Cavanilles y la ribera del río Montlleó

Cavanilles y la ribera del río Montlleó

Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reyno de Valencia (Don Antonio José Cavanilles, 1795)

El rio Monleon principia en las pinillas del Puerto ó fuentes de la ermita de San Bartolomé, que están á una hora al norte del Puerto en el reyno de Aragon, y como á quatro de Vistabella en el de Valencia. Tiene allí su dirección al oriente, y pasa por el molino de Luna, y boca del riachuelo Azór; recibe después al rio Majo, que desde Mosqueruela baxa hácia el mediodía, y como tres quartos de hora mas abaxo los manantiales, situados en el término de Mosqueruela. Así entra en el reyno de Valencia, y va engrosándose con los ojos por donde salen las aguas del llano de Vistabella…


Desde el Pla de Vistabella, el camino hacia el mas del Pont nos conduce al puente Romano o de Las Maravillas que cruza el Montlleó. Esta construcción medieval, de un solo ojo y un gran arco de medio punto, posiblemente data del siglo XIV y unía los reinos de Valencia y Aragón formando parte de una antigua calzada romana y posterior cañada real, por la que se realizaba la trashumancia entre las provincias de Castellón y Teruel, estableciéndose aduanas para el control de los rebaños.

En la actualidad cruza el puente la vía pecuaria de Cabanes, que une a esta población con Mosqueruela (Teruel) con un recorrido de unos 50 km.

Pla de Vistabella. Autor, J. Serrador

Puente de las Maravillas

Santuario de la Virgen de la Estrella. Autor, Abariltur

Barranco del Riu Montlleó


(…) El rio Monleon, que en la ermita de la Estrella separa los reynos de Aragon y Valencia, corre á bastante profundidad por la parte oriental de la llanura…


Si bien La Estrella pertenece a Mosqueruela, donde la denominan La Villeta, el santuario está muy vinculado espiritualmente a Vistabella, junto con la ermita de San Juan de Peñagolosa, en la montaña sagrada.

Una sinuosa, estrecha y vertiginosa pista forestal conduce hasta este mágico y singular poblado asentado en una ladera rocosa junto al margen izquierdo del río Monleón cuyo cauce atraviesa un puente romano que parece que formaba parte de la antigua calzada que comunicaba Tarraco con Mérida.

El origen del primer asentamiento se relaciona con el castillo del Mallo, del que hoy apenas queda rastro en la cima de la ladera donde se encuentra el poblado. Tras ser conquistado por Jaime I fue donado a los Templarios en 1233. Un siglo después fue desmantelado y algunos de sus moradores se establecieron en la ribera del Montlleó para dedicarse al cultivo de la vid, construyendo las primeras viviendas a mediados del siglo XIV utilizando piedras del propio castillo.

Se inicia así un crecimiento continuo del poblado que se convirtió en centro económico y de ocio para todos los habitantes de las masías de las dos riberas.

Tiempo después, cuenta la leyenda que un pastor que se encontraba un día con su ganado en la áspera ladera del Monleón, vio en el cielo un gran resplandor que casi lo ciega. Forzándose a investigar de donde procedía, vio entre las luces como descendía la imagen de la Virgen María sentada sobre un trono con su hijo en el brazo izquierdo y una estrella brillante en la mano derecha.

Tras avisar a todos los vecinos, acudieron al lugar en procesión y trasladaron la imagen a la iglesia parroquial de Mosqueruela, pero al día siguiente la virgen estaba de nuevo en el lugar que apareció. Tras volver a trasladarla y desaparecer varias veces, pensaron que era su voluntad quedarse a orillas del Monleón y se construyó una pequeña ermita para venerarla.

Desde entonces, el poblado se llamaría La Estrella, en honor a su Virgen de la Estrella.

En el siglo XVII nace el culto mariano y los peregrinajes, por lo que el templo primitivo tenía que ir ampliándose hasta construirse la actual iglesia en 1724 que destaca por sus dimensiones y el brillo de su cúpula de teja vidriada. Junto al santuario también se construyó un primer albergue, la Casa Vieja, y en 1738 una nueva hostelería, la Casa Nueva, que incluiría la escuela.

