Se conocen como especies exóticas invasoras aquellas especies foráneas que al introducirse en un medio natural se expanden rápidamente y suponen una amenaza para la biodiversidad autóctona por su comportamiento, colonización del hábitat o riesgo de contaminación genética.

Esta invasión biológica supone la expulsión de las especies propias del medio que ocupan; pueden afectar a la salud humana al ser portadoras de plagas; causan daños económicos al afectar a la industria pesquera, agricultura o cultivos forestales y pueden dañar infraestructuras o reducir la disponibilidad de agua.

Según la ONU, son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo ya que en la mayoría de los casos las especies nativas no están adaptadas para competir con ellas y se reducen sus poblaciones hasta acabar en muchos casos en peligro crítico de extinción.

Las especies invasoras pueden llegar a nuestros hábitats de forma accidental (fugas, comercio o transporte) o bien intencionadamente para actividades cinegéticas y piscícolas, por abandono de mascotas “exóticas” o vertidos de restos de podas infectados.

Los graves impactos ecológicos y las consecuencias negativas sobre la salud humana y sobre la economía, suponen un coste para la Unión Europea de más de 13.000 millones de euros anuales en planes de prevención, erradicación o restauración.

Mejillón Cebra

Para afrontar el problema, la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad establece que las administraciones públicas competentes prohibirán la introducción de especies alóctonas, cuando éstas sean susceptibles de competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos.

Por ello, se crea el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, en el que se han de incluir todas aquellas que constituyan o puedan llegar a constituir una amenaza grave.

El Catálogo incluye cerca de 200 especies invasoras de diferentes grupos, muchas de las cuales nos resultan ya muy conocidas por ser habituales de nuestro entorno o por protagonizar calamitosas noticias: ALGAS (Caulerpa,..); FLORA (acacia, pitera, ailanto, caña, azolla, uña de gato, jacinto de agua, chumbera, plumero,..); INVERTEBRADOS NO ARTRÓPODOS (mejillón cebra, caracol manzana, almeja asiática,..); ARTRÓPODOS NO CRUSTÁCEOS (mosquito tigre, picudo rojo, araña roja, hormiga argentina,..); CRUSTÁCEOS (cangrejo rojo americano,..); PECES (pez gato, lucio, gambusia, perca americana, siluro, lucioperca, alburno,..); ANFIBIOS (rana toro); REPTILES (tortuga de florida); AVES (cotorra gris o argentina, cotorra de Kramer); MAMÍFEROS (arruí, visón americano, mapache).

Jacinto de agua

En los diferentes hábitats de la provincia de Castellón se estima que están presentes más de 20 especies del catálogo, siendo el jacinto de agua y el mejillón cebra, dos de las más dañinas y extendidas, representando la segunda causa de amenaza y extinción, por detrás de la pérdida del hábitat.

El mejillón cebra, detectado en la cuenca del río Mijares, es catastrófico para el ecosistema: su gran capacidad de filtración de agua priva a otras especies de oxígeno y alimento, y por su elevado potencial de reproducción invade el medio y crea problemas de obstrucción en las infraestructuras donde se introduce, como tuberías, motores o filtros.

El jacinto de agua, una de las plantas más invasoras del planeta, cubre totalmente la lámina de agua donde crece, consumiendo el oxígeno, impidiendo la entrada de luz, y alterando el flujo y la calidad del agua. Es tal su potencial expansivo que sólo en una de las campañas de erradicación de esta especie en la marjalería de Castellón se llegaron a recoger 130 toneladas de esta planta.

Otras plantas invasoras comunes en la provincia son la caña, la pitera, la chumbera, el ailanto, tan frecuente en cunetas de carreteras o las llamadas uñas de gato, introducidas como ornamentales por sus llamativas flores.

Esta planta rastrera se extiende por dunas y acantilados formando un tapiz tan denso que no deja espacio para el desarrollo de las especies propias de estos ecosistemas a las que llega a eliminar totalmente del hábitat.

