El río Mijares discurre por parajes de gran valor ecológico con ambientes de ribera perfectamente conservados en muchos lugares. Precisamente uno de ellos es la senda botánica dedicada al famoso farmacéutico y botánico vila-realense, Manuel Calduch Almela.

En esta zona comenzó Calduch el herbario que le daría fama mundial y que la Unesco calificó como uno de los mejores del mundo con más de 6.000 muestras de plantas de toda la Comunidad Valenciana. A él se debe también, entre otras, la fórmula magistral del ungüento conocido como Suavina.

Antes de iniciar el recorrido visitaremos las instalaciones de la Comunidad de Regantes de Vila-real, en el paraje de El Termet, donde nos explicarán la historia del azud y la distribución de las aguas del río Mijares.

Esta sencilla ruta, perfectamente señalizada por el Consorcio Gestor del Paisaje Protegido de la desembocadura del río Mijares, discurre junto al río entre abundante vegetación y por el lecho, excavado en la roca, de la acequia Mayor de Vila-real, llamada de les argamasses, que dejó de utilizarse a finales del siglo XIX, tras más de 600 años de uso.

Por el camino, pasaremos junto a varias construcciones de finales del siglo XIX que tenían como función regular las aguas de la acequia y por el molí de Bisbal, destruido tras la riada de 1952.

Ya en el término municipal de Almassora, veremos el puente medieval de Santa Quiteria, (popularmente conocido como puente romano) construido en el siglo XIII por donde pasaba el Camino Real, y la ermita de la Santa, patrona de Almassora, situada en un bello paraje en el margen izquierdo del río.

De regreso al punto de partida, seguiremos un camino marcado por el margen derecho del río, entre cañizares y chopos, dejando atrás el punto donde la Rambla de la Viuda vierte sus aguas al río Mijares cuando recoge aguas de lluvia, ya que normalmente está seca.

Podremos ver los restos del castillo de Almassora origen de esta localidad y el Palaciet, hermosa finca con pinada en su interior y un gran edificio hoy arruinado.

Llegando a Almassora, pasaremos junto al antiguo azud, por una sólida construcción sobre la acequia de tiempos de Carlos IV y por una atalaya para observación de aves en el espacio protegido.

De regreso al ermitorio de la Virgen de Gracia, patrona de Vila-real, se puede visitar la ermita y su museo etnológico o disfrutar del paraje de El Termet que rodea el meandro del río Mijares.

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