El oscuro secreto del chocolate (1ª Parte)

El oscuro secreto del chocolate (1ª Parte)

Estamos a las puertas para la celebración de una de las ferias más dulces y deliciosas de nuestra provincia: la VIII Feria del chocolate, el dulce y el pan artesano (CHOCOCAS), que podremos disfrutar en Castellón entre los días 13 y 15 de noviembre.

A buen seguro que con la siguiente lectura pondremos los dientes largos a los más golosos de la casa. Empezamos.

Se dice que en los monasterios se guardan los secretos más sensuales y prohibidos del mundo. De hecho, se sabe que en algunos monasterios existe una pequeña estancia justo encima de los claustros, llamada chocolatería, donde al parecer los monjes cocinaban y degustaban el chocolate en sus escasos momentos de ocio.
Resulta inevitable preguntarse… ¿era el chocolate un producto de mercado más para sus propietarios? ¿Formó parte del desayuno habitual de los monjes, a pesar de su exotismo? ¿O quizás constituyó en los tonsurados, como suele decirse, el sustituto perfecto de pasiones que, de abrirse camino, hubieran resultado aún más inconvenientes? Para encontrar la razón debemos sumergirnos en la curiosa y llamativa historia de este “Alimento de los Dioses” por excelencia, empezando por su “descubrimiento” en las Américas y la llegada a Sevilla de los primeros galeones cargados de semillas de cacao procedentes de Nueva España…

6. Cacao y semillas de cacao. Autor, Photos Gobva

Cacao y semillas de cacao. Autor, Photos Gobva

Aunque se cree que fue Cristóbal Colón el primer europeo en probar el chocolate, parece que su sabor amargo no fue precisamente de su agrado, ni tampoco la costumbre de los aztecas de consumirlo frío y condimentado con chile. Dicho sea de paso, tampoco resultaría objeto de devoción de los Reyes Católicos, quienes lo probaron tras el regreso del almirante del cuarto de sus viajes. No volvió a hacer ninguno más. Sin embargo, es Hernán Cortés quien nos dejó una de las primeras descripciones que se conocen de las propiedades del chocolate: «cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse», haciendo una clara alusión al poder calórico de este producto.

7. Mujer tomando una tada de chocolate. Obra de Raimundo de Madrazo. Oleo sobre lienzo. 1841-1920

Mujer tomando una taza de chocolate. Obra de Raimundo de Madrazo. Oleo sobre lienzo. 1841-1920

Lo cierto es que el chocolate no tardó en ser del gusto de la alta sociedad española del siglo XVI, que lo consumía como bebida caliente y reconstituyente. Las damas de la nobleza lo consideraban un manjar exótico, tomándolo en secreto y condimentado con diversas especias como la pimienta, mientras que en la alta sociedad mejicana se acostumbraba mezclarlo con canela. En 1601, el confesor de la Corte en la ciudad de Córdoba elaboraba chocolatinas con un relleno de hortalizas en su interior. Fue con la implantación del cultivo de la caña de azúcar en las regiones cálidas de América cuando se pusieron realmente las bases para crear el chocolate dulce, lo que le dio un sabor más parecido al que hoy conocemos. Parece ser que el invento vino también de la mano de eclesiásticos, y concretamente de las monjas de un convento de Oaxaca (Méjico), lo que hizo que el consumo de chocolate (esta vez endulzado) se extendiese como la pólvora por los monasterios de Nueva España. Los benedictinos solían afirmar que: «No bebía del cacao, nadie que no fuese fraile, señor o valiente soldado».

8. Los famosos Brownies. Autor, Roboppy

Los famosos Brownies. Autor, Roboppy

Este hecho trajo la preocupación a las autoridades católicas de rigor, quienes consideraban inadecuado el manjar de Moctezuma debido a sus propiedades excitantes. Las costumbres de la alta sociedad con respecto al chocolate tampoco ayudaban a mejorar la situación, ya que las damas españolas se hacían servir chocolate dentro del templo para hacer así más llevaderos los sermones del párroco. El obispo de Chiapas (Méjico) prohibió tal hábito y amenazó a los feligreses con la excomunión si persistían en su actitud. Parece que la amenaza surtió efecto, aunque no convencería por completo a las féminas, ya que al poco tiempo las chocolatadas organizadas después de misa se hicieron muy populares a ambos lados del Atlántico.

9. Chocolate negro. Autor, Timsackton

Chocolate negro. Autor, Timsackton

Fuera cual fuese la opinión de la Iglesia, lo cierto es que los galeones regresaban a España cargados de riquezas procedentes de América, entre las que el chocolate constituía un producto selecto y de gran valor. No era raro, por ejemplo, encontrar pasajeros transportando semillas de cacao ocultas en sus guardajoyas. Existía un temor evidente a que el secreto se difundiese a otras naciones, dado el riesgo de perder el monopolio de su comercialización. Sin embargo, estas preocupaciones fueron al principio bastante infundadas. El italiano Girolamo Benzoni escribía en 1565 que «el chocolate parecía más una bebida para cerdos, que para ser consumido por la humanidad», mientras que los corsarios ingleses y holandeses incendiaban y mandaban a pique las embarcaciones españolas que capturaban, cuando descubrían que éstas no transportaban otra cosa que cacao, lo que da idea del valor real que tenía este producto entre los extranjeros. No tardarían en darse cuenta de su error.