Cotorra de Kramer

Especialmente censurable es el abandono de mascotas exóticas en el medio natural, por el hecho en sí mismo y por las nefastas consecuencias sobre otras especies. Además de los conocidos casos de las tortugas de florida que invaden nuestras zonas húmedas y de las cotorras argentina y de Kramer que colonizan los parques de las ciudades, una nueva especie se suma a esta lista, el mapache.

Aunque como un peluche de pequeño, su carácter agresivo en la edad adulta, impulsa a “deshacerse” de ellos y libres en el medio, sin depredadores naturales, esta especie oportunista, omnívora y de un alto potencial reproductivo, se expande con gran rapidez hasta el punto de considerarse “plaga» en los cultivos, ya que se lo come todo: cereales, frutas, piensos, animales domésticos… Llegan, incluso, a abrir puertas y jaulas con sus extremidades superiores, dotadas de cinco dedos. Además de sus efectos sobre otras especies, el mapache es vector trasmisor de enfermedades peligrosas, como la rabia, la leptospirosis y la parasitosis.

Por ello, antes de adquirir cualquier mascota exótica hay que informarse bien sobre su biología y comportamiento, y en ningún caso abandonarlas en el medio natural cuando molestan por su tamaño o agresividad. Un ser vivo no es un objeto de usar y tirar y hay que responsabilizarse de su cuidado o, en caso necesario, dejarlo en manos de las entidades competentes.

Aunque las administraciones están haciendo esfuerzos por frenar la expansión de especies exóticas invasoras con planes de control y erradicación de las más peligrosas, es necesaria la concienciación e implicación de la ciudadanía para evitar la introducción intencionada y para tomar las precauciones necesarias para que no se produzca accidentalmente.

Pez gato

Traducció al valencià:

Stop a les espècies exòtiques invasores

Es coneixen com a espècies exòtiques invasores aquelles espècies foranes que a l’introduir-se en un medi natural s’expandeixen ràpidament i suposen una amenaça per a la biodiversitat autòctona pel seu comportament, colonització de l’hàbitat o risc de contaminació genètica.

Esta invasió biològica suposa l’expulsió de les espècies pròpies del medi que ocupen; poden afectar la salut humana al ser portadores de plagues; causen danys econòmics a l’afectar la indústria pesquera, agricultura o cultius forestals i poden danyar infraestructures o reduir la disponibilitat d’aigua.

Segons l’ONU, són la segona causa de pèrdua de biodiversitat en el món ja que en la majoria dels casos les espècies natives no estan adaptades per a competir amb elles i es reduïxen les seues poblacions fins a acabar en molts casos en perill crític d’extinció.

Les espècies invasores poden arribar als nostres hàbitats de forma accidental (fugues, comerç o transport) o bé intencionadament per a activitats cinegètiques i piscícoles, per abandó de mascotes “exòtiques” o abocaments de restes de podes infectats.

Els greus impactes ecològics i les conseqüències negatives sobre la salut humana i sobre l’economia, suposen un cost per a la Unió Europea de més de 13.000 milions d’euros anuals en plans de prevenció, eradicació o restauració.

Per a afrontar el problema, la Llei 42/2007 del Patrimoni Natural i de la Biodiversitat establix que les administracions públiques competents prohibiran la introducció d’espècies al·lòctones, quan estes siguen susceptibles de competir amb les espècies silvestres autòctones, alterar la seua puresa genètica o els equilibris ecològics.

Per això, es crea el Catàleg Espanyol d’Espècies Exòtiques Invasores, en el que s’han d’incloure totes aquelles que constituïsquen o puguen arribar a constituir una amenaça greu.

