Fiestas de agosto para no perderse

Fiestas de agosto para no perderse

Agosto es, por antonomasia, el mes de las fiestas locales y patronales casi en cualquier pueblo de nuestras comarcas, coincidiendo no sólo con el santoral, sino también con la mayor afluencia de quienes regresan de vacaciones o van de turismo.
Las primeras fiestas del mes están dedicadas a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden Dominica, y tienen carácter de romería, como la que celebra Vallibona el primer sábado de agosto en honor a su patrón y a la Asunción de la Virgen.
La peregrinación se dirige al ermitorio de Santo Domingo, un espléndido conjunto monástico construido alrededor de una extensa plaza de factura cuadrada, con un pozo central y pavimento de losas de barro y en un precioso entorno natural.
Según algunas fuentes la ermita data del siglo XIII, época en la que ya aparece documentada la devoción a Santo Domingo en Vallibona, si bien otras atribuyen su construcción a San Vicente Ferrer. Lo cierto es que en su época de esplendor debió ser centro neurálgico de la zona al disponer de diferentes edificios destinados a escuela, y acogida de peregrinos y autoridades. Tras su abandono fue sufriendo un grave deterioro aunque se han acometido diversos trabajos de restauración y rehabilitación gracias a la aportación económica de vecinos de Vallibona.

Ermita de Santo Domingo de Vallibona. Autor, Julio Armelles

Ermita de Santo Domingo de Vallibona. Autor, Julio Armelles

La asunción de la virgen, la virgen de agosto, la virgen dormida…

Según el libro apócrifo De Transitu Mariae los apóstoles establecieron tres conmemoraciones de la Virgen: el 25 de enero (de seminibus) para obtener una buena siembra, el 15 de mayo (ad aristas) para una buena cosecha y el 15 de agosto (pro vitibus) para una buena vendimia; hecho que se puede interpretar como la cristianización de ancestrales festividades paganas.
Fue el emperador Mauricio quien extendió la fiesta del 15 de agosto a todo el imperio, comenzando a denominarse de la Asunción en el siglo VIII. Y ya Jaime I el Conquistador ordenó erigir templos con esta advocación por todas las tierras conquistadas del reino de Valencia, dedicándole más de 2.000 iglesias.
En Castellón ciudad la fiesta está datada desde 1378 y consta también como muy antigua en Morella y Segorbe, y en general en aquellas localidades cuya iglesia mayor está dedicada a esta Virgen, como en Cinctorres, Jérica, Sant Mateu o Villafranca del Cid.
Al margen de los actos religiosos, con solemnes misas y procesiones, la fiesta profana estaba protagonizada por bailes populares, como aún ocurre en les Coves de Vinromà, con la ejecución del ancestral Ball del Pla en la plaza, tras la procesión de la Mare de Déu dormideta. O las danzas de barril de Portell de Morella y otras localidades del interior.
También eran comunes las piñatas, las chocolatadas para los niños, los juegos, y concursos que solían tener por premio un pato bien cebado.

Ball Pla de Casats i Ball Pla de Fadrins. Sant Mateu. Autora, Lorena Moliner Esteller

Ball Pla de Casats i Ball Pla de Fadrins. Sant Mateu. Autora, Lorena Moliner Esteller

En Castellón, a partir del siglo XIX con el nacimiento del veraneo, se unen las fiestas de la Asunción y San Roque, patrón de la ciudad por su protección contra la peste, y se prolonga otro día más con la festa del gos (La Mare de Déu, Sant Roc i el gos). Junto a los actos religiosos en la ermita de Sant Roc de Canet, se popularizan las salidas de la ciudad; hacia masías y villas la clase más pudiente, y hacia el Pinar del Grau, la playa o la marjal, los menos adinerados, y se instaura la tradición lúdica del mos quedem: familias y vecinos se reúnen para organizar comidas, caragolades, meriendas y cenas con verbenas, juegos, concursos de disfraces,… bajo un techo adornado de gallardetes y farolillos de meló d’alger y durmiendo muchas veces en rústicas tiendas de campaña hechas con palos y sábanas viejas.
La vieja tradición se fue trasladando, con mayor o menor intensidad, a los apartamentos, villas, masets y alquerías donde aún se mantuvo, modernizada, hasta principios de la década de los 80. Tras un periodo de olvido, hoy muchos vecinos de Castellón y otras localidades costeras están recuperándola de nuevo.
Como culminación de la fiesta de la Asunción nació el teatro asuncionista, del que el Misteri d’Elx es su máxima expresión y la única que pervive. Castellón también tuvo su propia representación que, recuperada de los antiguos textos, fue puesta en escena de nuevo con motivo de la celebración del 75 aniversario de la coronación de la Mare de Déu del Lledó.

