Corsarios en Oropesa. La vida cotidiana de los cautivos cristianos (4ª Parte)

Corsarios en Oropesa. La vida cotidiana de los cautivos cristianos (4ª Parte)

Uno de los ataques más cruentos sufridos por la villa de Oropesa fue el que realizó un tal Caramaní los días 5 y 7 de junio de 1536. Los corsarios se enfrentaron contra la Torre del Rey, mal guarnecida en aquella época, y pudieron llevarse sin demasiadas dificultades hasta 19 o 20 prisioneros, por los que se pidió un rescate total de cuatro mil sueldos (Toda una fortuna. Hay que tener en cuenta que el salario medio de un trabajador por aquella época era de 1,5 sueldos aproximadamente). Dicho ataque puede considerarse como el bautismo de fuego de esta fortificación, aunque a consecuencia de los daños sufridos hubo de remodelarse para atender la creciente agresividad de los africanos.

Torre del rey. Autor, desconocido

Torre del Rey. Autor, desconocido

Poco contento debió de quedar Joan de Cervelló, señor de Oropesa, ya que en aquella ocasión la defensa fue tan desastrosa que gran parte de los de la guarnición acabaron presos de los turcos. Fue precisamente a causa de este revés cuando se propuso el proyecto de formar un ejército regular. El proyecto quedó en nada, debido al cuantioso desembolso que era necesario realizar, pero al menos sirvió para acometer la construcción de otras estructuras defensivas en villas como Castellón, Vila-real o Burriana. Esta última había sufrido junto a Oropesa un cruel ataque en 1519, cuando 13 bajeles corsarios se acercaron hasta la costa aprovechando la inexistencia de torre vigía y se llevaron presos a algunos vecinos.

Por aquella época, y debido a las constantes correrías piratas, Oropesa era un lugar de la costa completamente despoblado. La villa estaba al borde del mar, junto al cabo que lleva su nombre, y constituía una referencia fácil para hacer escala por parte de los norteafricanos, que no temían ningún ataque desde tierra al ser una zona desierta y poco vigilada. La primitiva Torre del Rey data de 1413, cuando fue edificada por orden de Fernando de Antequera. Pero en todo ese tiempo no tuvo demasiado éxito a tenor de los repetidos ataques producidos en toda el área. Las incursiones partían sobre todo de las islas Columbretes, situadas a unas 28 millas de la costa, de forma que las goletas piratas podían atracar de madrugada al abrigo de una ensenada situada al NE, y desde allí efectuar asaltos al despuntar el día con total impunidad.

Acantilado en la costa de Oropesa. Autor, Luis Perez

Acantilado en la costa de Oropesa. Autor, Luis Perez

El 7 de junio de 1534 tuvo lugar un destructivo ataque por parte de Barbarroja, quien desembarcó en el cabo de Oropesa y llegó a apoderarse de la Torre del Rey, de la villa y hasta del castillo, talando a continuación los campos cercanos para sembrar el terror entre sus habitantes. Una vez más las reformas efectuadas por Cervelló no tuvieron ningún efecto, y ésta fue la razón de que la Torre del Rey, por encima de cualquier otra en Castellón, llegara a ser una de las más fortificadas y vigiladas a lo largo de las siguientes décadas. Pero por desgracia, también resultó ser de las más codiciadas: en 1619 se producía nuevamente una razzia por parte de dos galeras turcas fuertemente pertrechadas, con el resultado de numerosos muertos y cautivos, amén de una villa saqueada e incendiada al completo… No eran buenos tiempos para la vida en primera línea de playa.