Se rumoreaba por el entorno que la hospedería era escondite conventual y paritorio para damas de la corte, hijas ilegítimas de nobles y reyes e incluso de las propias monjas, por lo que se conocía en la zona como la paridera del rey.

Los siglos XVII y XVIII fueron tiempos de gran esplendor para este poblado.  Con la afluencia de peregrinos la aldea aumenta su población y goza de gran prosperidad. Aunque actualmente sólo se celebra una romería el último domingo de mayo, antiguamente se realizaba otra en noviembre, la de San Martín con el fin del ciclo de recogida de la uva, además de otras extraordinarias en momentos de grandes sequías, plagas o guerra.

En el siglo XIX, La Estrella tenía todo cuanto necesitaban sus habitantes hasta que ocurrió una gran desgracia el 9 de octubre de 1883 que supuso el inicio del fin de la aldea.

Sobre aquel suceso, existe el relato escrito por el secretario del ayuntamiento en aquella fecha:

“…. Serían las seis de la tarde (…) cuando se tocó el Santo Rosario en La Estrella. El río Monleón, seco todo el año, llevaba siete u ocho metros de agua en elevación, jamás se había visto, por noventa o cien de anchura, de manera que cubría ya la Virgen que de azulejos hay encima de los caños de la fuente, arrastrando encinas, pinos y peñascos, cuyo choque hacía estremecer, aunque (…) por aquella parte, ningún peligro les amenazaba, puesto que están asegurados por un malecón que les defiende perfectísimamente. Salen de la Iglesia y entre siete y ocho, cerniéndose sobre sus cabezas la más deshecha tormenta, desátanse las cataratas del firmamento, y en medio de un no interrumpido relámpago, y horrísonos truenos, un viento huracanado, a manera de tromba (…), descarga la nube tanta cantidad de agua, un torrente, que aquello, dicen, parecía un segundo diluvio.

(…)Algunas personas, se salvaron, horadando las paredes de las casas por uno y otro lado, huyendo del crujir de las maderas y el desquiciamiento de las paredes que los enormes peñascos de aquellos desfiladeros de la parte del N. (…) iban arrastrando (…) destruyendo los edificios, sembrando a su paso la desolación.”

Una avalancha de agua y piedras arrasó la primera línea de 17 casas sepultando a sus moradores o arrastrándolos hacia el Montlleó. Las 28 casas restantes también resultaron muy afectadas, aunque quedaron en pie y las familias se salvaron. A consecuencia del “diluvio” murieron 21 personas y 5 desaparecieron para siempre.

A partir de aquella fecha los vecinos de La Estrella fueron huyendo hacia otros lugares que les proporcionaran mejores condiciones de vida y  hoy en este mágico rincón sólo Martín y Sinforosa, ya octogenarios, siguen allí custodiando la historia.

La Estrella. Autora, Jess Alma

Río Montlleó. Autor, J. Serrador

Mas de Campos junto al riu Montlleó, comarca L’Alcalaten. Autor, David Hornero

Pla del Mossorro


(…) Entre los barrancos y profundas excavaciones del término (Vistabella) se distingue el cauce del Monleón, que corre entre los montes de Vistabella y Villafranca, donde se ve una multitud de las ostras llamadas vulgarmente orejas;…


En Vilafranca, la zona del río Montlleó es quizás uno de los parajes más espectaculares pero menos conocidos por lo agreste y la dureza del acceso al abrupto valle.

Aquí el río separa el término de Vilafranca del de Vistabella del Maestrat y Benassal, en la provincia de Castellón, y del de Mosqueruela en la de Teruel y sus vertientes conforman un magnífico y accidentado paisaje calcáreo, hábitat de la cabra montés, diferentes rapaces y comunidades vegetales bien diferenciadas.

