Vestigios de las alquerías musulmanas en Castellón

Vestigios de las alquerías musulmanas en Castellón

Las alquerías musulmanas eran asentamientos rurales diseminados que formaban la red de organización de la población andalusí.

La palabra alquería deriva del término árabe QARYA que hace referencia a un grupo más o menos numeroso de casas, ocupadas por familias pertenecientes al mismo grupo tribal o patrilineal y que incluían un espacio agrícola/ganadero explotado de manera autónoma por la población que residía en ellas, tributando a la correspondiente alcazaba.

El territorio de cada alquería se dividía en tierras apropiadas, mamluka, exclusivas de cada familia, y no apropiadas, mubaha, que incluían las comunales, harim, y las muertas, mawat. Estos núcleos autosuficientes se distribuían alrededor de las principales vías de comunicación y de espacios hídricos como ríos, fuentes o manantiales y podían ser de gran tamaño, incluyendo hornos, graneros, molinos, etc.

Para asegurar su defensa, muchas de ellas estaban fortificadas con empalizadas, muros de tapial y torres de defensa.

Tras la reconquista y expulsión de los musulmanes, muchas de las alquerías desaparecieron, fueron totalmente transformadas, o se convirtieron en germen de núcleos urbanos, por lo que actualmente quedan muy pocos vestigios de su pasado.

Los siguientes monumentos son una muestra del legado de aquella forma de vida medieval, la mayor parte de ellos declarados en la actualidad Bien de Interés Cultural.

 

MASÍA FORTIFICADA TORRE DE LA REGENTA, Alquerías del Niño Perdido

Ubicada en el límite de su término municipal con el de Borriana, algunos autores consideran que la Regenta es una antigua alquería y torre medieval, que se conocía como Bonastre y que, según referencias documentales a partir de 1482, era una alquería o casal con almazara y propiedad de los musulmanes pese a las condiciones impuestas por el concejo municipal de Vila-real de que debería ser establecimiento cristiano.

La torre tuvo diversos propietarios a lo largo de la historia, hasta que en el siglo XVI fue propiedad del regente del Supremo Consejo de Aragón, Juan de Sentís y heredada por su esposa, conocida como La Regenta de donde proviene su nombre.

Actualmente, la masía, entre campos de naranjos, es un conjunto de edificios contiguos, distribuidos en torno a tres patios, entre los cuales destaca, la torre medieval que da nombre a la masía y que formaría parte del sistema defensivo de Borriana.

Es una torre de planta cuadrada con una altura de 11,10 metros y dispone de planta baja, dos pisos altos con saeteras y terraza almenada. Durante el siglo XVII, al utilizarse como torre vivienda agrícola, sufrió grandes transformaciones y fue rehabilitada en 1967, eliminándose un palomar que ocultaba sus almenas.

 

ALQUERÍA DE CARABONA, Borriana

Durante la época musulmana Burriana fue la ciudad más importante al norte de Valencia, y recibía el nombre de ‘Medina Alhandra’ (Ciudad Verde).

Fue conquistada por las tropas del Cid en el año 1087 pero volvió a manos musulmanas hasta que Jaime I la conquistó definitivamente en el año 1233, tras un asedio de dos meses. Esta conquista se considera momento clave del comienzo de la reconquista del Reino.

La alquería musulmana de Carabona, fue el principal núcleo habitado del término, anterior a la Reconquista, y se extendía en faja desde el mar a la montaña. El llamado Braç de Carabona era la acequia que surtía de agua a esta populosa alquería y que aún hoy riega sus tierras.

Dentro de su propio territorio se hallaban las pedanías de Alcaramit, Alcaula, Binanufeil, Binalchateni, Alcosayba, Benixoula i Còria, según consta en carta de donación hecha por el rey Jaume I a los hermanos Leonardo i Juan d’Ager en 1219, donde aparece con su nombre original, Alberg. Esta donación nunca se hizo efectiva, porque en el asedio de Borriana de 1233, el propio rey donaba Carabona a la Orden Militar de San Jorge de Alfama.

