Danza guerrera Todolella Castellón Comunidad Valenciana

La Dansa Guerrera de Todolella

En la comarca de Els Ports, remontando el curso del río Cantavieja, un tropel de casas blanqueadas nos recibe apretujadas bajo la mole del viejo castillo asentado sobre la colina. Todolella, una pequeña localidad de no más de 140 habitantes, conserva la pátina histórica y en su acervo cultural una danza guerrera de la más rancia tradición hispana. Danza que semeja una incógnita en su conjunto, casi un entresijo de maravillosos movimientos y actos que se engarzarían en alguna representación más completa en su origen, posiblemente sacro.
La Dansa Guerrera, emblema por excelencia de la Todolella, es de origen incierto dada la escasez de referencias documentales pero sin duda antigua si se analizan los tempos de sus temas musicales que parecen vinculados a la música cortesana española de los siglos XVI o XVII. “El villano”, uno de sus temas, aparece en el siglo XVI, según el musicólogo García Matos; y en la literatura cervantina o de Lope de Vega se encuentran frecuentes alusiones a él. Es pues sorprendente su aparición en un pueblo donde el único que podía tener cierta cultura cortesana sería el señor feudal del castillo.
Aunque hubo un tiempo en que estuvo en peligro de desaparecer, el arduo trabajo de diversos estudiosos de recopilación de la tradición oral y escrita ha permitido su conservación en todo su esplendor.

TodolellaVista de La Todolella. Autor, Ernesto Ordaz Juan

Danza Guerrera de La TodolellaDanza Guerrera de La Todolella. Autor, Marisa Tresco

Cada agosto, el domingo de las fiestas patronales del pueblo, dedicadas a San Bartolomé y San Redento, a las seis de la tarde, se reúnen en la plaza mayor dieciséis danzantes acompañados de dolçaina y tabalet. Visten pantalón negro de paño, al estilo aragonés, enagua blanca con puntillas, falda azul con adornos de oro encima y un delantal carmesí. Llevan un chaleco cruzado con botones metálicos, y sobre él una guerrera roja que se abre por la cintura en forma de faldellín con cortes. En su cabeza lucen un pañuelo valenciano en “farol” y calzan las típicas alpargatas valencianas con cintas negras.
Un galán, un ángel, un pastor y el amo, y un pícaro gracioso son algunos de los personajes danzantes que entre himnos de glorias, loanzas y alegatos, ingeniosas jocosidades, y retablos poéticos al son de la dolçaina y el tabalet, mueven y mantienen a los espectadores en vilo.

¡Eha!, deteneos
pues en aqueste día “Bato”
teniendo paciencia mucha
porque es fuerza que el criado
esté también en la fiesta,
que creo nunca se ha hallado,
y la juventud ahora
la diversión va buscando
y así las paces se haga,
y lo sea de contado,
para que a guardar se vaya
estando esto acabado

El pícaro, que no podía faltar en un retablo escénico se presenta así:

Aguárdenme camaradas
porque les falta pepino
regalado en ensalada
y en el campo endurecido.
Díganme, ¿qué por ventura
ha de haber algún bautizo
en esta tarde, que están de risa
hasta los cocodrilos?
¿Ha de haber alguna novia
o se desposa algún viudo
de los que están escuchando
y rabian por conseguirlo?
¿Acaso se pone monja
alguna de San Francisco?
pues hay muy pocas que tengan
afición a lo que he dicho.
Pues, ¿díganme qué será
que tanta gente ha acudido?

Dansa Guerrera de La TodolellaDansa Guerrera de La Todolella. Autor, Marisa Tresco

Castillo de TodolellaCastillo de Todolella

La Dansa Guerrera abunda en movimientos, 11 en total: el ballet es el que abre el baile, acompasado, elegante, con repique de castañuelas, que bien puede significar la fiesta de despedida de los guerreros que parten a la guerra; los que siguen son ya de lucha. Se interpretan con palos que chocan una y otra vez, por arriba y por abajo, cruzándose en aspa. Son los movimientos de Villanos per baix, Quintaro o Títaro, Ball nou y Villanos per dalt.

Ya en pleno combate simulado, los guerreros atacan con espadas y se defienden con el pau, especie de escudo circular de pequeñas proporciones, similar a la tapa de una olla, que se sujeta por un asa. Estos paus chocan unos contra otros, y producen un chasquido seco y rítmico, que le confiere al baile un magnífico realismo.

El público aplaude enardecido el arte de los bailarines, maduros hombres de una tierra agreste cuyo temple se forjó en continuos combates librados con el azadón o con las armas a lo largo de una historia bien poco tranquila.

Els guerrers de la Todolella simbolizan toda una ósmosis de hombres y tierra, de ayer y de hoy, de dolor y de penas. Una escritora madrileña, al ver bailar a estos hombres, vigorosos y recios, que lo hacen como si de un rito sagrado se tratara, dijo que era “como la continuidad fundamental de un pueblo que repite remotos ademanes por los que clama su identidad con sus muertos”.