Una de las rutas que permiten descender al Montlleó discurre por el Pla del Mossorro, un altiplano de más de 1.000 m de altitud convertido en un singular museo de piedra seca al aire libre. En un terreno calcáreo y pedregoso, salpicado por el verdor de la vegetación, destaca la abundancia de este tipo de construcciones, Patrimonio de la Humanidad y de un valor cultural excepcional. Gran número de paredes que dividen propiedades o delimitan vías pecuarias jalonadas de casetas de pastor de todas las formas, funciones y medidas imaginables, contadores de ovejas, bancales, balsas, pozos,…….un auténtico catálogo de este ancestral arte constructivo nacido de la necesidad de conquistar tierras de cultivo en un entorno sumamente pedregoso. 

Este itinerario que también conduce al Cantal Foradat y la Roca del Migdia, es uno de las que se detallan en el libro Camins i Paisatges de Vilafranca, de Diego Ripollés Vicente y Sergio Monfort Prats.

Otra ruta de Vilafranca a Benassal ofrece majestuosas vistas sobre el río, sus molinos y las masías que parecen colgadas sobre los precipicios que lo rodean, cubiertos en gran parte por bosquetes de quejigos, carrascas y pinos.

Al adentrarnos en el término de Benassal, en la vertiente del Montlleó próxima al cauce, se encuentra una histórica y emblemática construcción, la Escoleta o Escola del Canto, una antigua escuela rural creada para que aprendiesen a leer y escribir las niñas y niños de las masías del Montlleó. Y a ella acudían desde los términos de Vilafranca, Vistabella, Culla y Benassal, funcionando desde 1932 hasta 1973.

La asociación Amics de l’Escoleta del Canto consiguieron su rehabilitación en 2014, gracias a una labor de voluntariado y una campaña de micromecenazgo, y han convertido la antigua aula en un museo y la casa del maestro en un refugio de montaña, ya que por la zona discurre el primer sendero de Pequeño Recorrido (PR) que se señalizó en la Comunidad Valenciana, uniendo Vilafranca y Culla. Su ubicación, los antiguos pupitres, la mesa del maestro y las pizarras nos recuerdan cómo de duro era conquistar la educación en estas zonas aisladas y escabrosas, sólo comunicadas por sendas o caminos de caballería.

Testimonio de la ancestral ocupación humana del territorio son las pinturas rupestres del Racó de Nando, un conjunto de abrigos que se asoman al Montlleó formando un semicírculo en uno de los meandros del río y desde los que el paisaje es espectacular.

En las diferentes cavidades se conservan varios grupos de pinturas y se puede acceder a los abrigos II, IV y VII, siendo las de este último las más conocidas y mejor conservadas. Datadas entre 7000 a.C. y 4500 a.C., se trata de un grupo de animales de extraña apariencia (caballos o jabalíes) acosados por dos arqueros, en colores rojo y negro.

En las 25 pinturas del conjunto se repiten las escenas de caza con figuras humanas,  jabalíes y cérvidos. Destaca también la figura de un arquero con barba y cinta en el pelo que sujeta una cesta.

Escoleta del Canto, Benassal

Racó de Nando

Pinturas rupestres del Racó de Nando

Senderos

A su paso por Culla, el Montlleó separa el término municipal de esta villa medieval del de Vistabella del Maestrat. Espectacular es la ruta que conduce al río desde esta población a través del sendero PRV-225 que rodea los acantilados de Penyacalba, en la parte más profunda de su cañón. A tramos por el assagador de la Picossa, se alcanzan masías como el mas de Penyacalba o el mas del Forcall, en las proximidades del cauce. Entre sus meandros encajados entre elevados paredones rocosos destaca la inconfundible estructura de la Roca de la Teula o la del Cingle Verd, horadado de cuevas y abrigos.

