Xodos, leyendas al pie del Penyagolosa
Bienvenidos a la comarca de l’Alcalatén, en el interior de la provincia de Castellón, caracterizada orográficamente por sus paisajes abruptos, con estrechos valles y emblemáticas montañas como el Peñagolosa que con sus 1.813 metros de altitud es la mayor cima de la provincia y la segunda de la Comunidad Valenciana.
El nombre de la comarca proviene del árabe y significa los dos castillos. Uno de ellos es el histórico castillo de l’Alcalatén, en el monte de San Salvador de l’Alcora y el otro pudiera ser el de Lucena del Cid, aunque sin certeza.
Precisamente con capital en l’Alcora, la comarca engloba a seis municipios con una población total de unos 14.000 habitantes, siendo el más poblado la capital, con más de 10.000, y el de menor Chodos con 117 habitantes en 2023.
El valle del río Lucena es el eje geográfico de la comarca y su centro económico. El principal motor es la industria cerámica, centrada en l’Alcora, Figueroles y Lucena del Cid, seguido de la agricultura de secano (cereales, olivos, algarrobos…) en la que destaca el cultivo de la vid con la que se producen excelentes vinos en Les Useres, muchos de ellos elaborados a partir de cepas autóctonas como Tempranillo, Bonicaire o Macabeu. Por último, la ganadería tiene cierta importancia en las áreas montañosas.
El río Lucena, el más importante de la comarca, nace en el término municipal de Chodos, uno de los municipios con mayor encanto de la zona, situado a 1.063 m de altitud sobre un promontorio calizo y al borde de un precipicio de casi 100 m de altura.
A los pies del Parque Natural del Peñagolosa, la localidad nos invita a perdernos por su casco histórico y su trazado de calles tortuosas y escalonadas, donde encontraremos vestigios de murallas y torres.
De origen árabe, perteneció a la Tenencia de l’Alcalatén y, tras la conquista del territorio por las huestes de Jaime I, Ximén de Urrea le concedió carta puebla a finales del siglo XIII. Posteriormente pasó a manos de los condes de Aranda y al extinguirse esta casa señorial formó parte de la casa ducal de Híjar.
Chodos es también conocido por el paso anual de Els Pelegrins de les Useres, una de las celebraciones religiosas más importantes de la provincia que tiene lugar el último viernes de abril, una peregrinación que cubre una distancia de 35 km entre la localidad de Les Useres y el santuario de San Juan de Peñagolosa.
Pero sin duda, uno de los grandes atractivos de Chodos es su gran riqueza natural, destino ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ya que cuenta con una gran variedad de parajes con paisajes impresionantes y experiencias únicas a través de los caminos del Peñagolosa, de entornos como el Tossal de Marinet, el Bassot del Mas de Blau, el Pou de la Vega o Mas de la Vega, de la imponente presencia de los árboles monumentales resguardados en su territorio, y de lugares secretos como la Cova de Gargán, con muestras de arte rupestre.
No te pierdas…
El Castillo de Chodos, declarado Bien de Interés Cultural, que aún conserva parte de su muralla, torre del homenaje y la torre-portal, conocida como El Callis, construida de mampostería. De estilo medieval militar, el castillo tenía una función defensiva y estaba integrado en una compleja red o sistema de fortificaciones que protegía el valle.
En la Iglesia Parroquial dedicada a San Pedro, de estilo gótico, se encuentra una cruz gótica construida en plata labrada con esmaltes incrustados, así como una imagen de la Virgen con el Niño, de valor considerable, tallada en madera policromada.
El Portal es otro de los lugares de interés, una torre de piedra que constituía una de las entradas al pueblo.
También puedes visitar la ermita de San Juan Bautista, del siglo XIV, o la de San Cristóbal, sobre una colina, el Calvario y el retablo cerámico de San Antonio Abad, uno de los santos más importantes de la zona.
Aprovecha la visita para degustar su gastronomía tradicional, como la Olleta, sus carnes a la brasa, los platos con robellones, el jamón o el perol casero.
En definitiva, viajar a Chodos es un festival para todos los sentidos.
Leyenda del Bou d’Or (el Toro de Oro). (José Soler Carnicer. Leyendas y tradiciones de Castellón)
En la ladera de la montaña del Tossal de Marinet (1.467 m) se abre la cueva de la Roca de l’Àguila, donde tiene lugar una de las leyendas más conocidas de Chodos: la leyenda del Bou d’Or, una versión particular de uno de los mitos más famosos y fascinantes de la Antigua Grecia: el laberinto del Minotauro o incluso el del vellocino de oro (conocido por la historia de Jasón y los argonautas).