Continuará…
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Traducció al valencià:

El fosc secret del xocolate (1a part)

Estem a les portes de la celebració d’una de les fires més dolces i delicioses de la nostra província: la VIII Fira del Xocolate, el dolç i el pa artesà (CHOCOCAS), que podrem gaudir a Castelló entre els dies 13 i 15 de novembre.

De segur que amb la següent lectura posarem les dents llargues als més llépols de la casa. Comencem.

Es diu que en els monestirs es guarden els secrets més sensuals i prohibits del món. De fet, se sap que hi ha en alguns una xicoteta estança, just damunt dels claustres, anomenada xocolateria, on segons pareix els monjos cuinaven i degustaven el xocolate en els seus pocs moments d’oci.
Resulta inevitable preguntar-se… era el xocolate només un producte més de mercat per als seus propietaris?; Va formar part del desdejuni habitual dels monjos, a pesar del seu exotisme?; O potser representava per als tonsurats, com sol dir-se, el substitut perfecte de passions que, d’obrir-se camí, hagueren resultat encara més inconvenients? Per a trobar respostes hem de submergir-nos en la curiosa i fascinant història d’este “Aliment dels Déus” per excel·lència, començant pel seu “descobriment” en les Amèriques i l’arribada a Sevilla dels primers galions carregats de llavors de cacau procedents de Nova Espanya…

6. Cacao y semillas de cacao. Autor, Photos Gobva

Cacau i llavors de cacau. Autor, Photos Gobva

Encara que es creu que va ser Cristòfol Colon el primer europeu a tastar el xocolate, pareix que el seu sabor amarg no va ser, precisament, del seu grat; ni tampoc el costum dels asteques de consumir-lo fred i condimentat amb xili. Per cert que tampoc seria objecte de devoció dels Reis Catòlics, que el van tastar després de la tornada de l’almirall del quart dels seus viatges. No va tornar a fer cap més.
No obstant això, és Hernan Cortés qui ens va deixar una de les primeres descripcions que es coneixen de les propietats del xocolate: «quan u el beu, pot viatjar tota una jornada sense cansar-se i sense tindre necessitat d’alimentar-se», fent una clara al·lusió al poder calòric d’este producte.

7. Mujer tomando una tada de chocolate. Obra de Raimundo de Madrazo. Oleo sobre lienzo. 1841-1920

Dona prenent una tassa de xocolate. Obra de Raimundo de Madrazo. Oli sobre llenç. 1841-1920

La veritat és que el xocolate no va tardar a ser del gust de l’alta societat espanyola del segle XVI, que el consumia com beguda calenta i reconstituent. Les dames de la noblesa el consideraven un menjar exòtic, prenent-lo en secret i condimentat amb diverses espècies com el pebre, mentres que en l’alta societat mexicana s’acostumava mesclar-lo amb canella.
En 1601, el confessor de la Cort en la ciutat de Còrdova elaborava xocolatines farcides d’hortalisses. Però no va ser fins la implantació del cultiu de la canya de sucre en les regions càlides d’Amèrica quan es van assentar les bases per a produir el xocolate dolç, amb un sabor més paregut a què hui coneixem. Pareix que l’invent va vindre també de la mà d’eclesiàstics, i concretament de les monges d’un convent d’Oaxaca (Mèxic), la qual cosa va fer que el consum de xocolate (esta vegada ja endolcit) s’estenguera com la pólvora pels monestirs de Nova Espanya. Els benedictins solien afirmar que: «No bevia del cacau, ningú que no fóra frare, senyor o valent soldat».

8. Los famosos Brownies. Autor, Roboppy

Els famosos Brownies. Autor, Roboppy

Esta expansió “religiosa” va preocupar, i molt, a les autoritats catòliques de l’època que consideraven inadequat el menjar de Moctezuma per les seues propietats excitants. Els costums de l’alta societat respecte al xocolate tampoc ajudaven a millorar la situació, ja que les dames espanyoles es feien servir xocolate dins del temple per a fer així més suportables els sermons del rector. El bisbe de Chiapas (Mèxic) va prohibir este hàbit i va amenaçar els feligresos amb l’excomunió si persistien en la seua actitud. Pareix que l’amenaça va fer efecte, encara que no convenceria del tot a les dones perquè al poc de temps es van popularitzar les xocolatades, organitzades després de missa, a un costat i a l’altre de l’Atlàntic.

9. Chocolate negro. Autor, Timsackton

Xocolate negre. Autor, Timsackton

Fóra quina fóra l’opinió de l’Església, els galions tornaven a Espanya carregats de riqueses procedents d’Amèrica, entre les que el xocolate constituïa un producte selecte i de gran valor. Fins el punt que, per exemple, no era estrany, trobar passatgers transportant llavors de cacau amagades en els seus guardajoies. Existia un temor evident a què el secret es difonguera a altres nacions, pel risc de perdre el monopoli de la seua comercialització. No obstant, estes preocupacions van ser al principi prou infundades. L’italià Girolamo Benzoni escrivia en 1565 que «el xocolate pareixia més una beguda per a porcs, que per a ser consumit per la humanitat». I els corsaris, anglesos i holandesos, incendiaven i feien anar a pic les embarcacions espanyoles que capturaven, quan descobrien que no transportaven una altra cosa que cacau, fet que dóna idea del valor real que tenia este producte entre els estrangers. No tardarien a adonar-se del seu error.

Continuarà…