El sendero de Gran Recorrido GR7 atraviesa el Montlleó desde Culla en su camino a Vistabella del Maestrat, un camino que también recorren anualmente vecinos y visitantes en la Rogativa de Culla a Sant Joan de Penyagolosa, ermita antiguamente conocida como Sant Joan de la Font Coberta. El recorrido, de unos 30 kilómetros, se realiza en dos días y los peregrinos realizan paradas en la ermita de Sant Bertomeu y en la font de l´Alforí acompañadas por atávicos cantos y oraciones.

Esta rogativa está documentada desde el año 1404 aunque se cree que su origen es anterior. Por ello es considerada una de las más antiguas de la provincia que además ha conservado intactos todos sus rituales.

Junto con la romería de Els Pelegrins de Les Useres está declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Comunidad Valenciana.

Su finalidad, como en la mayoría de ellas, era implorar la llegada de lluvias para obtener buenas cosechas, además de suplicar la gracia de Dios, salud y paz, tal como se recoge en el canto tradicional del O Vére Déus con su petición de salutem, pacem et pluviam de coelis.

Aunque en alguna época se realizaron varias procesiones en un año, lo habitual era realizar una única en el lunes y martes pasada la fiesta de la Santísima Trinidad. La procesión a pie se mantuvo hasta el año 1968 y luego paso a realizarse en vehículos, hasta que en el año 2000 se volvió a recuperar la romería a pié, pasando a celebrarse el viernes y sábado, víspera del Corpus Christi. De esta forma los peregrinos realizan el trayecto de Culla a San Juan el viernes y el de regreso el sábado.

La Rogativa de Culla a Sant Joan de Penyagolosa también forma parte del proyecto Camins del Penyagolosa, impulsado por la Diputación Provincial de Castellón, para que se reconozcan los caminos de peregrinación del interior de Castellón como Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Cap al Racó de Nando, el riu Montlleo. Autor, JR Puig

Sant Bertomeu. Autor, blog pacosubeybaja

Roca de Teula

Río Montlleó


(….) Culla, Vistabella, Albocáser y Adsaneta, ocupan los ángulos de una figura romboidal, cuyos lados son de tres á quatro horas. Vistabella es la mas occidental, Albocáser se halla al oriente, y Adsaneta al mediodía: el rio Monleon cruza esta romboide de norueste á sueste formando curvas por entre la multitud de montes que allí encuentra.

Dista Adsaneta del rio Monleon obra de una hora, por un terreno llano y todo cultivado hasta las lomas inmediatas al rio, que están cubiertas de enebro, sabina, coscoxa y varias xaras. Allí se ven las ruinas del puente de Adsaneta, que arrancó el rio en una de sus avenidas….


Atzeneta del Maestrat conserva gran variedad de espacios naturales de gran riqueza y diversidad. Destacan los caminos del agua, ríos, barrancos, fuentes,….. cuyas aguas recoge el río Montlleó en un sinuoso trazado, delimitado por un profundo cañón que separa las tierras de Benafigos.  

En la orilla del puente de la carretera de Torre d’En Besora se encuentra el pont de fusta, antiguo puente colgante que salvaba el río desde una altura considerable y comunicaba Atzeneta con los molinos del Montlleó (molí del mas Blanc y molí del Curro). Fue construido en 1898 por el Barón de Torre Matella.

En el término municipal quedan vestigios de siete molinos harineros, que aprovechaban la energía hidráulica de la rambla de Atzeneta y del Montlleó, comunicados por una singular red de balsas y acequias que aún hoy se conserva.

Una ruta circular que parte del núcleo urbano de Atzeneta (sendero SL-CV 65.1) discurre por tres términos municipales (Atzeneta del Maestrat, Benafigos y Culla) y nos conduce hasta el cauce del Montlleó y a los molinos de viento de Culla, antiguas edificaciones para moler grano que funcionaban con la fuerza del viento.

Remontando el Montlleó, otro camino nos conduce al mas de Fumero y al molí dels Ullals donde estos manantiales, normalmente secos, brotan en periodos de fuertes lluvias llevando sus aguas hasta el río.


Por lo regular queda seco su largo cauce, y solamente trae agua en tiempo de lluvias.


