El Desierto de las Palmas, fue declarado Parque Natural en 1989, dado su valor medioambiental y paisajístico. Esta sierra litoral, de entre 400 y 700m de altitud, se extiende por parte de los términos municipales de Benicàssim, Cabanes, La Pobla Tornesa, Borriol y Castelló de la Plana, y destaca en el paisaje por los afloramientos de arenisca roja (rodeno) y su agreste morfología.

El término “desierto” proviene del hecho de que, en el siglo XVII, los monjes carmelitas descalzos fundaron aquí un “desierto” espiritual, lugar aislado donde llevar una vida eremita, de silencio y contemplación. El apelativo “de las palmas” hace referencia a la abundancia en la zona de palmito (Chamaerops humilis), la única palmera autóctona europea.

El primer convento, ahora conocido como el Convento Viejo, fue destruido por un corrimiento de tierras en el siglo XVIII por lo que erigieron otro, muy cerca del anterior pero sobre terrenos más elevados y seguros. Además, construyeron dispersas por el paraje numerosas ermitas y antros: San José, Santa Teresa, San Elías, San Juan, el Nacimiento, Montserrat o San Miguel, a 729 m., en la cima del Bartolo, punto culminante de la sierra del Desierto de las Palmas.

El Parque Natural, lejos de ser un desierto físico, es una espléndida muestra de los bosques y matorrales mediterráneos, en los que se han declarado dos microrreservas de flora.

Además de ser Lugar de Interés Comunitario (LIC) es, por su avifauna, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Desde 2004, el conjunto monacal, que incluye los dos conventos, las ermitas, las fuentes, la muralla y todo su territorio, ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La ruta que proponemos nos lleva en su recorrido, pasando por ermitas y antros, a varias de las numerosas fuentes de un Parque Natural en el que el agua es una de sus mayores riquezas.

Recorreremos los manantiales de:

• Font de Sant Josep, junto a la ermita del mismo nombre, es la de mayor renombre por la calidad del agua, aunque actualmente no es extraño verla seca o con apenas un hilito.
• Font de Roc. Situada en un frondoso enclave, es el manantial más puro y en mejor estado de conservación. Su abundante caudal de agua abastece un lavadero y una balsa de riego.
• Font Tallada. En el barranco de Miravet, rodeada de una frondosa vegetación de chopos y olmos y con una vista espectacular de las Agujas de Santa Águeda.
• Font de Sant Joan. Se asemeja formalmente a un antro y su agua ha sido reconducida para el riego.
• Font del Naixement. En los alrededores de la ermita del Naiximent, al este de las ruinas del Convento Viejo.
• Font de la Teula y Font del Crist.

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