Cuenta la leyenda que cuando los musulmanes que ocupaban estas tierras desde hacía varios siglos tuvieron que abandonarlas por el avance cristiano que los iba expulsando de norte a sur, escondieron los objetos de valor que no podían llevarse consigo, pensando que pronto regresarían y podrían recuperarlos.
Eligieron esta cueva para esconder sus tesoros y los enterraron en un escondrijo de esta. Para mayor seguridad encantaron a un joven príncipe bajo la forma de un toro para que fuese su guardián. Así, cuando ellos regresasen desharían el encantamiento y recuperarían sus tesoros.
Como la vuelta de los musulmanes se dilataba en el tiempo, los lugareños intentaron sin éxito romper el sortilegio y cuentan en Chodos que el tesoro sigue a buen recaudo esperando al valiente que lo recupere enfrentándose al temible toro. Ningún habitante de los alrededores ha visto al animal, pero muchos aseguran que sus bramidos se escuchan en las noches de tormenta, aunque otros creen que sólo son las ráfagas de viento que se cuelan en la cueva.
Según la leyenda, para encontrar el tesoro el temerario que lo intente tiene que entrar en la cueva la noche de San Juan, antes de la medianoche, llevando una aguja de coser sacos bien afilada. En el momento en el que entre en la cueva, el toro atacará y el osado tiene que quedarse quieto hasta tener encima a la res y clavarle en el lomo la aguja saquera que lleva como arma. En ese mismo instante, herido de muerte, el toro se convertirá en una estatua de oro puro. Entonces deberá cargar con el toro de oro y salir de la cueva, pero sin mirar atrás en ningún momento ya que, si lo hace, el toro desaparecerá y el esfuerzo habrá sido inútil.
Si consigues superar estas pruebas, el bou d’or será tuyo y podrás buscar el resto de los tesoros que se escondieron. Pero, ten en cuenta que la cueva de la Roca de l’Àguila no es la única de la zona y el tesoro custodiado por el bou puede estar en cualquier otra…
Traducció al valencià:
XODOS, LLEGENDES AL PEU DEL PENYAGOLOSA
Benvinguts a la comarca de l’Alcalatén, a l’interior de la província de Castelló, caracteritzada orogràficament pels seus paisatges abruptes, amb estretes valls i emblemàtiques muntanyes com el Penyagolosa que amb els seus 1.813 metres d’altitud és el major cim de la província i el segon de la Comunitat Valenciana.
El nom de la comarca prové de l’àrab i significa els dos castells. Un d’ells és l’històric castell de l’Alcalatén, en la muntanya de San Salvador de l’Alcora i l’altre poguera ser el de Llucena, encara que sense certesa.
Precisament amb capital a l’Alcora, la comarca engloba a sis municipis amb una població total d’uns 14.000 habitants, sent el més poblat la capital, amb més de 10.000, i el de menor Xodos amb 117 habitants en 2023.
La vall del riu Llucena és l’eix geogràfic de la comarca i el seu centre econòmic. El principal motor és la indústria ceràmica, centrada en l’Alcora, Figueroles i Llucena, seguit de l’agricultura de secà (fruiters, oliveres, garroferes…) en la qual destaca el cultiu de la vinya amb la qual es produïxen excel·lents vins a Les Useres, molts d’ells elaborats a partir de ceps autòctons com a Tempranillo, Bonicaire o Macabeu. Finalment, la ramaderia té una certa importància en les àrees muntanyenques.
El riu Llucena, el més important de la comarca, naix en el terme municipal de Xodos, un dels municipis amb major encant de la zona, situat a 1.063 m d’altitud sobre un promontori calcari i a la vora d’un precipici de quasi 100 m d’altura.
Als peus del Parc Natural del Penyagolosa, la localitat ens convida a perdre’ns pel seu centre històric i el seu traçat de carrers tortuosos i escalonats, on trobarem vestigis de muralles i torres.
D’origen àrab, va pertànyer a la Tinença de l’Alcalatén i, després de la conquesta del territori per les hosts de Jaume I, Ximén de Urrea li va concedir carta de poblament a la fi del segle XIII. Posteriorment va passar a les mans dels comtes d’Aranda i en extingir-se esta casa senyorial va formar part de la casa ducal de Híjar.
