En esta ruta circular se combinan caminos de tierra y sendas que, en su mayor parte discurren entre pinares.

Desde el núcleo urbano, subiremos por el calvario hasta la cueva del Calvari, que se abre en las inmediaciones del pueblo, en el Tossal de la Cova, y en la que se han encontrado restos de cerámica del Bronce. La cavidad tiene dos bocas a distinto nivel que se conocen en el pueblo como Cova de Baix y Cova de Dalt.

Entrando por la boca inferior se llega a la gran sala de la cueva, parcialmente iluminada por una gran abertura que comunica con la boca superior.

En un extremo de la sala, bajo la tenue luz, una masa estalagmítica semeja una anciana hilando, por lo que la cueva también se conoce como Cova de l’agüela filosa. Al lado de la agüela filosa hay otra formación, conocida como el cavall de Sant Jaume.

Durante la Guerra Civil Española sirvió de cobijo y refugio ante los bombardeos que sufrió la población.

Visitaremos también la cueva dels Malandrins que alcanzaremos a través de pinares y campos cultivados. Debe su nombre a que fue escondite de salteadores de caminos que atacaban a los viajeros de antaño aprovechando la lentitud del paso a que obligaba la abrupta orografía de la zona.

En la cueva, de una sola sala, abundan las formaciones calcáreas, aunque en su mayor parte rotas y dañadas por la acción humana.

Pasaremos por una pequeña cima desde la que podremos disfrutar de una estupenda vista de la Vall de Borriol y de las estribaciones del Desierto de las Palmas.

Rodearemos el Tossal de la Vila pasando por debajo de un cortado hasta llegar a la ermita de Sant Joan y regresar al punto de partida.

• Cueva del Calvari
• Cueva dels Malandrins
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