Fuentes de Ayódar, pura agua

Fuentes de Ayódar, pura agua

El nombre del pueblo ya nos da una pista importante: muchas de las numerosísimas fuentes que contiene el Parque Natural de la Sierra de Espadán decidieron reunirse en este pequeño municipio, rodeado de bosques, manantiales, huertas… uno de los entornos naturales más excepcionales de la provincia de Castellón, en la comarca del Alto Mijares.
En la pequeña localidad de Fuentes de Ayódar, vertebrada por el río Chico, la naturaleza ha impuesto su ley de supervivencia tras un devastador incendio en 1994. Resurgiendo de sus cenizas, cubre el herido suelo con un espeso matorral en el que las aliagas pintan de amarillo las mañanas de invierno, impregnándolas de aroma a vainilla, mientras la fragancia a romero empapa el aire de primavera. El manto verde en contraste con las quebradas formas rojizas del roquedo rodeno dibujan un espectacular paisaje en el que se adivinan ribazos y bancales, herencia del saber de otras culturas, en los que olivos, almendros y algarrobos muestran el paso del tiempo y el cuidado o el olvido de quienes los plantaron.
Naturaleza poderosa y agua son los principales ingredientes del encanto que emana Fuentes de Ayódar. Por una parte el río Chico, afluente del Palancia y con caudal constante, ofrece a lo largo de su intrincado curso, bellos rincones y pozas, como el espléndido Pozo Negro, en las que disfrutar de sus frías y cristalinas aguas rodeados del exuberante embrujo de la Sierra de Espadán. El Pozo Negro, también conocido como sin suelo por sus casi tres metros de profundidad, es una piscina natural formada por la acción erosiva del agua durante tiempo inmemorial, rodeada de espectaculares formaciones rocosas y un denso bosque en el que conviven pinos, alcornoques y encinas.

Por otra parte, el agua oculta bajo tierra se abre camino entre los terrenos triásicos, aflorando en algunos de los manantiales de mayor interés de la provincia.
La fuente del Cañar, junto al río Chico, es la más próxima al casco urbano y a su alrededor se ha creado un área recreativa que invita a disfrutar relajadamente del tiempo, ralentizado por el calmante sonido del agua.
Remontando el curso del río Chico a través de un camino embebido en un paisaje rebosante de naturaleza se alcanza la fuente del Zuro a escasos metros del río, donde también se puede disfrutar del baño en un remanso y acercarse al Pozo Negro a través de una corta y bella senda.
La fuente de la Paciencia destaca por la gran calidad de su fresca agua aunque su escaso caudal da origen a su merecido nombre por el tiempo que hay que esperar para disfrutar de ella. Pasándola se alcanza la Fuente de los Chorricos, cuya agua presenta una elevada concentración de hierro por lo que tiene fama de curativa. Un mosaico junto a ella dice: Fuentes de Ayódar. Nos dice el señor Luciano que la Fuente de los Chorricos es bálsamo soberano para mayores y chicos. 15 de agosto de 1962.
La fuente del Río, que mana en el interior de una pequeña cueva, constituye el nacimiento del río Chico y es una de las surgencias más emblemáticas y sorprendente del término municipal.
Y aunque existen otras fuentes de gran interés, destacamos por último la fuente de la Masá, presidida por la imagen de Santa Rita y bajo la copa de un lentisco monumental, el lentisco de la Masà.

Esta fuente me habla, mas no entiendo
su lenguaje, ni sé lo que razona;
sé que habla de amor, y que blasona
de verme a su pesar por flori ardiendo.
Mi llanto, con que crece, bien le entiendo,
pues mi dolor y mi pasión pregona;
mía lágrimas el prado las corona;
vase con ellas el cristal riendo.
Poco mi corazón debe a mis ojos,
pues dan agua al agua y se la niegan
al fuego que consume mis despojos.
Si no lo ven, porque, llorando, ciegan,
oigan lo que no ven a mis enojos:
déjanme arder, y la agua misma anegan.
Poema «las tres musas últimas castellanas 22». Francisco de Quevedo