Carabona estaba originalmente fortificada como estructura defensiva de las unidades dispersas de aprovechamiento agrícola fuera del núcleo urbano amurallado. Su torre, del siglo XIII, situada al lado del camino del Palmerar, es de planta rectangular y compuesta de planta baja y dos pisos, con una altura de 9,20 m, aunque parece que la torre primitiva pudo ser de menor entidad.

También disponía de troneras que hoy se encuentran cegadas en su interior.

Tras la repoblación cristiana, fue ocupada y modificada, aunque aún muestra claramente su factura medieval.

 

MASÍA FORTIFICADA TORRE CALATRAVA, Borriana

Situada al este de Borriana, entre el río Anna y la carretera al Grao, es un conjunto de edificios, entre terrenos agrícolas, entre los que destaca el inmueble principal, constituido por la antigua alquería del siglo XI.

Construida en forma de L, en una de las esquinas conserva una torre defensiva exenta, la más antigua de todo el término de Burriana y una de las que mejor se han conservado hasta hoy.

Históricamente por donación de D. Jaime I en el año 1233, todas las tierras de la margen derecha del río Anna o riu Sec en Burriana, desde el pueblo al mar, perteneció a la Orden de Calatrava que, en el año 1391, las cedió a Andrés Castellán y su mujer Sancha Jiménez de Lumbiere, de por vida por sus muchos y buenos servicios a esta Orden.

El blasón de los calatravos se guarda en el interior del edificio, pero hasta la restauración de la masía estuvo ubicado en el paramento NO del viejo caserón.

La torre Calatrava presenta planta cuadrada, una altura de casi 17 metros y tres niveles. En la tercera planta, ya exterior, hay un antepecho sin almenas, en cuyo muro de poniente existe una pequeña espadaña para llamar a los jornaleros en caso de peligro, y en el de levante una sencilla gárgola pétrea.

En la actualidad es un hotel que ha preservado muchos de los elementos históricos de la construcción.

 

SANT JAUME DE FADRELL, Castelló de la Plana

En tiempos del dominio musulmán, el término municipal estaba ocupado por unas diez alquerías pobladas, según consta en el Llibre del Repartiment del Regne de València en el que se anotaron los pobladores y su lugar de asentamiento en tiempos inmediatos a la creación de la villa de Castellón: Fadrell, Almalafa, Benirabe, Benihayrén, Benicatol, Binamargo, Benimarhua, Binahut, Binaciet y Teccida, nombres que se conservaron siglos, llegando vivos a la actualidad en algunas de las demarcaciones del término municipal.

El histórico Caminàs, viejo camino prerromano que atraviesa toda la comarca de la Plana de norte a sur, paralelo al mar, centró estos primitivos núcleos de población como eje principal de comunicación de toda el área.

A lo largo del Caminàs y en su intersección con los caminos que bajan al mar, se emplazaban las antiguas alquerías musulmanas, entre las que destacaban Fadrell y Benirabe, escogida en 1251 para fundar la ciudad de Castelló de la Plana.

En sus orígenes, Fadrell, posiblemente ya habitada por los romanos, fue la alquería árabe más grande del término, donde se asentaba un núcleo importante de población.

Tras la conquista del Castell Vell en 1233, Jaume I la donó a la Orden de Calatrava y más tarde a la de Santiago de Uclés que construyó una ermita dedicada a su patrón, Sant Jaume, y un cementerio aún subsistente.

Desde el siglo XIII hasta el XV, la alquería estuvo fortificada, rodeada de murallas, y protegida por una torre cuadrada de la que aún se pueden observar restos junto al patio de la ermita, así como fragmentos de los muros.

La ermita data del siglo XIV y fue transformada durante los siglos XVII y XVIII, conservando en la actualidad el impresionante salón gótico y un retablo medieval gótico, obra del pintor Pere Pertús, único en la ciudad por sus características y época.

 

TORRE DE LA CASOTA, La Vall d’Uixó

La época musulmana en La Vall d’Uixó supuso el establecimiento de doce alquerías alrededor del río Belcaire. Seis de ellas: Benigasló, Alcudia, Benigafull, Zeneja, Benizahat y Zeneta, formaron lo que hoy es la ciudad actual.