Virgilio ser quisiera en lo elegante
o imitar a Cicerón en lo estudiante;
a un Ovidio, Nebrija y Calepino,
en aqueste tan célebre camino,
pues con sus elegancias y disfraces
llenasen hoy mis versos incapaces
de tanta ciencia como ya tuvieran
en tanto que en el mundo lo adquiriera…

dansa guerrera TodolellaDansa Guerrera de La Todolella. Autor, Vicente Sorribes Miralles


Traducció al valencià:

La Dansa Guerrera de la Todolella

En la comarca dels Ports, remuntant el curs del riu Cantavieja, un tropell de cases blanquejades ens rep apinyades davall la mola del vell castell assentat sobre el tossal. La Todolella, una xicoteta localitat de no més de 140 habitants, conserva la pàtina històrica i en el seu patrimoni cultural una dansa guerrera de la més rància tradició hispana. Dansa que sembla una incògnita en el seu conjunt, quasi un amagatall de meravellosos moviments i actes que s’encastarien en alguna representació més completa en el seu origen, possiblement sacre.
La Dansa Guerrera, emblema per excel·lència de la Todolella, és d’origen incert, donada l’escassetat de referències documentals, però sens dubte antic si s’analitzen els tempos dels seus temes musicals que pareixen vinculats a la música cortesana espanyola dels segles XVI o XVII. El villano, un dels seus temes, apareix en el segle XVI, segons el musicòleg García Matos i en la literatura cervantina o de Lope de Vega s’hi troben freqüents al·lusions. És per tant sorprenent la seua aparició en un poble on l’únic que podia tindre una certa cultura cortesana seria el senyor feudal del castell.
Encara que va haver-hi un temps en què la dansa guerrera va estar en perill de desaparéixer, l’ardu treball de diversos estudiosos per recopilar la tradició oral i escrita ha permés conservar-la en tota la seua esplendor.
Cada agost, el diumenge de les festes patronals del poble, dedicades a Sant Bartomeu i Sant Redento, a les sis de la vesprada, es reuneixen en la plaça major setze dansaires acompanyats de dolçaina i tabalet. Vesteixen pantaló negre de drap, a l’estil aragonès, enaigua blanca amb randes, falda blava amb adorns d’or damunt i un davantal carmesí. Porten un jupetí creuat amb botons metàl·lics, i a sobre una guerrera roja que s’obri per la cintura en forma de faldellí amb talls. Al cap lluïxen un mocador valencià en fanal i calcen les típiques espardenyes valencianes amb cintes negres
Un galant, un àngel, un pastor i l’amo, i un guilopo graciós són alguns dels personatges dansaires que entre himnes de glòries, lloances i al·legats, enginyoses jocositats, i retaules poètics al so de la dolçaina i el tabalet, mouen i mantenen als espectadors en suspens.

¡Eha!, deteneos
pues en aqueste día “Bato”
teniendo paciencia mucha
porque es fuerza que el criado
esté también en la fiesta,
que creo nunca se ha hallado,
y la juventud ahora
la diversión va buscando
y así las paces se haga,
y lo sea de contado,
para que a guardar se vaya
estando esto acabado.

El guilopo, que no podia faltar en un retaule escènic es presenta així:

Aguárdenme camaradas
porque les falta pepino
regalado en ensalada
y en el campo endurecido.
Díganme, ¿qué por ventura
ha de haber algún bautizo
en esta tarde, que están de risa
hasta los cocodrilos?
¿Ha de haber alguna novia
o se desposa algún viudo
de los que están escuchando
y rabian por conseguirlo?
¿Acaso se pone monja
alguna de San Francisco?
pues hay muy pocas que tengan
afición a lo que he dicho.
Pues, ¿díganme qué será
que tanta gente ha acudido?

La Dansa Guerrera abunda en moviments, 11 en total: el ballet és el que obri el ball, compassat, elegant, amb repicament de castanyoles, que bé pot significar la festa d’acomiadament dels guerrers que partixen a la guerra; els que seguixen són ja de lluita. S’interpreten amb pals que xoquen una vegada i una altra, per dalt i per baix, encreuant-se en aspa. Són els moviments de Villanos per baix, Quintaro o Títaro, Ball nou i Villanos per dalt.
Ja en ple combat simulat, els guerrers ataquen amb espases i es defenen amb el pau, espècie d’escut circular de xicotetes proporcions, semblant a la tapa d’una olla, que se subjecta per un ansa. Estos paus xoquen uns contra altres, i produïxen un esclafit sec i rítmic, que li confereix al ball un magnífic realisme.
El públic aplaudeix enardit l’art dels ballarins, madurs hòmens d’una terra agresta el tremp dels quals es va forjar en continus combats lliurats amb l’aixadella o amb les armes al llarg d’una història ben poc tranquil·la.
Els guerrers de la Todolella simbolitzen tota una osmosi d’hòmens i terra, d’ahir i de hui, de dolor i de penes. Una escriptora madrilenya, al veure ballar a estos hòmens, vigorosos i robustos, que ho fan com si d’un ritu sagrat es tractara, va dir que era “como la continuidad fundamental de un pueblo que repite remotos ademanes por los que clama su identidad con sus muertos”.

Virgilio ser quisiera en lo elegante
o imitar a Cicerón en lo estudiante;
a un Ovidio, Nebrija y Calepino,
en aqueste tan célebre camino,
pues con sus elegancias y disfraces
llenasen hoy mis versos incapaces
de tanta ciencia como ya tuvieran
en tanto que en el mundo lo adquiriera…