Ferias y fiestas pre navideñas: santa Catalina, san Nicolás, san Andrés y santa Lucía (2ª Parte)

Ferias y fiestas pre navideñas: santa Catalina, san Nicolás, san Andrés y santa Lucía (2ª Parte)

En algunos pueblos aún se celebran ferias por santa Catalina, como la Fira de santa Caterina de Vila-real, conocida también antiguamente como Fira de la longanissa y del pito. La Feria de Santa Catalina es una feria muy apreciada por la gente de Vila-real y de la provincia y, en marzo de 2011, fue declarada oficialmente Fiesta de Interés Turístico Provincial.
Los comienzos de la feria se remontan al siglo XIII, cuando el rey Jaime I concede a Vila-real el permiso de feria, privilegio citado en su Carta Puebla. La villa elige primero el 21 de septiembre, pero después acuerda cambiar la fecha al 11 de noviembre, festividad de san Martín, muy adecuada por ser tiempo de matanza de los cerdos y de elaboración de sus productos derivados. Como en aquel tiempo la feria duraba 15 días, finalizaba el mismo día de la fiesta litúrgica de santa Catalina, el 25 de noviembre y acabó por ser el nombre de la santa su denominación popular.
Por aquel entonces era la única feria que se realizaba durante el año y a ella acudían muchos mercaderes de todas partes por lo que suponía un gran acontecimiento para los vecinos, que podían comprar los objetos más diversos: desde herramientas para el campo a utensilios de cocina, dulces o algún juguete. Acompañaba la feria, diversiones organizadas por el Consejo de la Villa que atraían a numerosos forasteros, convirtiendo la ciudad en una gran fiesta en la que podían participar incluso los bandoleros perseguidos por la justicia que gozaban durante esos días de dispensa, siempre que no delinquieran durante la feria.

1 Retablo de Santa Catalina de Alejandría. Iglesia parroquial de Villahermosa del Río

Retablo de Santa Catalina de Alejandría. Iglesia parroquial de Villahermosa del Río

En el origen de la feria se vendían, entre otros productos de alimentación, todos aquellos derivados de la matanza del cerdo, como las típicas longanizas, más gordas que de ordinario, motivo por el que fue también conocida como la Fira de la llonganissa. Y de aquí la tradición de compartir una comida familiar a base de longanizas de santa Catalina a la brasa.
Después de más de 450 años, el Consejo Municipal derogó la feria de noviembre en 1730, trasladándola a la festividad de san Pascual (septiembre) y reduciéndola a ocho días. De la antigua feria de invierno, solo quedó un mercado dominical, centrado en la venta de frutos secos y de derivados de la matanza del cerdo.
No fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando este mercado de noviembre volvió a revalorizarse y, con el incremento del número de vendedores y de productos, durante un tiempo también fue conocida como la feria del pito o de la mocadorà, pañuelo de seda lleno de dulces y frutos secos que regala el novio o el marido, a la novia o mujer.
Otra de las tradiciones de esta fiesta es la costumbre de fer fira a los niños y l’estrena, el dinero que reciben de sus padrinos y madrinas para comprarse algún juguete o golosina en la feria. Además, los más mayores aseguran que el frío llega cada año con esta festividad, motivo por el que aún hay personas que mantienen la costumbre de estrenar abrigo.
Actualmente se celebra intensamente en un día pero la Feria de santa Catalina se ha podido conservar y ha recuperado su esencia y tradición popular.

2 Feria de Santa Catalina. Autor, Ajuntament de Vila-real

Feria de Santa Catalina. Autor, Ajuntament de Vila-real

“Per sant Andreu, l’oliva al trull posareu” i “Quan arriba sant Andreu, el vi novell ja es pot dir vell”. Cabanes cuenta con una de las ferias agrarias y ganaderas más antiguas de la provincia de Castellón y la Comunidad Valenciana: la Fira de Sant Andreu, antigua Fira del Retorn de santa Catalina y san Andrés.

La reina Germana de Foix, segunda esposa de Fernando el Católico, concedió a la Villa de Cabanes en 1507 el privilegio de realizar dos ferias anuales, de diez días de duración, una a celebrar el segundo domingo de Cuaresma, que ha desaparecido, y otra, que se sigue celebrando y que tiene lugar el último fin de semana de noviembre.

