Artana, Tesoros de la Sierra de Espadán

Artana, Tesoros de la Sierra de Espadán

Considerada la entrada al Parque Natural de la Sierra de Espadán desde el mar, en la comarca de la Plana Baixa, esta localidad ocupa el valle de Artana formado por la rambla del mismo nombre y, rodeada de montañas pobladas de vegetación, manantiales y campos de olivos, constituye un pulmón verde, un remanso de paz y belleza cerca de la costa.
Artana destaca por su gran patrimonio natural. Es diversidad en todos los sentidos. Las rocas que forman su territorio, grises calizas y rojas areniscas, luchan entre ellas por imponer sus colores y los de la vegetación que las cubre.
Los densos bosques de pinos rodenos y alcornoques saludan, desde su verde y rojo reino, a las carrascas y pinos blancos que recuperan el espacio perdido durante siglos. Los orgullosos naranjales dejan paso, desde la Plana a la Sierra, a majestuosos algarrobos y centenarios olivos que han visto pasar los acontecimientos vividos por las civilizaciones que poblaron estas tierras.
Habitantes neolíticos, íberos y romanos trabajaron duro para dominar la naturaleza de estas tierras, pero fueron los musulmanes –moriscos después- los que lo consiguieron. El perfecto aprovechamiento del agua fue su mejor legado: balsas, azudes, pozos, aljibes, molinos… Y numerosas fuentes se extienden por el término, la más famosa de las cuales es la de Baldriana.
Vecinos y visitantes recorren las antiguas y estrechas callejuelas del casco urbano, pausadamente, saboreando la herencia cultural de sus antepasados entre un conjunto muy cuidado, sabiéndose la puerta de acceso a un mundo de naturaleza salvaje e historia como es el Parque Natural de la Sierra de Espadán.

Los más valientes pueden emular a los antiguos reconquistadores cristianos en su lucha contra los defensores musulmanes subiendo desde el Calvario, por las ásperas lomas de la montaña, hasta el castillo medieval. Aunque a algunos de sus elementos se le atribuye origen romano, los vestigios visibles son de época árabe y cristiana: restos de torres, aljibes, fosos y murallas, desde donde se puede disfrutar de unas impresionantes panorámicas del valle, del pueblo y de la Sierra.
El paraje de les Penyes Altes es el más impresionante de cuantos se pueden descubrir en Artana y uno de los puntos geológicos más destacados de la Sierra de Espadán y de la Comunidad Valenciana. Se trata de inmensas formaciones de arenisca roja o rodeno que, con su característico color rojizo de tonalidades cambiantes según la hora del día, se elevan creando vertiginosos y altísimos acantilados.
Atravesando pinares, cimas y miradores como el de la Ràpita d’Artana (470 m), una de las rutas turísticas municipales, perfectamente señalizada, lleva hasta este paraje descrito como Puntas Aragonesas por Cavanilles en su obra Observaciones sobre la Historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia (1797):
…se sigue el cauce de la rambla de Artana, sucesivamente más angosto; por ambos lados se levantan montes, ó por decirlo mejor, se ven los restos de la enorme mole que rompiéron las aguas para abrirse paso. Vense allí los bancos mas ó menos inclinados al horizonte, los ángulos entrantes y salientes, y no pocas veces perpendiculares de muchísima altura, quales son los llamados puntas Aragonesas, por descubrirse el reyno de Aragón desde sus cumbres.
Dos miradores permiten admirar la grandiosidad de estas enormes peñas que se elevan a gran altura formando espectaculares agujas.
Muy recomendable es también la ruta minera que nos lleva a descubrir una de las actividades históricas de la localidad, el conjunto minero Virgen del Amparo en activo hasta mediados del siglo XX. De estas minas se extraían minerales como la barita, o la limonita de la que se extraía el hierro y se vendían a los Altos Hornos de Sagunto.
Se explotaron sistemáticamente durante los años 50 y 60 del siglo pasado, pero existen referencias de que fueron usadas en distintas épocas, incluso desde los romanos. Sus más de 5 Km de galerías las convierten en las más extensas de la Comunidad Valenciana y de las 8 bocas principales del coto minero destacan las entradas a la Galería del Agua y a la Galería del Caballo. El entorno se ha transformado en un museo al aire libre, con paneles informativos que ayudan a comprender este duro trabajo, que se complementa con la visita al Museo Minero de Artana en el casco urbano.
La cova del Tronc es otro de los múltiples puntos de interés geológico de este territorio. Se trata de una galería subterránea que alcanza 67 metros de profundidad y más de 450 m de recorrido. Hoy alberga una gran colonia de murciélagos de algunas de las 16 especies protegidas que alberga el Parque Natural de la Sierra de Espadán. Y en la entrada de la cova un mirador nos ofrece impresionantes vistas de la Plana.

