Para el que quiera visitar uno de los puntos más septentrionales de Castellón, no tiene otra que acercar sus pasos hasta la pequeña y pintoresca localidad de Fredes, en la Tinença de Benifassà. En palabras del escritor Lluch Garín, Fredes “es el pueblo del frío”, y para los que han paseado por sus contados rincones en pleno invierno ésta es sin duda una verdad como un templo. Fredes se recorre en apenas 10 minutos. Solo tiene 2 calles; un bar restaurante con fenomenal estufa de leña; un lavadero, una iglesia y muchas casas de piedra que sin duda han vivido mejores tiempos. En sus contornos, las terrazas herbosas se elevan paulatinamente para formar una hoya natural donde se asienta el casco urbano, y rodeándola, densos pinares adormecen con su sombra aquellas alturas que son las de mayor cota en toda la comarca. El noventa por ciento de las tierras están cubiertas de bosques majestuosos, y sobre ellos puede verse planear águilas y buitres como si Fredes fuese, en verdad, un rincón todavía olvidado por los estragos de lo moderno.

Bosque en la Tinença de Benifassà. Autor, Jesús Monforte

En el término municipal de Fredes se alza uno de los hitos orográficos más importantes de la geografía valenciana: el Tossal del Rei. No es una altura excesiva, apenas 1356 metros, y su perfil carece de las angulosidades espectaculares de otros picos más famosos, como el mismo Penyagolosa. Sin embargo, el Tossal del Rei es un monte de gran personalidad histórica y con una situación por demás única: se trata del punto exacto donde convergen las Comunidades de Aragón, Comunidad Valenciana y Cataluña.

Mas del Ric. Autor, Josep Torta

Otra variante toponímica de este enclave es la de “Tossal dels Tres Reis”, haciendo clara alusión a la leyenda según la cual en dicho punto se reunían periódicamente representantes de estos territorios para solventar sus asuntos. Si eran reyes o no, probablemente no lo sabremos nunca. Aunque de ser cierta esta historia tuvieron que ser reyes islámicos, ya que tras la conquista cristiana todo el territorio aragonés, catalán y valenciano estuvo unido bajo un único monarca, el de Aragón. Pero sea o no un cuento moro nada nos impide hacer gala de nuestra imaginación y creer, en esta cumbre expuesta a los cuatro vientos y cercada de bosques de pino silvestre, que las reales citas tuvieron efectivamente lugar. Por si acaso, 3 mojones de piedras y una placa conmemorativa todavía se encargan de recordárnoslo.

Panorámica desde el Tossal del Rei. Autor, castellonemocion