Y tras discurrir por el término de Atzeneta del Maestrat, el Montlleó vierte sus aguas a la rambla de la Viuda, en la pedanía de Els Ibarsos, después de dejarnos un magnífico legado paisajístico, histórico y cultural.

Rambla d´Atzeneta. Autor, Arcadividal

Moli Caldero

Penyacalba i Cingle Verd Culla. Autor, J. Serrador


Traducció al valencià:

Cavanilles i la ribera del riu Montlleó 

Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reyno de Valencia (Don Antonio Josef Cavanilles, 1795)

El rio Monleon principia en las pinillas del Puerto ó fuentes de la ermita de San Bartolomé, que están á una hora al norte del Puerto en el reyno de Aragon, y como á quatro de Vistabella en el de Valencia. Tiene allí su dirección al oriente, y pasa por el molino de Luna, y boca del riachuelo Azór; recibe después al rio Majo, que desde Mosqueruela baxa hácia el mediodía, y como tres quartos de hora mas abaxo los manantiales, situados en el término de Mosqueruela. Así entra en el reyno de Valencia, y va engrosándose con los ojos por donde salen las aguas del llano de Vistabella…..


Des de El Pla de Vistabella, el camí cap al mas del Pont ens conduïx al pont Romà o de Les Meravelles que creua el Montlleó. Esta construcció medieval, d’un sol ull i un gran arc de mig punt, possiblement data del segle XIV i unia els regnes de València i Aragó formant part d’una antiga calçada romana i posterior carrerada reial, per la que es realitzava la transhumància entre les províncies de Castelló i Terol, establint-se duanes per al control dels ramats.

En l’actualitat creua el pont la via pecuària de Cabanes, que uneix esta població amb Mosqueruela (Terol) amb un recorregut d’uns 50 km.

(…) El rio Monleon, que en la ermita de la Estrella separa los reynos de Aragon y Valencia, corre á bastante profundidad por la parte oriental de la llanura….

Si bé La Estrella pertany a Mosqueruela, on la denominen La Villeta, el santuari està molt vinculat espiritualment a Vistabella, junt amb l’ermita de Sant Joan de Penyagolosa, en la muntanya sagrada.

Una sinuosa, estreta i vertiginosa pista forestal conduïx fins a este màgic i singular poblat assentat en una vessant rocosa en el marge esquerre del riu Montlleó el llit del qual travessa un pont romà que pareix que formava part de l’antiga calçada que comunicava Tarraco amb Mèrida.

L’origen del primer assentament es relaciona amb el castell del Mallo del que hui a penes queda rastre en la cima de la vessant on es troba el poblat. Després de ser conquistat per Jaume I va ser donat als Templers en 1233. Un segle després va ser desmantellat i alguns dels seus habitants es van establir en la ribera del Montlleó per a dedicar-se al cultiu de la vinya, construint les primeres vivendes a mitjans del segle XIV utilitzant pedres del propi castell.

S’inicia així un creixement continu del poblat que es va convertir en centre econòmic i d’oci per a tots els habitants de les masies de les dos riberes.

Temps després, conta la llegenda que un pastor que es trobava un dia amb el seu bestiar en l’aspra vessant del Montlleó, va veure en el cel un gran resplendor que quasi el cega. Forçant-se a investigar d’on procedia, va veure entre les llums com descendia la imatge de la Mare de Déu assentada sobre un tron amb el seu fill en el braç esquerre i una estrella brillant en la mà dreta.

Després d’avisar a tots els veïns, van acudir al lloc en processó i van traslladar la imatge a l’església parroquial de Mosqueruela, però l’endemà la verge estava de nou en el lloc que va aparéixer. Després de tornar a traslladar-la i desaparéixer diverses vegades, van pensar que era la seua voluntat quedar-se a la vora del Montlleó i es va construir una xicoteta ermita per a venerar-la.

Des de llavors, el poblat s’anomenaria La Estrella, en honor a la seua Verge de La Estrella.