Actualmente la agricultura es la principal riqueza de Artana, con el cultivo del olivo como buque insignia por lo que la localidad es conocida por la gran calidad del aceite que produce. Su oro líquido tiene, además, una larguísima historia que contar, que se refleja perfectamente en la edad y el porte de varias decenas de olivos monumentales esparcidos por todos los secanos del término municipal. Son olivos que, en muchos casos y al igual que en otras comarcas castellonenses, superan los 1.000 años de edad y siguen dando su mejor fruto.
La ruta de los olivos milenarios de la Masadeta y el Pinar permite conocer varios de estos monumentos vivos únicos en el mundo, cada cual con su particular silueta, de extraordinaria belleza y de gran porte, como Les Oliveres del Pla y Les Oliveres de Patricio Carreró.
Los amantes de las actividades al aire libre encontrarán múltiples rutas que discurren por el término municipal de Artana: la cova, la mina del Cavall, la ruta del Hierro, les Penyes Altes, el Puntal de Artana o la Penya Parda son algunos de los enclaves importantes que no te puedes perder.


Traducció al valencià:

Artana, Tresors de la Serra d’Espadà

Considerada l’entrada al Parc Natural de la Serra d’Espadà des del mar, en la comarca de la Plana Baixa, esta localitat ocupa la vall d’Artana formada per la rambla del mateix nom i, rodejada de muntanyes poblades de vegetació, brolladors i camps d’oliveres, constituïx un pulmó verd, un recés de pau i bellesa prop de la costa.
Artana destaca pel seu gran patrimoni natural. És diversitat en tots els sentits. Les roques que formen el seu territori, grisos calcaris i rojos gresos, lluiten entre elles per imposar els seus colors i els de la vegetació que les cobrix.
Els densos boscos de pi rodeno i surera saluden, des del seu verd i roig regne, a les carrasques que recuperen l’espai perdut durant segles. Els orgullosos tarongerars deixen pas, des de la Plana a la Serra, a majestuoses garroferes i centenàries oliveres que han vist passar els esdeveniments viscuts per les civilitzacions que van poblar estes terres.
Habitants neolítics, ibers i romans van treballar de valent per a dominar la naturalesa d’estes terres, però van ser els musulmans –Moriscos després- els que ho van aconseguir. El perfecte aprofitament de l’aigua és el seu millor llegat: basses, assuts, pous, aljubs, molins… I nombroses fonts s’estenen pel terme, la més famosa de les quals és la de Baldriana.
Veïns i visitants recorren els antics i estrets carrerons del nucli urbà, pausadament, assaborint l’herència cultural dels seus avantpassats entre un conjunt molt cuidat, sabent-se la porta d’accés a un món de naturalesa salvatge i història com és el Parc Natural de la Serra d’Espadà.
Els més valents poden emular els antics reconqueridors cristians en la seua lluita contra el defensor musulmà pujant des del Calvari, per les aspres llomes de la muntanya, fins al castell medieval. Encara que a alguns dels seus elements se li atribuïx origen romà, els vestigis visibles són d’època àrab i cristiana: restes de torres, aljubs, fossats i muralles, des d’on es pot gaudir d’unes impressionants panoràmiques de la vall, del poble i de la Serra.
El paratge de les Penyes Altes és el més impressionant de quants es poden descobrir a Artana i un dels punts geològics més destacats de la Serra d’Espadà i de la Comunitat Valenciana. Es tracta d’immenses formacions de gres roig o rodeno que, amb el seu característic color de tonalitats canviants segons l’hora del dia, s’eleven creant vertiginosos i altíssims penya-segats.