Dansa Guerrera de Todolella. Autor, Ajuntament de Todolella

Dansa Guerrera de Todolella. Autor, Ajuntament de Todolella

Ya en tránsito hacia el otoño se festeja San Bartolomé, santo predilecto de los templarios, en numerosas poblaciones: La Todolella, Herbés, Atzeneta del Maestrat, La Torre d’en Besora, Benicarló, La Jana, etc. Tiene ermitas en Vistabella, de estilo gótico y hoy en ruinas, en Villahermosa, impresionante y reconstruida en el XVIII y en Viver.
Cada seis años una de las fiestas más multitudinarias en agosto es el Sexenni de Morella en honor a su patrona, la Virgen de la Vallivana. Según documentos del siglo XV, en el lugar en que hoy se encuentra el santuario de la Vallibana, a 24 k de Morella, hubo una antigua ermita construida en el sitio en que la virgen se apareció a un pastor.
A mediados del siglo XVII sequía, hambre y peste asolaron la comarca y diezmaron la población por lo que, ante tanta calamidad, los morellanos trasladaron la imagen de la Vallibana a la ciudad para invocar su protección y desfilaban con ella por las calles para que sanasen los enfermos. A principios de 1673 la epidemia desapareció y los vecinos, atribuyéndolo a la intercesión de la Virgen, solicitaron a las autoridades la celebración de una fiesta solemne en agradecimiento lo que se decidió hacer con un novenario cada seis años. Y así comenzó el primer sexenni en 1678, un juramento de Voto sólo interrumpido por la guerra de sucesión y la invasión napoleónica que se seguirá cumpliendo en 2018, 2024, 2030…
La fiesta se celebra durante la segunda quincena de agosto y su organización es gremial: cada gremio organiza uno de los días y contribuye a sufragar los gastos generales. Rogativa, traslado de la Virgen, desfiles de Retaules en los que se muestran diversas tradiciones culturales, y las danzas del Sexenio, únicas y de origen muy antiguo, son los ingredientes principales de esta popular y esperada conmemoración.
Un año antes del Sexenio, Morella celebra L’Anunci, la llamada a sus fiestas, el cuarto domingo del mes de agosto. Las calles se engalanan con adornos y tapices hechos artesanalmente con papel rizado, convirtiendo la ciudad en un exposición de gran belleza y colorido, y con los Ninots, muñecos confeccionados por los vecinos que representan con humor aspectos cotidianos de la vida morellana. Destacan Els Volantins, tres muñecos que cuelgan de un tronco atravesado en la calle desde los balcones y que bailan al son de la música de los desfiles de carrozas en los que el confeti es el protagonista de una colorida y entusiasta batalla.

Sexenni de Morella. Autor, Florentin Carrascosa

Sexenni de Morella. Autor, Tony Tirado

______________________________________
Traducció al valencià:

Festes i tradicions a l’agost

Agost és, per antonomàsia, el mes de les festes locals i patronals quasi en qualsevol poble de les nostres comarques, coincidint no sols amb el santoral, sinó també amb la major afluència dels que tornen de vacacions o van de turisme.
Les primeres festes del mes estan dedicades a Santo Domingo de Guzmán, fundador de l’Orde Dominica, i tenen caràcter de romeria, com la que celebra Vallibona el primer dissabte d’agost en honor al seu patró i a l’Assumpció de la Mare de Déu.
El pelegrinatge es dirigix a l’ermitori de Sant Domènec, un esplèndid conjunt monàstic construït al voltant d’una extensa plaça de factura quadrada, amb un pou central i paviment de lloses de fang, en un preciós entorn natural.
Segons algunes fonts, pareix que l’ermita data del segle XIII, època en què ja apareix documentada la devoció a San Domingo a Vallibona, si bé altres atribuïxen la seua construcció a Sant Vicent Ferrer. La veritat és que en la seua època d’esplendor deguera ser centre neuràlgic de la zona al disposar de diferents edificis destinats a escola, i acollida de pelegrins i autoritats. Després del seu abandó va patir un greu deteriorament encara que s’han escomés diversos treballs de restauració i rehabilitació gràcies a l’aportació econòmica de veïns de Vallibona.

L’assumpció de la mare de déu, la mare de déu d’agost, la mare de déu dormida, la mare de déu gitada…