Lo que empezó siendo un encuentro de agricultores para tratar la compra-venta de machos y marcaba el inicio de las fiestas navideñas con la compra de turrones, se ha convertido hoy en día en uno de los principales mercados de maquinaria agrícola y ganadera, artículos forestales y de jardinería, así como productos gastronómicos y artesanales.

3 Hogueras por Santa Lucía. Autor, Dani_vr

Hogueras por Santa Lucía. Autor, Dani_vr

“Per santa Llúcia un pas de puça, i per Nadal, un pas de pardal”. La de santa Llúcia es la última de las grandes fiestas de Adviento y su inmediatez al solsticio de invierno la carga de resonancias mágicas. Se dice, por ejemplo, que si una mujer estéril toma el sol el día 13 en medio de l’Arc de santa Llúcia (Penàguila), se vuelve fértil.
Es festejada en poblaciones como Borriol, Olocau del Rey o Alcalà de Xivert, entre otras.
En Borriol se celebra la Hoguera en honor a Santa Lucía. Tradición que cuenta con casi tres siglos de antigüedad en la que los quintos recogen la leña para hacer la hoguera en la Plaza el Pou.
En Olocau del Rey se celebra la fiesta con bailes, bueyes y varias actividades culturales.
Y Alcalà de Xivert lo festeja con una romería a la ermita de santa Llùcia i sant Benet donde participa la gente de Alcalà y Alcossebre, junto con los que vienen de otros lugares de la comarca. Cuando la festividad no coincide en domingo, se acostumbra a celebrar el domingo siguiente.
La fiesta comienza la víspera, cuando mayorales y grupos de jóvenes se reúnen por la noche, alrededor de numerosas hogueras, para pasar la velada. Al día siguiente se va hasta la ermita, enclavada en la Sierra de Irta, a 312 m de altitud desde dónde la panorámica es espectacular.
Por su estructura, se ha datado su origen en el siglo XVII, aunque parece que fue una torre vigía del siglo XVI de la que quedan algunos restos en la parte posterior del ermitorio quedan que actualmente forman parte del conjunto.
La ermita tiene adosado un antiguo hostal con habitaciones para los peregrinos, establos para las caballerías y dos pozos en la plaza que dan idea de la importancia de las romerías que se hacían antiguamente.

4 Ermita de santa Llùcia i sant Benet. Autor, pisakampas.blogspot.com

Ermita de santa Llùcia i sant Benet. Autor, pisakampas.blogspot.com

______________________________________

Traducció al valencià:

Fires i festes pre nadalenques: santa Caterina, sant Nicolau, sant Andreu i santa Llùcia (2ª Part)

En alguns pobles encara se celebren fires per santa Caterina, com la Fira de santa Caterina de Vila-real, coneguda també antigament com Fira de la llonganissa i del xiulet. La Fira de Santa Caterina és una fira molt apreciada pels vila-realencs i per molta gent de la província i, al març del 2011, va ser declarada oficialment Festa d’Interès Turístic Provincial.

Els començaments de la fira de santa Caterina es remunten al segle XIII, quan el rei Jaume I concedeix a Vila-real el permís de fira, privilegi citat en la Carta de Poblament. La vila tria primer el 21 de setembre, però després s’acorda canviar-la a l’11 de novembre, festivitat de sant Martí, molt adequada per ser temps de matança dels porcs i d’elaboració dels seus productes derivats. Com en aquell temps la fira durava 15 dies, acabava el dia de la festa litúrgica de santa Caterina, el 25 de novembre i va acabar per ser este el nom popular de la fira.

