La Cueva Santa de Altura. Leyenda y realidad de un lugar mágico (2ª Parte)

La Cueva Santa de Altura. Leyenda y realidad de un lugar mágico (2ª Parte)

La imagen de la Virgen de la Cueva Santa, objeto de culto y romerías para numerosos pueblos de las proximidades, es un bajo relieve de yeso de aproximadamente 20 cm de alto por 10 de ancho, en cuya parte superior se forma una corona de rayos. La figura representa el rostro anciano de la Virgen María con traje de viuda, sobretoca y manto, con el rostro y el cuello descubiertos. Una de las primeras muestras de su naturaleza milagrosa, a tenor de los creyentes, es que aún siendo de yeso el relieve apenas se ha deslucido con el paso del tiempo. Y esto es así pese a la altísima humedad que deteriora todo objeto de hierro o madera en su interior, donde son constantes las filtraciones a través de la roca caliza.

Mont Mayor. Autor, Wim Schut

Mont Mayor. Autor, Wim Schut

En la leyenda original, se cree que uno de aquellos pastores del monasterio se resguardaría un día dentro de la espaciosa cueva del Latonero, buscando el manantial subterráneo donde hacer abrevar a su ganado. El pastorcillo colocó a la Virgen en un rellano de la roca y allí le rezaba sus oraciones. Pero cuando abandonó la cavidad, por algún extraño motivo no se llevó consigo la imagen regalada por el fraile cartujo, quedando allí olvidada en un rincón.

Interior del santuario. Autor, Francisco Jose Rios

Interior del santuario. Autor, Francisco Jose Rios

Casi cien años tuvieron que pasar (principios del siglo XVI) para que otro pastor, que también utilizaba la cueva como refugio, encontrase la imagen abandonada. Se cuenta que cuando éste ya empezaba a dormitar, vio como se le aparecía la Virgen, que le indicó donde encontrar una imagen suya para que pudiera darle culto. El pastor fue a buscar en el lugar indicado y allí, efectivamente, encontró la Santa Imagen que con posteridad se llamó Virgen de la Cueva Santa. La trascendencia del hallazgo, seguido de otros portentos, fueron atrayendo a muchísimos devotos de la comarca hasta aquella milagrosa oquedad de la montaña. En sus primeros tiempos quedaba bajo el cuidado de voluntariosos ermitaños, pero finalmente se erigió la capilla que con el paso de los lustros se transformó en el actual santuario.

Escultura sobre la Pasión situada en el sendero GR-10. Autor, Peter Cero

Escultura sobre la Pasión situada en el sendero GR-10. Autor, Peter Cero

En realidad, muchos de los hechos milagrosos atribuidos al lugar se deben más bien a la combinación semipagana de la intercesión de la Virgen y las propiedades supuestamente mágicas del manantial, conocido desde antiguo por íberos y musulmanes. De todos es conocida la historia de Juan Monserrate de Jérica y su extraordinaria curación, en 1574, pero lo cierto es que los moriscos ya bajaban mucho antes a lo profundo de la cueva, se postraban ante la imagen y de seguido bebían agua del manantial si su dolencia era interna, o la aplicaban a la piel cuando era externa. Entonces quedaban curados sin más, incluso antes que los cristianos viejos que acudían allí con las mismas dolencias… Tal era la compasión de la Virgen hacia sus hijos cualquiera que fuese la creencia que profesasen.

Continuará…

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Fuente: Planillo Portolés, Jose Ángel«La Cueva Santa: ¿Iniciación, Implantación o Adaptación de un culto?. Boletín Instituto de Cultura Alto Palancia nº 21, pp 57 a 99. (Segorbe, mayo 2013)

Fotografía de portada: Altura y la Sierra de Espadán. Autor, Javier Piris
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