En el segle XVII naix el culte marià i els pelegrinatges, per la qual cosa el temple primitiu havia d’anar ampliant-se fins a construir-se l’actual església en 1724 que destaca per les seues dimensions i la brillantor de la seua cúpula de teula vidriada. Al costat del santuari també es va construir un primer alberg, la Casa Vieja, i en 1738 una nova hostaleria, la Casa Nueva, que inclouria l’escola.

Es rumorejava per l’entorn que l’hostatgeria era amagatall conventual i paritori per a dames de la cort, filles il·legítimes de nobles i reis i inclús de les pròpies monges, pel que es coneixia en la zona com la paridera del rei.

Els segles XVII i XVIII van ser temps de gran esplendor per a este poblat.  Amb l’afluència de pelegrins l’aldea augmenta la seua població i gaudeix de gran prosperitat. Encara que actualment només se celebra una romeria l’últim diumenge de maig, antigament es realitzava una altra al novembre, la de Sant Martí amb la fi del cicle de collita del raïm, a més d’altres extraordinàries en moments de grans sequeres, plagues o guerra.

En el segle XIX, La Estrella tenia tot quant necessitaven els seus habitants fins que va ocórrer una gran desgràcia el 9 d’octubre de 1883 que va suposar l’inici de la fi de l’aldea.

Sobre aquell succés, hi ha el relat escrit pel secretari de l’ajuntament en aquella data:

. Serían las seis de la tarde (…) cuando se tocó el Santo Rosario en La Estrella. El río Monleón, seco todo el año, llevaba siete u ocho metros de agua en elevación, jamás se había visto, por noventa o cien de anchura, de manera que cubría ya la Virgen que de azulejos hay encima de los caños de la fuente, arrastrando encinas, pinos y peñascos, cuyo choque hacía estremecer, aunque (…) por aquella parte, ningún peligro les amenazaba, puesto que están asegurados por un malecón que les defiende perfectísimamente. Salen de la Iglesia y entre siete y ocho, cerniéndose sobre sus cabezas la más deshecha tormenta, desátanse las cataratas del firmamento, y en medio de un no interrumpido relámpago, y horrísonos truenos, un viento huracanado, a manera de tromba (…), descarga la nube tanta cantidad de agua, un torrente, que aquello, dicen, parecía un segundo diluvio.

(…)Algunas personas, se salvaron, horadando las paredes de las casas por uno y otro lado, huyendo del crujir de las maderas y el desquiciamiento de las paredes que los enormes peñascos de aquellos desfiladeros de la parte del N. (…) iban arrastrando (…) destruyendo los edificios, sembrando a su paso la desolación.

Una allau d’aigua i pedres va arrasar la primera línia de 17 cases sepultant els seus habitants o arrossegant-los cap al Montlleó. Les 28 cases restants també van resultar molt afectades, encara que van quedar en peu i les famílies es van salvar. A conseqüència del “diluvi” van morir 21 persones i 5 van desaparéixer per sempre.

A partir d’aquella data els veïns de La Estrella van anar fugint cap a altres llocs que els proporcionaren millors condicions de vida i hui en este màgic racó només Martín i Sinforosa, ja octogenaris, seguixen allí custodiant la història.

(…) Entre los barrancos y profundas excavaciones del término (Vistabella) se distingue el cauce del Monleón, que corre entre los montes de Vistabella y Villafranca, donde se ve una multitud de las ostras llamadas vulgarmente orejas;…

A Vilafranca, la zona del riu Montlleó és potser un dels paratges més espectaculars però menys coneguts per l’agrest i la duresa de l’accés a l’abrupta vall.

Ací el riu separa el terme de Vilafranca del de Vistabella del Maestrat i Benassal, en la província de Castelló, i del de Mosqueruela en la de Terol i els seus vessants conformen un magnífic i accidentat paisatge calcari, hàbitat de la cabra salvatge, diferents rapaços i comunitats vegetals ben diferenciades.