Segons el llibre apòcrif De Transitu Mariae els apòstols van establir tres commemoracions de la Mare de Déu: el 25 de gener (de seminibus) per a obtindre una bona sembra, el 15 de maig (ad arestes) per a una bona collita i el 15 d’agost (pro vitibus) per a una bona verema; fet que es pot interpretar com la cristianització d’ancestrals festivitats paganes.
Va ser l’emperador Mauricio qui va estendre la festa del 15 d’agost a tot l’imperi, començant a denominar-se de l’Assumpció en el segle VIII. I Jaume I el Conqueridor ja va ordenar erigir temples amb esta advocació per totes les terres conquistades del regne de València, dedicant-li més de 2.000 esglésies.
A Castelló ciutat la festa està datada des de 1378 i consta també com molt antiga en Morella i Segorbe, i en general en aquelles localitats l’església major de les quals està dedicada a esta Mare de Déu, com a Cinctorres, Jérica, Sant Mateu o Vilafranca.
Al marge dels actes religiosos, amb solemnes misses i processons, la festa profana estava protagonitzada per balls populars, com encara ocorre en les Coves de Vinromà, amb l’execució de l’ancestral Ball del Pla en la plaça, després de la processó de la Mare de Déu dormideta. O les danses de barril de Portell de Morella i altres localitats de l’interior.
També eren comuns les pinyates, les xocolatades per als xiquets, els jocs, i concursos que solien tindre per premi un ànec ben encebat.
A Castelló, a partir del segle XIX amb el naixement de l’estiueig, s’unixen les festes de l’Assumpció i Sant Roc, patró de la ciutat per la seua protecció contra la pesta, i es prolonga un altre dia més amb la festa del gos (La Mare de Déu, Sant Roc i el gos). Junt amb els actes religiosos en l’ermita de Sant Roc de Canet, es popularitzen les eixides de la ciutat; cap a masies i vil·les la classe més benestant, i cap al Pinar del Grau, la platja o la marjal, els menys adinerats, i s’instaura la tradició lúdica del mos quedem: famílies i veïns es reunixen per a organitzar dinars, caragolades, berenars i sopars amb revetlles, jocs, trencaperols, concursos de disfresses,… davall un sostre adornat de gallardets i fanalets de meló d’Alger, i dormint moltes vegades en rústegues tendes de campanya fetes amb pals i llençols vells.
La vella tradició se va anar traslladant, amb major o menor intensitat, als apartaments, vil·les, masets i alqueries on encara es va mantindre, modernitzada, fins principis de la dècada dels 80. Després d’un període d’oblit, hui molts veïns de Castelló i altres localitats costaneres estan recuperant-la de nou.
Com a culminació de la festa de l’Assumpció va nàixer el teatre assumpcionista, del que el Misteri d’Elx és la seua màxima expressió i l’única que perviu. Castelló també va tindre la seua pròpia representació que, recuperada dels antics textos, va ser posada en escena de nou amb motiu de la celebració del 75 aniversari de la coronació de la Mare de Déu del Lledó.
Ja en trànsit cap a la tardor es festeja Sant Bartomeu, sant predilecte dels templers, en nombroses poblacions: La Todolella, Herbés, Atzeneta del Maestrat, La Torre d’en Besora, Benicarló, La Jana, etc. Té dedicades ermites a Vistabella, d’estil gòtic i hui en ruïnes, a Villahermosa, impressionant i reconstruïda en el XVIII, i a Viver.
Cada sis anys una de les festes més multitudinàries a l’agost és el Sexenni de Morella en honor a la seua patrona, la Mare de Déu de la Vallivana. Segons documents del segle XV, en l’indret on hui es troba el santuari de la Vallibana, a 24 k de Morella, va haver-hi una antiga ermita construïda en el lloc en què la verge es va aparéixer a un pastor.
A mitjan segle XVII sequera, fam i pesta van assolar la comarca i van delmar la població pel que, davant de tanta calamitat, els morellans van traslladar la imatge de la Vallibana a la ciutat per a invocar la seua protecció, i desfilaven amb ella pels carrers perquè curaren els malalts. A principis de 1673 l’epidèmia va desaparéixer i els veïns, atribuint-ho a la intercessió de la Mare de Déu, van sol·licitar a les autoritats la celebració d’una festa solemne en agraïment, el que es va decidir fer amb un novenari cada sis anys. I així va començar el primer sexenni en 1678, un jurament de Vot només interromput per la guerra de successió i la invasió napoleònica que es continuarà complint al 2018.
La festa se celebra durant la segona quinzena d’agost i la seua organització és gremial: cada gremi organitza un dels dies i contribuïx a sufragar els gastos generals. Romeria, trasllat de la Mare de Déu, desfilades de Retaules en què es mostren diverses tradicions culturals, i les danses del Sexenni, úniques i d’origen molt antic, són els ingredients principals d’esta popular i esperada commemoració.
Un any abans del Sexenni, també a l’agost, Morella celebra l’Anunci, la crida a les seues festes. Els carrers es guarnixen amb adorns i tapissos fets artesanalment amb paper arrissat, convertint la ciutat en un exposició de gran bellesa i colorit, i amb els Ninots, confeccionats pels veïns, que representen amb humor aspectes quotidians de la vida morellana. Destaquen Els Volantins, tres ninos que pengen d’un tronc travessat en el carrer des dels balcons i que ballen al so de la música de les desfilades de carrosses en què el confeti és el protagonista d’una acolorida i entusiasta batalla.

____________________________
Fotografía de portada: Els Volantins. Autor, Club 32 Actividades con niños
____________________________