Xodos és també molt conegut pel pas anual de Els Pelegrins de les Useres, una de les celebracions religioses més importants de la província que té lloc l’últim divendres d’abril. Una peregrinació que cobrix una distància de 35 km entre la localitat de Les Useres i el santuari de Sant Joan de Penyagolosa.
Però sens dubte, un dels grans atractius de Xodos és la seua gran riquesa natural, destí ideal per als amants de la naturalesa i el senderisme, ja que compta amb una gran varietat de paratges amb paisatges impressionants i experiències úniques a través dels camins del Penyagolosa, d’entorns com el Tossal de Marinet, el Bassot del Mas de Blau, el Pou de la Vega o Mas de la Vega, de la imponent presencia dels arbres monumentals resguardats al territori i de llocs secrets com la Cova de Gargán, amb mostres d’art rupestre.
No et perdes…
El Castell de Xodos, declarat Bé d’Interés Cultural, que encara conserva part de la seua muralla, torre de l’homenatge i la torre-portal, coneguda com El Callis, construïda de maçoneria. D’estil medieval militar, el castell tenia una funció defensiva i estava integrat en una complexa xarxa o sistema de fortificacions que protegia la vall.
A l’Església Parroquial dedicada a Sant Pere, d’estil gòtic, es troba una creu gòtica construïda en plata llaurada amb esmalts incrustats, així com una imatge de la Verge amb el Xiquet, de valor considerable, tallada en fusta policromada.
El Portal és un altre dels llocs d’Interés, una torre de pedra que constituïa una de les entrades al poble.
També pots visitar l‘ermita de Sant Joan Baptista, del segle XIV, o la de Sant Cristòfol, sobre un pujol, el Calvari i el retaule ceràmic de sant Antoni Abat, un dels sants més importants de la zona.
Aprofita la visita per a degustar la seua gastronomia tradicional, com l’Olleta, les seues carns a la brasa, els plats amb rovellons, el pernil o el perol casolà.
En definitiva, viatjar a Xodos és un festival per a tots els sentits.
Llegenda del Bou d’Or. (José Soler Carnicer. Llegendes i tradicions de Castelló)
En el vessant de la muntanya del Tossal de Marinet (1.467 m) s’obri la cova de la Roca de l’Àguila, on té lloc una de les llegendes més conegudes de Xodos: la llegenda del Bou d’Or, una versió particular d’un dels mites més famosos i fascinants de l’Antiga Grècia: el laberint del Minotaure o fins i tot el del vellocino d’or (conegut per la història de Jason i els argonautes).
Compte la llegenda que quan els musulmans que ocupaven estes terres des de feia diversos segles van haver d’abandonar-les per l’avanç cristià que els anava expulsant de nord a sud, van amagar els objectes de valor que no podien emportar-se amb si, pensant que prompte tornarien i podrien recuperar-los.
Van triar esta cova per a amagar els seus tresors i els van enterrar-hi en un amagatall. Per a major seguretat van encantar a un jove príncep sota la forma d’un bou perquè fora el seu guardià. Així, quan ells tornaren desfarien l’encantament i recuperarien els seus tresors.
Com la tornada dels musulmans es dilatava en el temps, els vilatans van intentar sense èxit trencar el sortilegi i compten a Xodos que el tresor continua en lloc segur esperant al valent que el recupere enfrontant-se al temible bou. Cap habitant dels voltants ha vist a l’animal, però molts asseguren que els seus brams s’escolten en les nits de tempesta, encara que uns altres creuen que només són les ràfegues de vent que es colen en la cova.
Segons la llegenda, per a trobar el tresor el temerari que ho intente ha d’entrar en la cova la nit de Sant Joan, abans de la mitjanit, portant una agulla de cosir sacs ben esmolada. En el moment que entre en la cova, el bou atacarà i l’agosarat ha de quedar-se quiet fins a tindre damunt al bou i clavar-li en el llom l’agulla saquera que porta com a arma. En eixe mateix instant, ferit de mort, l’animal es convertirà en una estàtua d’or pur. Llavors haurà de carregar amb el bou d’or i eixir de la cova, però sense mirar arrere en cap moment ja que, si ho fa, el bou desapareixerà i l’esforç haurà sigut inútil.
Si aconseguixes superar estes proves, el bou d’or serà teu i podràs buscar la resta dels tresors que es van amagar. Però, tingues en compte que la cova de la Roca de l’Àguila no és l’única de la zona i el tresor custodiat pel bou pot estar en qualsevol altra…