Una de les rutes que permeten descendir al Montlleó discorre pel Pla del Mossorro, un altiplà de més de 1.000 m d’altitud convertit en un singular museu de pedra seca a l’aire lliure. En un terreny calcari i pedregós, esguitat per la verdor de la vegetació, destaca l’abundància d’este tipus de construccions, Patrimoni de la Humanitat i d’un valor cultural excepcional. Gran nombre de parets que divideixen propietats o delimiten assagadors jalonades de casetes de pastor de totes les formes, funcions i mesures imaginables, comptadors d’ovelles, bancals, basses, pous,…….un autèntic catàleg d’este ancestral art constructiu nascut de la necessitat de conquistar terres de cultiu en un entorn sumament pedregós. 

Este itinerari que també conduïx al Cantal Foradat i la Roca del Migdia, és un dels que es detallen en el llibre Camins i Paisatges de Vilafranca, de Diego Ripollés Vicente i Sergio Monfort Prats.

Una altra ruta de Vilafranca a Benassal ofereix majestuoses vistes sobre el riu, els seus molins i les masies que pareixen penjades sobre els precipicis que el rodegen, coberts en gran part per rodals de roures valencians, carrasques i pins.

A l’endinsar-nos en el terme de Benassal, en el vessant del Montlleó pròxima al llit, es troba una històrica i emblemàtica construcció, l’Escoleta o Escola del Canto, una antiga escola rural creada perquè aprengueren a llegir i escriure les xiquetes i xiquets de les masies del Montlleó. I a ella acudien des dels termes de Vilafranca, Vistabella, Culla i Benassal, funcionant des de 1932 fins a 1973.

L’associació Amics de l’Escoleta del Canto van aconseguir la seua rehabilitació en 2014, gràcies a una labor de voluntariat i una campanya de micromecenatge, i han convertit l’antiga aula en un museu i la casa del mestre en un refugi de muntanya, ja que per la zona discorre el primer sender de Pequeño Recorrido (PR) que es va senyalitzar a la Comunitat Valenciana, unint Vilafranca i Culla. La seua ubicació, els antics pupitres, la taula del mestre i les pissarres ens recorden com de dur era conquistar l’educació en estes zones aïllades i escabroses, només comunicades per sendes o camins de cavalleria.

Testimoni de l’ancestral ocupació humana del territori són les pintures rupestres del Racó de Nando, un conjunt d’abrics que s’aguaiten al Montlleó formant un semicercle en un dels meandres del riu i des dels que el paisatge és espectacular.

En les diferents cavitats es conserven diversos grups de pintures i es pot accedir als abrics II, IV i VII, sent les d’este últim les més conegudes i millor conservades. Datades entre 7000 a.C. i 4500 a.C., es tracta d’un grup d’animals d’estranya aparença (cavalls o porcs senglars) assetjats per dos arquers, en colors roig i negre.

En les 25 pintures del conjunt es repeteixen les escenes de caça amb figures humanes,  porcs senglars i cèrvids. Destaca també la figura d’un arquer amb barba i cinta en el cabell que subjecta una cistella.

Al seu pas per Culla, el Montlleó separa el terme municipal d’esta vila medieval del de Vistabella del Maestrat. Espectacular és la ruta que conduïx al riu des d’esta població a través de la senda PRV-225 que rodeja els penya-segats de Penyacalba, en la part més profunda del seu canó. A trams per l’assagador de la Picossa, s’arriba a masies com el mas de Penyacalba o el mas del Forcall, en les proximitats del llit. Entre els seus meandres encaixats entre elevats murs rocosos destaca la inconfusible estructura de la Roca de la Teula o la del Cingle Verd, perforada de coves i abrics.

La senda de Gran Recorregut GR7 travessa el Montlleó des de Culla en el seu camí a Vistabella, un camí que també recorren anualment veïns i visitants en la Rogativa de Culla a Sant Joan de Penyagolosa, ermita antigament coneguda com Sant Joan de la Font Coberta. El recorregut, d’uns 30 quilòmetres, es realitza en dos dies i els pelegrins realitzen parades en l’ermita de Sant Bertomeu i en la font de l´Alforí acompanyades per atàvics cants i oracions.

