Caudiel, en la comarca del Alto Palancia, está situado en la zona norte de esta, justo en el límite con la comarca del Alto Mijares y en el enlace entre la sierra de Espina y la sierra de Espadán.

Desde el punto de encuentro en la Plaza de la Virgen, nos dirigiremos con los coches hasta el Mas de Noguera, situado a 900 m. de altitud, reconocido por ser un albergue donde se elaboran productos ecológicos y donde pueden realizarse multitud de actividades para niños y familias relacionadas con el medio ambiente y sus recursos.

Desde su creación, el Mas de Noguera ha tenido claras las premisas de autogestión, cooperación, sostenibilidad, recuperación del patrimonio y formación, y durante estos años han llevado a cabo diversos proyectos y actividades que han fomentado la construcción de una sociedad un poco más crítica con los problemas ambientales.

Desde el Mas de Noguera, iniciaremos la excursión siguiendo una senda ascendente hasta la cueva Cerdaña, situada en las faldas del pico Cerdaña. Rodeada de altas montañas pobladas de pinos y carrascas, merece ser visitada por su belleza, grandiosidad y por las múltiples leyendas que ha generado.

Carlos Sarthou, cuando la visitó dijo al respecto: “Se cuenta de esta gruta que no tiene fin o, por lo menos, que está á muchos kilómetros de profundidad. Lo primero lo inventó la ignorancia; lo segundo, el miedo. Esta cueva, como todas, tiene su fin, y no lejos de la entrada. Lo que ocurre y engaña al inexperto visitante es que medio kilómetro de marcha subterránea, salvando los continuos obstáculos que se oponen al paso, cuesta, á veces, muchas horas de avanzar, haciendo equivocar todo cálculo”.

Destaca en el recinto cavernícola la afluencia de columnas estalagtíticas situadas en la sala superior que, en algunos casos, llegan a tener una altitud de unos 15 metros.
Debido a la amplitud de la cavidad, su iluminación y sus condiciones físicas, esta cueva ha sido utilizada como lugar de hábitat prolongado y estable desde la Edad del Bronce hasta la época ibérica, momento en que adquiriría la condición de cueva-santuario tal y como reflejan los numerosos vasitos caliciformes ibéricos recuperados de su interior.

Leyenda de la cueva Cerdaña

Esta historia está vinculada con el origen del topónimo de la cueva y se cuenta en el libro Valencia Mágica. Misterios, enigmas y rituales ancestrales de Matilde Pepín.

Dice así: En el siglo XVII un soldado de Pina de Montalgrao se hallaba en la isla de Cerdeña, cuando conoció una bellísima muchacha de la que quedó prendado. Se casaron y vinieron al pueblo para quedarse. La familia del muchacho tenía otros planes para el héroe y repudió a la extranjera, acusándola de hechicera y seductora. La pareja se refugió en la hermosa cueva y allí vivieron su historia de amor. Habitaban una bellísima cámara oculta en el interior, donde había un altar con símbolos del Santo Grial, como si el vaso sagrado, el mítico recipiente céltico hubiera estado allí escondido algún tiempo. Dicen que ella ejercía de sibila. Un día el hombre salió a cazar y se entretuvo cogiendo granadas para ofrecerle a su amada; ella se quedó sola en la cueva y quiso explorar las simas ocultas, desapareciendo misteriosamente. Cuando volvió su amado, la buscó desolado durante días y semanas hasta que se dejó morir de tristeza.

La fábula asegura que algunas noches primaverales, los espíritus de los enamorados vuelven a la gruta de sus amores y que protegen a las parejas.

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