Cada una de ellas era independiente y contaba con su propio cementerio y su zona industrial y agrícola.

El resto de las alquerías desaparecieron o dieron origen a otras poblaciones como Alfondeguilla.

La organización política y jurídica de todo el conjunto de alquerías protegidas por el castillo, se establecía a través de un Hins, donde la aljama o representantes de las alquerías garantizaban la seguridad de la vall, dependiente del Amán de València, tal como consta en la Carta Pobla de 1250.

La Torre de la Casota parece que formaba parte de una de las pequeñas alquerías del término.

Está situada en el camino del castillo, en el cruce de vías que van a la fuente de l’Anoueret y el de l’Horteta, por lo que serviría de vigía y de refugio de los habitantes de la alquería. La torre es de planta rectangular y está construida con muros de mampostería de los que sólo permanece una de sus paredes.

En torno a los restos de la alquería se han recuperado numerosos fragmentos de cerámica islámicos que permiten datarla en el siglo XII.

 

TORRE DE BENIZAHAT, La Vall d’Uixó

La torre se encuentra dentro de la población y es el único vestigio visible de la antigua alquería de Benizahat de la que se conocen su necrópolis y un aljibe situados ambos en la actual plaza de la Asunción.

En el Libro del Repartimiento aparece la primera y única referencia escrita sobre Benizahat cuando en el año 1248, diez años después de la rendición de Uixó a Jaime I, éste lo dona a Ramón Despedriz y a su esposa inglesa: A Ramón Despedriz i la vostra esposa Anglesa, la torre o alquería anomenada Binazeit, en el terme d´Uixó i sis jovadas en el millor lloch de la mateixa alquería, 1 de octubre any del Señor 1248.

Se trata de una torre en forma de L compuesta de planta baja y dos plantas superiores, y cubierta inclinada con teja árabe. Acondicionada como vivienda particular, hoy en el interior no se aprecian elementos originales, salvo la escalera de caracol, y sus muros fueron modificados por la apertura de balcones en la primera planta.

 

TORRE DE LA TORRASSA, La Vall d’Uixó

La Torre está datada en el siglo XII y estaba en medio de una de las pequeñas alquerías del término, probablemente Benadalmech o Haraturle.

Se encuentra junto a la carretera de La Vall d´Uixó a La Vilavella, en la partida de La Torrassa, por lo que fue construida para vigilar este camino, además de servir de refugio a la población de la propia alquería. La torre es de planta rectangular y conserva en pie dos de sus paredes y parte de un aljibe adosado a uno de sus lados y del que quedan vestigios de la bóveda de medio punto que lo cubría.

Estaba comunicado con la torre mediante una pequeña obertura por la que se abastecían de agua sus moradores. En las paredes interiores de la torre y del aljibe se observan una serie de símbolos grabados en la piedra, en forma de «A» con una cruz en el ápice, que diversos autores consideran campanas, por lo que debieron grabarse tras la conquista cristiana del valle. (En este enlace podéis ampliar más información sobre esta torre con un interesante artículo de Fernando Nebot Lluch: https://www.exploravall.com/post/31-la-torre-de-la-torrassa-la-vall-d-uix%C3%B3)

En los alrededores de la torre se encuentran restos de la primitiva alquería.

 

MASÍA Y TORRE DE LA CHIRIVILLA, Zucaina

La Masía de la Chirivilla, conocida como Torre Mora en Zucaina, es una antigua alquería musulmana ubicada cerca de la población.

Junto con su torre defensiva están documentadas desde los siglos XIII y XIV, en los que se cita como parte de las propiedades que cambian de manos en los tiempos de la reconquista cristiana.

La masía está constituida por un conjunto de edificaciones para diversos usos. Entre ellas se encuentra la propia torre, que se utilizaba tanto para vigilancia como para la defensa de los pobladores de la masía y de otros núcleos habitados cercanos.

Por los restos puede considerarse probable que toda ella estuviera cercada por una muralla.

De la torre en la actualidad no quedan más que restos de sus basamentos, pero puede decirse que presentaba planta cuadrada y era de fábrica de mampostería con refuerzos en las esquinas a base de sillares.