Travessant pinedes, cimes i miradors com el de la Ràpita d’Artana (470 m), una de les rutes turístiques municipals, perfectament senyalitzada, porta fins a este paratge descrit com a Puntas Aragonesas per Cavanilles en la seua obra Observaciones sobre la Historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia (1797):
…se sigue el cauce de la rambla de Artana, sucesivamente más angosto; por ambos lados se levantan montes, ó por decirlo mejor, se ven los restos de la enorme mole que rompiéron las aguas para abrirse paso. Vense allí los bancos mas ó menos inclinados al horizonte, los ángulos entrantes y salientes, y no pocas veces perpendiculares de muchísima altura, quales son los llamados puntas Aragonesas, por descubrirse el reyno de Aragón desde sus cumbres.
Dos miradors permeten admirar la grandiositat d’estes enormes penyes que s’eleven a gran altura formant espectaculars agulles.
Molt recomanable és també la ruta minera que ens porta a descobrir una de les activitats històriques de la localitat, el conjunt miner Virgen del Amparo en actiu fins mitjan del segle XX. D’estes mines s’extreien minerals com la barita, o la limonita de què s’extreia el ferro i es venien als Alts Forns de Sagunt.
Es van explotar sistemàticament durant els anys 50 i 60 del segle passat, però hi ha referències que van ser usades en distintes èpoques, inclús des dels romans. Els seus més de 5 Km de galeries les convertixen en les més extenses de la Comunitat Valenciana i de les 8 boques principals del vedat miner destaquen les entrades a la Galeria de l’Aigua i a la Galeria del Cavall. L’entorn s’ha transformat en un museu a l’aire lliure, amb panells informatius que ajuden a comprendre este dur treball, que es complementa amb la visita al Museu Miner d’Artana en el nucli urbà.
La cova del Tronc és un altre dels múltiples punts d’interés geològic d’este territori. Es tracta d’una galeria subterrània que arriba a 67 metres de profunditat i te més de 450 m de recorregut. Hui alberga una gran colònia de rates penades d’algunes de les 16 espècies protegides que alberga el Parc Natural de la Serra d’Espadà. I en l’entrada de la cova un mirador ens ofereix impressionants vistes de la Plana.
Actualment l’agricultura és la principal riquesa d’Artana, amb el cultiu de l’olivera com a vaixell almirall pel que la localitat és coneguda per la gran qualitat de l’oli que produïx. El seu or líquid té, a més, una llarguíssima història que contar, que es reflecteix perfectament en l’edat i el port de diverses desenes d’oliveres monumentals escampades per tots els secans del terme municipal. Són oliveres que, en molts casos i igual que en altres comarques castellonenques, superen els 1.000 anys d’edat i continuen donant el seu millor fruit.
La ruta de les oliveres mil·lenaris de la Masadeta i la Pineda permet conéixer diversos d’estos monuments vius únics en el món, cada u amb la seua particular silueta, d’extraordinària bellesa i de gran port, com Les Oliveres del Pla i Les Oliveres de Patricio Carreró.
Els amants de les activitats a l’aire lliure trobaran múltiples rutes que discorren pel terme municipal d’Artana: la cova, la mina del Cavall, la ruta del ferro, les Penyes Altes, el Puntal d’Artana o la Penya Parda són alguns dels indrets importants que no et pots perdre.