Llavors era l’única fira que es realitzava durant l’any i a ella acudien molts mercaders de tot arreu pel que suposava un gran esdeveniment per als veïns, que podien comprar els objectes més diversos: des de ferramentes per al camp a utensilis de cuina, dolços o algun joguet. Acompanyava la fira, festejos i entreteniments organitzats pel Consell de la Vila que atreien a nombrosos forasters, convertint la ciutat en una gran festa en què podien participar fins i tot els bandolers perseguits per la justícia que gaudien durant eixos dies de franquícia, sempre que no delinquiren durant la fira.
A l’origen de la fira és venien, entre d’altres productes d’alimentació, tots aquells derivats de la matança del porc, com les típiques llonganisses, més grosses que d’ordinari, motiu pel qual va ser també coneguda com la Fira de la llonganissa. I d’ací la tradició de compartir un dinar familiar a base de llonganisses de santa Caterina a la brasa.
Després de més de 450 anys, el Consell Municipal va derogar la fira de novembre en 1730, traslladant-la a la festivitat de sant Pascual (setembre) i reduint-la a huit dies. De l’antiga fira d’hivern, només va quedar un mercat dominical, centrat en la venda de fruits secs i de derivats de la matança del porc.
No va ser fins a la segona meitat del segle XX quan esta fireta de novembre va tornar a reviure i, amb l’increment del nombre de venedors i de productes, durant un temps també va ser coneguda com la fira del pito o de la mocadorà, mocador de seda ple de dolços i fruits secs que regala el nóvio o el marit, a la nóvia o dona.
Una altra de les tradicions d’esta festa és el costum de fer fira als xiquets i l’estrena, els diners que reben dels seus padrins i padrines per comprar-se algun joguet o llepolia en la fira. A més, els més majors asseguren que el fred arriba cada any amb esta festivitat, motiu pel qual encara hi ha algunes persones que mantenen el costum d’estrenar abric.
Actualment se celebra intensament en un dia però la Fira de santa Caterina s’ha pogut conservar i ha recuperat la seua essència i tradició popular.

“Per sant Andreu, l’oliva al trull posareu” i “Quan arriba sant Andreu, el vaig veure novell ja és pot dir vell”. Cabanes compta amb una de les fires agràries i ramaderes més antigues de la província de Castelló i la Comunitat Valenciana: la Fira de Sant Andreu, antiga Fira del Retorn de santa Caterina i sant Andreu.
La reina Germànica de Foix, segona esposa de Ferran el Catòlic, va concedir a la Vila de Cabanes en 1507 el privilegi de realitzar dos fires anuals, de deu dies de duració, una a celebrar el segon diumenge de Quaresma, que ha desaparegut, i una altra, que es continua celebrant i que té lloc l’últim cap de setmana de novembre.
El que va començar sent una trobada d’agricultors per a tractar la compravenda de mascles i marcava l’inici de les festes nadalenques amb la compra de torrons, s’ha convertit hui en dia en un dels principals mercats de maquinària agrícola i ramadera, articles forestals i de jardineria, així com productes gastronòmics i artesanals.

“Per santa Llúcia un pas de puça, i per Nadal, un pas de pardal”. La de santa Llúcia és l’última de les grans festes d’Advent i la seua immediatesa al solstici d’hivern la rodeja de ressonàncies màgiques. Es diu, per exemple, que si una dona estèril pren el sol el dia 13 enmig de l’Arc de santa Llúcia (Penàguila), es torna fèrtil.
És festejada en poblacions com Borriol, Olocau del Rei o Alcalà de Xivert, entre altres.
A Borriol se celebra la Foguera en honor a santa Llúcia. Tradició que compta amb quasi tres segles d’antiguitat en què els quintos arrepleguen la llenya per a fer la foguera en la Plaça el Pou.
A Olocau del Rei se celebra la festa amb balls, bous i diverses activitats culturals.
I Alcalá de Xivert ho festeja amb una romeria a l’ermita de santa Llúcia i sant Benet on participa la gent d’Alcalà i Alcossebre, junt amb els que vénen d’altres llocs de la comarca. Quan la festivitat no coincideix en diumenge, s’acostuma a celebrar el diumenge següent.
La festa comença la vespra, quan majorals i grups de jóvens es reuneixen a la nit, al voltant de nombroses fogueres, per a passar la vetllada. L’endemà se’n va fins a l’ermita, enclavada en la Serra d’Irta, a 312 m d’altitud des d’on la panoràmica sobre la serra i la costa és espectacular.
Per la seua estructura, l’ermita s’ha datat en el segle XVII, encara que pareix que, originalment, va ser una torre sentinella del segle XVI de la que queden algunes restes en la part posterior de l’ermitori que actualment formen part del conjunt.
L’ermita té adossat un antic hostal amb habitacions per als pelegrins, estables per a les cavalleries i dos pous en la plaça que donen idea de la importància de les romeries que es feien antigament.