El Catàleg inclou prop de 200 espècies invasores de diferents grups, moltes de les quals ens resulten ja molt conegudes per ser habituals del nostre entorn o per protagonitzar calamitoses notícies: ALGUES (Caulerpa,..); FLORA (acàcia, pitera, ailant, canya, azol·la, ungla de gat, jacint d’aigua, figuera de pala, plomall,..); INVERTEBRATS NO ARTRÒPODES (clòtxina zebra, caragol poma, cloïssa asiàtica,..); ARTRÒPODES NO CRUSTACIS (mosquit tigre, morrut roig o de les palmeres, aranya roja, formiga argentina,..); CRUSTACIS (cranc roig americà,..); PEIXOS (peix gat, lluç de riu, gambúsia, perca americana, silur, luciperca o sandra, alburn,..); AMFIBIS (granota bou); RÈPTILS (tortuga de florida); AUS (cotorra grisa o argentina, cotorra de Kramer); MAMÍFERS (arruí, visó americà, ós rentador).

En els diferents hàbitats de la província de Castelló s’estima que estan presents més de 20 espècies del catàleg, sent el jacint d’aigua i la clòtxina zebra, dos de les més danyoses i esteses, representant la segona causa d’amenaça i extinció, per darrere de la pèrdua de l’hàbitat.

La clòtxina zebra, detectada en la conca del riu Millars, és catastròfica per a l’ecosistema: la seua gran capacitat de filtració d’aigua priva a altres espècies d’oxigen i aliment, i pel seu elevat potencial de reproducció envaeix el medi i crea problemes d’obstrucció en les infraestructures on s’introduïx, com a canonades, motors o filtres.

El jacint d’aigua, una de les plantes més invasores del planeta, cobrix totalment la làmina d’aigua on creix, consumint l’oxigen, impedint l’entrada de llum, i alterant el flux i la qualitat de l’aigua. És tal el seu potencial expansiu que només en una de les campanyes d’eradicació d’esta espècie en la marjaleria de Castelló es van arribar a arreplegar 130 tones d’esta planta.

Altres plantes invasores comunes en la província són la canya, la pitera, la figuera de pala, l’ailant, tan freqüent en cunetes de carreteres o les anomenades ungles de gat, introduïdes com ornamentals per les seues vistoses flors.

Esta planta rèptil s’estén per dunes i penya-segats formant un tapís tan dens que no deixa espai per al desenrotllament de les espècies pròpies d’estos ecosistemes a què arriba a eliminar totalment de l’hàbitat.

Especialment censurable és l’abandó de mascotes exòtiques en el medi natural, pel fet en si mateix i per les nefastes conseqüències sobre altres espècies. A més dels coneguts casos de les tortugues de florida que envaeixen les nostres zones humides i de les cotorres argentina i de Kramer que colonitzen els parcs de les ciutats, una nova espècie se suma a esta llista, l’ós rentador.

Encara que com un peluix de xicotet, el seu caràcter agressiu en l’edat adulta, impulsa a “desfer-se” d’ells i lliures en el medi, sense depredadors naturals, esta espècie oportunista, omnívora i d’un alt potencial reproductiu, s’expandeix amb gran rapidesa fins al punt de considerar-se “plaga» en els cultius, ja que s’ho menja tot: cereals, fruites, pinsos, animals domèstics… Arriben, inclús, a obrir portes i gàbies amb les seues extremitats superiors, dotades de cinc dits.

A més dels seus efectes sobre altres espècies, l’ós rentador és vector transmissor de malalties perilloses, com la ràbia, la leptospirosi i la parasitosi.

Per això, abans d’adquirir qualsevol mascota exòtica cal informar-se bé sobre la seua biologia i comportament, i en cap cas abandonar-les en el medi natural quan molesten per les seues dimensions o agressivitat. Un ser viu no és un objecte d’usar i tirar i cal responsabilitzar-se de la seua cura o, en cas necessari, deixar-lo en mans de les entitats competents.

Encara que les administracions estan fent esforços per frenar l’expansió d’espècies exòtiques invasores amb plans de control i eradicació de les més perilloses, és necessària la conscienciació i implicació de la ciutadania per a evitar la introducció intencionada i per a prendre les precaucions necessàries perquè no es produïsca accidentalment.