultor José Ortells i es va dipositar en un altar de la basílica de la Mare de Déu del Lledó, a Castelló de la Plana. Des de llavors, en el mes de maig, s’hi fa una celebració en el seu honor amb una tradicional missa i esmorzar per a tots els tarongers de la província.
  • En Carnestoltes se celebra en Ivrea (Itàlia) la Batalla de les Taronges durant la qual dos bàndols recorren el poble; uns, els aranceri (tarongers) llançant taronges des de carrosses als altres, els de peu, de manera semblant a la tomatina de Buñol. Pareix que esta tradició té el seu origen en el segle XIII i rememora la història de la rebel·lió del poble enfurit contra un senyor feudal que, fent ús del dret de cuixa dels nobles en l’Edat Mitjana, va segrestar una donzella. En la Batalla, les taronges representen el cap del noble que va ser degollat pel poble, i el suc la seua sang. Un grup de jutges observa i al final del carnestoltes declaren guanyador a un dels dos grups.
  • Les taronges també van ser protagonistes d’altres batalles festives que van haver de limitar-se per la quantitat de ferits que havien de ser atesos a l’acabar. A més, en Nadal i en carnestoltes, segons un costum que va recollir Lope de Vega i que es transcriu en el llibre de López Fernández, “es donava el joc de tirar-se taronges des de les finestres al carrer i viceversa, amb un significat amorós o simplement galant”.
  • La taronja i el taronger van ser, durant molt de temps, destinats únicament a l’ornamentació o la condimentació. Les taronges agres van ser utilitzades inclús per a netejar els budells dels embotits en les matances de porcs o per a traure brillantor als atifells de coure i llautó.

Coneixíeu estes històries? No oblideu compartir-hi les vostres!

______________________________________

No os perdáis la ruta sobre la naranja que hemos preparado para el próximo 4 de octubre: Nules, tierra de Marjal y naranjos Clemenules. Toda la información en este enlace: Nules, tierra de Marjal y naranjos Clemenules
Podéis llamar también al 964 232 551

______________________________________