Esta rogativa està documentada des de l’any 1404 encara que es creu que el seu origen és anterior. Per això és considera una de les més antigues de la província que a més ha conservat intactes tots els seus rituals.

Junt amb la romeria de Els Pelegrins de les Useres està declarada Bé d’Interés Cultural Immaterial de la Comunitat Valenciana.

La seua finalitat, com en la majoria d’elles, era implorar l’arribada de pluges per a obtindre bones collites, a més de suplicar la gràcia de Déu, salut i pau, tal com s’arreplega en el cant tradicional del O Vére Déus amb la seua petició de salutem, pacem et pluviam de coelis.

Encara que en alguna època es van realitzar unes quantes processons en un any, allò més habitual era realitzar una única en el dilluns i dimarts passada la festa de la Santíssima Trinitat. La processó a peu es va mantindre fins a l’any 1968, després es realitzava en vehicles, fins que l’any 2000 es va tornar a recuperar la romeria a peu, passant a celebrar-se el divendres i dissabte, vespra del Corpus Christi. D’esta manera els pelegrins realitzen el trajecte de Culla a sant Joan el divendres i el de tornada el dissabte.

La Rogativa de Culla a Sant Joan de Penyagolosa també forma part del projecte Camins del Penyagolosa, impulsat per la Diputació Provincial de Castelló, perquè es reconeguen els camins de pelegrinatge de l’interior de Castelló com a Patrimoni Mundial de la UNESCO.

(….) Culla, Vistabella, Albocáser y Adsaneta, ocupan los ángulos de una figura romboidal, cuyos lados son de tres á quatro horas. Vistabella es la mas occidental, Albocáser se halla al oriente, y Adsaneta al mediodía: el rio Monleon cruza esta romboide de norueste á sueste formando curvas por entre la multitud de montes que allí encuentra.

Dista Adsaneta del rio Monleon obra de una hora, por un terreno llano y todo cultivado hasta las lomas inmediatas al rio, que están cubiertas de enebro, sabina, coscoxa y varias xaras. Allí se ven las ruinas del puente de Adsaneta, que arrancó el rio en una de sus avenidas….

Atzeneta del Maestrat conserva gran varietat d’espais naturals de gran riquesa i diversitat. Destaquen els camins de l’aigua, rius, barrancs, fonts,….. les aigües dels quals arreplega el riu Montlleó en un sinuós traçat, delimitat per un profund canó que separa les terres de Benafigos. 

En la vora del pont de la carretera de La Torre d’En Besora es troba el pont de fusta, antic pont penjat que salvava el riu des d’una altura considerable i comunicava Atzeneta amb els molins del Montlleó (molí del mas Blanc i molí del Curro). Va ser construït en 1898 pel baró de La Torre Matella.

En el terme municipal queden vestigis de set molins fariners, que aprofitaven l’energia hidràulica de la rambla d’Atzeneta i del Montlleó, comunicats per una singular xarxa de basses i séquies que encara hui es conserva.

Una ruta circular que parteix del nucli urbà d’Atzeneta (senda SL-CV 65.1) discorre per tres termes municipals (Atzeneta del Maestrat, Benafigos i Culla) i ens conduïx fins al llit del Montlleó i als molins de vent de Culla, antigues edificacions per a moldre gra que funcionaven amb la força del vent.

Remuntant el Montlleó, un altre camí ens conduïx al mas de Fumero i al molí dels Ullals on estos brolladors, normalment secs, sorgeixen en períodes de fortes pluges portant les seues aigües fins al riu.

Por lo regular queda seco su largo cauce, y solamente trae agua en tiempo de lluvias.

I després de discórrer pel terme d’Atzeneta del Maestrat, el Montlleó aboca les seues aigües a la rambla de la Viuda, en la pedania de Els Ibarsos, després de deixar-nos un magnífic llegat paisatgístic, històric i cultural.