 


Traducció al valencià:

VESTIGIS DE LES ALQUERIES MUSULMANES A CASTELLÓ

Les alqueries musulmanes eren assentaments rurals disseminats que formaven la xarxa d’organització de la població andalusina.

La paraula alqueria deriva del terme àrab QARYA que fa referència a un grup més o menys nombrós de cases, ocupades per famílies pertanyents al mateix grup tribal o patrilineal i que incloïen un espai agrícola/ramader explotat de manera autònoma per la població que hi residia, tributant a la corresponent alcaçava.

El territori de cada alqueria es dividia en terres apropiades, mamluka, exclusives de cada família, i no apropiades, mubaha, que incloïen les comunals, harim, i les mortes, mawat. Aquests nuclis autosuficients es distribuïen al voltant de les principals vies de comunicació i d’espais hídrics com a rius, fonts o brolladors i podien ser de gran grandària, incloent forns, graners, molins, etc.

Per a assegurar la seu defensa, moltes d’elles estaven fortificades amb empalitzades, murs de tapial i torres de defensa.

Després de la reconquesta i expulsió dels musulmans, moltes de les alqueries van desaparèixer, van ser totalment transformades, o es van convertir en germen de nuclis urbans, per la qual cosa actualment queden molt pocs vestigis del seu passat.

Els següents monuments són una mostra del llegat d’aquella forma de vida medieval, la major part d’ells declarats en l’actualitat Bé d’Interès Cultural.

MASIA FORTIFICADA TORRE DE LA REGENTA, Alquerías del Niño Perdido

Les Alqueries. Situada en el límit del seu terme municipal amb el de Borriana, alguns autors consideren que la Regenta és una antiga alqueria i torre medieval, que es coneixia com a Bonastre i que, segons referències documentals a partir de 1482, era una alqueria o casal amb almàssera i propietat dels musulmans malgrat les condicions imposades pel consell municipal de Vila-real que hauria de ser establiment cristià.

La torre va tindre diversos propietaris al llarg de la història, fins que en el segle XVI va ser propietat del regent del Suprem Consell d’Aragó, Juan de Sentís i heretada per la seua esposa, coneguda com La Regenta d’on prové el seu nom.

Actualment, la masia, entre camps de tarongers, és un conjunt d’edificis contigus, distribuïts entorn de tres patis, entre els quals destaca, la torre medieval que dona nom a la masia i que formaria part del sistema defensiu de Borriana.

És una torre de planta quadrada amb una altura de 11,10 metres i disposa de planta baixa, dos pisos alts amb sageteres i terrassa emmerletada.

Durant el segle XVII, en utilitzar-se com a torre habitatge agrícola, va patir grans transformacions i va ser rehabilitada en 1967, eliminant-se un colomar que ocultava els seus merlets.

ALQUERIA DE CARABONA, Borriana

Durant l’època musulmana Borriana va ser la ciutat més important al nord de València, i rebia el nom de Medina Alhandra (Ciutat Verda).

Va ser conquistada per les tropes del Cid l’any 1087 però va tornar a mans musulmanes fins que Jaume I la va conquistar definitivament l’any 1233, després d’un setge de dos mesos. Aquesta conquesta es considera moment clau del començament de la reconquesta del Regne.

L’alqueria musulmana de Carabona, va ser el principal nucli habitat del terme, anterior a la Reconquesta, i s’estenia en faixa des de la mar a la muntanya. L’anomenat Braç de Carabona era la sèquia que assortia d’aigua a aquesta populosa alqueria i que encara hui rega les seues terres.

Dins del seu propi territori es trobaven les pedanies de Alcaramit, Alcaula, Binanufeil, Binalchateni, Alcosayba, Benixoula i Còria, segons consta en carta de donació feta pel rei Jaume I als germans Leonardo i Juan d’Ager en 1219, on apareix amb el seu nom original, Alberg. Aquesta donació mai es va fer efectiva, perquè en el setge de Borriana de 1233, el propi rei donava Carabona a l’Orde Militar de Sant Jordi d’Alfama.

Carabona estava originalment fortificada com a estructura defensiva de les unitats disperses d’aprofitament agrícola fora del nucli urbà emmurallat.