Traducció al valencià:

Fuentes de Ayódar, pura aigua

El nom del poble ja ens dóna una pista important: moltes de les nombrosíssimes fonts que conté el Parc Natural de la Serra d’Espadà van decidir reunir-se en este xicotet municipi, rodejat de boscos, brolladors, hortes… un dels entorns naturals més excepcionals de la província de Castelló, en la comarca de l’Alt Millars.
En la xicoteta localitat de Fuentes de Ayódar, vertebrada pel riu Chico, la naturalesa ha imposat la seua llei de supervivència després d’un devastador incendi en 1994. Ressorgint de les seues cendres, cobrix el ferit sòl amb un espés matollar en què les argelagues pinten de groc els dies d’hivern, impregnant-los d’aroma a vainilla, mentres la fragància a romer amera l’aire de primavera. El mantó verd en contrast amb les trencades formes rogenques del roquissar rodeno dibuixen un espectacular paisatge en què s’endevinen ribassos i bancals, herència del saber d’altres cultures, en les que oliveres, ametlers i garroferes mostren el pas del temps i la cura o l’oblit dels que els van plantar.
Naturalesa poderosa i aigua són els principals ingredients de l’encant que emana Fuentes de Ayódar. D’una banda el riu Chico, afluent del Palància i amb cabal constant, ofereix al llarg del seu intricat curs, bells racons i tolls, com l’esplèndid Pozo Negro, on gaudir de les seues fredes i cristal·lines aigües rodejats de l’exuberant embruixament de la Serra d’Espadà. El Pozo Negro, també conegut com sin suelo pels seus quasi tres metres de profunditat, és una piscina natural formada per l’acció erosiva de l’aigua durant temps immemorial, rodejada d’espectaculars formacions rocoses i un dens bosc en què conviuen pins, sureres i carrasques.
D’altra banda, l’aigua oculta sota terra s’obri camí entre els terrenys triàsics, aflorant en alguns dels brolladors de major interés de la província.
La font del Cañar, a la vora del riu Chico, és la més pròxima al nucli urbà i al seu voltant s’ha creat una àrea recreativa que invita a gaudir relaxadament del temps, ralentitzat pel calmant so de l’aigua.
Remuntant el curs del riu Chico a través d’un camí embegut en un paisatge desbordant de naturalesa s’arriba a la font del Zuro a pocs metres del riu, on també es pot gaudir del bany en un rabeig i acostar-se al Pozo Negro a través d’una curta i bella senda.
La font de la Paciencia destaca per la gran qualitat de la seua fresca aigua encara que l’escàs cabal dóna origen al seu merescut nom pel temps que cal esperar per a gaudir d’ella. Passant-la s’arriba la font de los Chorricos, l’aigua de la qual presenta una elevada concentració de ferro pel que té fama de curativa. Un mosaic al seu costat diu: Fuentes de Ayódar. Nos dice el señor Luciano que la Fuente de los Chorricos es bálsamo soberano para mayores y chicos. 15 de agosto de 1962.
La font del Río, que brolla en l’interior d’una xicoteta cova, constituïx el naixement del riu Chico i és una de les surgències més emblemàtica i sorprenent del terme municipal.
I encara que hi ha altres fonts de gran interés, destaquem finalment la font de la Masà, presidida per la imatge de Santa Rita i davall la copa d’un llentiscle monumental, el llentiscle de la Masà.

Esta fuente me habla, mas no entiendo
su lenguaje, ni sé lo que razona;
sé que habla de amor, y que blasona
de verme a su pesar por flori ardiendo.
Mi llanto, con que crece, bien le entiendo,
pues mi dolor y mi pasión pregona;
mía lágrimas el prado las corona;
vase con ellas el cristal riendo.
Poco mi corazón debe a mis ojos,
pues dan agua al agua y se la niegan
al fuego que consume mis despojos.
Si no lo ven, porque, llorando, ciegan,
oigan lo que no ven a mis enojos:
déjanme arder, y la agua misma anegan.
Poema «las tres musas últimas castellanas 22». Francisco de Quevedo