La seua torre del segle XIII, situada al costat del camí del Palmerar, és de planta rectangular i composta de planta baixa i dos pisos, amb una altura de 9,20 m, encara que sembla que la torre primitiva va ser de menor entitat.

També disposava de troneres que hui es troben encegades en el seu interior.

Després de la repoblació cristiana, va ser ocupada i modificada, si bé encara mostra clarament la seua factura medieval.

MASIA FORTIFICADA TORRE CALATRAVA, Borriana

Situada a l’est de Borriana, entre el riu Anna i la carretera al Grau, és un conjunt d’edificis, entre terrenys agrícoles, entre els quals destaca l’immoble principal, constituït per l’antiga alqueria del segle XI.

Construïda en forma de L, en una de les cantonades conserva una torre defensiva exempta, la més antiga de tot el terme de Borriana i una de les que millor s’han conservat fins hui.

Històricament per donació de Jaume I l’any 1233, totes les terres del marge dret del riu Anna o riu Sec a Borriana, des del poble a la mar, van pertànyer a l’Ordre de Calatrava qui, l’any 1391, les va cedir a Andrés Castellán i la seua dona, Sancha Jiménez de Lumbiere, per a tota la vida pels seus molts i bons serveis a aquesta Ordre.

El blasó dels calatravos es guarda a l’interior de l’edifici però fins a la restauració de la masia va estar situat en el parament NO del vell casalot. La torre Calatrava presenta planta quadrada, una altura de quasi 17 metres i tres nivells.

En la tercera planta, ja exterior, hi ha un ampit sense merlets, en el mur de ponent del qual existeix una xicoteta espadanya per a cridar als jornalers en cas de perill, i en el de llevant una senzilla gàrgola pètria.

En l’actualitat és un hotel que ha preservat molts dels elements històrics de la construcció.

SANT JAUME DE FADRELL, Castelló de la Plana

En temps del domini musulmà, el terme municipal estava ocupat per unes deu alqueries poblades, segons consta en el Llibre del Repartiment del Regne de València en el qual es van anotar els pobladors i el seu lloc d’assentament en temps immediats a la creació de la vila de Castelló: Fadrell, Almalafa, Benirabe, Benihayrén, Benicatol, Binamargo, Benimarhua, Binahut, Binaciet i Teccida, noms que es van conservar segles, arribant vius a l’actualitat en algunes de les partides del terme municipal.

L’històric Caminàs, vell camí preromà que travessa tota la comarca de la Plana de nord a sud, paral·lel a la mar, va centrar aquests primitius nuclis de població com a eix principal de comunicació de tota l’àrea.

Al llarg del Caminàs i en la seua intersecció amb els camins que baixen a la mar, s’emplaçaven les antigues alqueries musulmanes, entre les quals destacaven Fadrell i Benirabe, triada en 1251 per a fundar la ciutat de Castelló de la Plana.

En els seus orígens, Fadrell, possiblement ja habitada pels romans, va ser l’alqueria àrab més gran del terme, on s’assentava un nucli important de població.

Després de la conquesta del Castell Vell en 1233, Jaume I la va donar a l’Ordre de Calatrava i més tard a la de Santiago d’Uclés que va construir una ermita dedicada al seu patró, Sant Jaume, i un cementeri encara subsistent.

Des del segle XIII fins al XV, l’alqueria va estar fortificada, envoltada de muralles, i protegida per una torre quadrada de la qual es poden observar restes al costat del pati de l’ermita, així com fragments dels murs.

L’ermita data del segle XIV i va ser transformada durant els segles XVII i XVIII, conservant en l’actualitat l’impressionant saló gòtic i un retaule medieval gòtic, obra del pintor Pere Pertús, únic a la ciutat per les seues característiques i època.

TORRE DE LA CASOTA, La Vall d’Uixó

L’època musulmana a La Vall d’Uixó va suposar l’establiment de dotze alqueries al voltant del riu Belcaire. Sis d’elles: Benigasló, Alcudia, Benigafull, Zeneja, Benizahat i Zeneta, van formar el que hui és la ciutat actual.

Cadascuna d’elles era independent i comptava amb el seu propi cementeri i la seua zona industrial i agrícola.

La resta de les alqueries van desaparèixer o van donar origen a altres poblacions com Alfondeguilla.

L’organització política i jurídica de tot el conjunt d’alqueries protegides pel castell, s’establia a través d’un Hins, on l’aljama o representants de les alqueries garantien la seguretat de la vall, dependent de l’Amman de València, tal com consta en la Carta Pobla de 1250.

La Torre de la Casota sembla que formava part d’una de les xicotetes alqueries del terme. Està situada en el camí del castell, en l’encreuament de vies que van a la font de l’Anoueret i el de l’Horteta, per la qual cosa serviria de guaita i de refugi dels habitants de l’alqueria.

La torre és de planta rectangular i està construïda amb murs de maçoneria dels quals només roman una de les seues parets.

Entorn de les restes de l’alqueria s’han recuperat nombrosos fragments de ceràmica islàmica que permeten datar-la en el segle XII.

TORRE DE BENIZAHAT, La Vall d’Uixó

La torre es troba dins de la població i és l’únic vestigi visible de l’antiga alqueria de Benizahat de la qual es coneixen la seua necròpoli i un aljub situats tots dos en l’actual plaça de l’Asunción.

En el Llibre del Repartiment apareix la primera i única referència escrita sobre Benizahat quan en l’any 1248, deu anys després de la rendició d’Uixó a Jaume I, aquest ho dona a Ramón Despedriz i a la seua esposa anglesa: A Ramón Despedriz i la vostra esposa Anglesa, la torre o alqueria anomenada Binazeit, en el terme d´Uixó i sis jovadas en el millor lloch de la mateixa alqueria, 1 d’octubre any del Senyor 1248.

Es tracta d’una torre en forma de L composta de planta baixa i dues plantes superiors, i coberta inclinada amb teula àrab. Condicionada com a habitatge particular, hui a l’interior no s’aprecien elements originals, excepte l’escala de caragol, i els seus murs van ser modificats per l’obertura de balcons en la primera planta.

TORRE DE LA TORRASSA, La Vall d’Uixó

La Torre està datada en el segle XII i estava enmig d’una de les xicotetes alqueries del terme, probablement Benadalmech o Haraturle.

Es troba al costat de la carretera de La Vall d’Uixó a La Vilavella, en la partida de la Torrassa, per la qual cosa va ser construïda per a vigilar aquest camí, a més de servir de refugi a la població de la pròpia alqueria.

La torre és de planta rectangular i conserva en peus dues de les seues parets i part d’un aljub adossat a un dels seus costats i del qual queden vestigis de la volta de mig punt que el cobria. Estava comunicat amb la torre mitjançant una xicoteta obertura per la qual es proveïen d’aigua els seus habitants.

En les parets interiors de la torre i de l’aljub s’observen una sèrie de símbols gravats en la pedra, en forma d’A amb una creu en l’àpex, que diversos autors consideren campanes, per la qual cosa degueren gravar-se després de la conquesta cristiana de la vall.

Als voltants de la torre es troben restes de la primitiva alqueria.

MASIA I TORRE DE LA CHIRIVILLA, Zucaina

La Masia de la Chirivilla, coneguda com a Torre Mora a Zucaina, és una antiga alqueria musulmana situada prop de la població.

Juntament amb la seua torre defensiva estan documentades des dels segles XIII i XIV, en els quals se cita com a part de les propietats que canvien de mans en els temps de la reconquesta cristiana.

La masia està constituïda per un conjunt d’edificacions per a diversos usos. Entre elles es troba la pròpia torre, que s’utilitzava tant per a vigilància com per a la defensa dels pobladors de la masia i d’altres nuclis habitats pròxims.

Per les restes pot considerar-se probable que tota ella estiguera voltada per una muralla.

De la torre en l’actualitat no queden més que restes dels seus basaments, però pareix que presentava planta quadrada i era de fàbrica de maçoneria amb reforços a les cantonades a base de carreus


Fotografía de portada: Alquería Sant Vicent. Autor, Laponet