31 de enero, Día del Árbol en la Comunidad Valenciana

31 de enero, Día del Árbol en la Comunidad Valenciana

Los árboles están ligados a la historia y evolución del ser humano desde sus orígenes, cuando éramos conscientes de nuestra dependencia de la naturaleza que era la que propiciaba nuestra existencia como especie.
Los bosques, los ríos, el cielo… eran admirados y temidos a un tiempo, como seres dotados de poder y energía con los que teníamos que estar en armonía; y sobre todo el árbol era venerado como un ser inmortal y fuente inagotable de vida y de recursos.
Desde las antiguas tradiciones animistas, la historia de Europa manifestaba una íntima relación del ser humano con el bosque y con el árbol, y tenía que ser así ya que las poblaciones vivían entre extensos bosques y los árboles les proporcionaban los recursos fundamentales para su vida diaria, desde alimento y sanación, a materia prima para construcción y combustión. Por eso abundaban los rituales y simbolismos mágicos que aún permanecen en muchas culturas.
Aunque en esta era hemos perdido esa esencial comunión con nuestros árboles, son miles las fiestas que hay en el planeta centradas en un árbol (baste recordar el Árbol de Navidad) como reminiscencia de los antiguos cultos y manifestación del inconsciente colectivo del ser humano desde tiempos ancestrales.

Carrasca de Culla. Autor, Pako Monserrat

Carrasca de Culla. Autor, Pako Monserrat

Parece que la semilla de la fiesta del Día del Árbol fue el llamado en Europa Árbol de la Libertad, la costumbre de simbolizar hechos políticos o sociales relevantes con la plantación de un árbol en los lugares más importantes de las urbes. Por ejemplo, la reunificación alemana en 1872 se celebró en muchas ciudades con la plantación de robles que recibieron el nombre popular de “los robles de Bismarck”; y el final de la Primera Guerra Mundial se proclamó con los llamados “árboles de la paz”, que se plantaron sobre todo por Francia, pero también en España, en ciudades como Salamanca, Valladolid y Burgos.
La festividad del Árbol de la Libertad evolucionó en Suecia hacia la creación del Día del Árbol, en 1840, que se ha venido considerando como la primera Fiesta del Árbol del mundo. Contando con la participación popular, su objetivo era concienciar a la ciudadanía de la importancia de los recursos forestales, de la necesidad de cuidar los árboles, y de inculcar a los niños el conocimiento y el amor por los bosques.
Posteriormente, con la emigración sueca a Estados Unidos, llevaron consigo esta tradición y la introdujeron en Nebraska en 1872, como Tree day. A partir de allí comenzó a expandirse y a establecerse en el resto del mundo.
Sin embargo, Villanueva de la Sierra, un pequeño pueblo de Cáceres, demostró que allí ya tuvo lugar una Fiesta del Árbol en 1805, y por tanto no sólo sería la primera fiesta en España, sino la más antigua de las que se tenían noticia en el mundo.
El párroco de esta población, Ramón Vacas, ilustrado y de ideología liberal, convencido de la importancia del arbolado para la salubridad, higiene, ornato, ambiente y costumbres del pueblo, decide plantar árboles y darle un aire festivo, a semejanza de las festividades francesas del Árbol de la Libertad. Comenzó el martes de carnaval y la fiesta y las plantaciones se prolongaron durante tres días. Se redactó un manifiesto que fue enviado a otros pueblos para difundir el amor y el respeto a la naturaleza y en la circular con la que invitó a la celebración de la Fiesta el padre Vacas escribió: Nuestra desidia y una culpable indulgencia con los que sacrifican la utilidad pública a sus intereses, han arruinado los antiguos árboles, que tantas veces repararon nuestro cansancio, nos defendieron de la inclemencia del sol y de las lluvias y dieron a nuestra respiración un ambiente fresco y saludable. Nosotros debemos reparar esa pérdida, imitando el celo de nuestros ascendientes. Perfeccionemos esta obra, que alabará la posteridad, vistiendo de nuevos álamos nuestros valles, fuentes y paseos, para que nuestros nietos reposen a su sombra y nos bendigan, y miremos en adelante con ceño y con horror la pérfida mano que intentase aplicar la sierra a sus troncos o a sus ramas.
Leyendo esto parece que no haya pasado el tiempo…

Barranc dels Horts. Autor, Toni Ávila

Barranc dels Horts. Autor, Toni Ávila

Desde 1894 hubo muchos intentos de implantar la fiesta en todo el país pero no acababa de cuajar en la población porque la intervención de los poderes políticos, en manos de las élites, inhibían que fuera un festejo popular. Finalmente en Barcelona se creó una asociación cívica y específica (Amigos de la Fiesta del Árbol) que definió un modelo que propició la Fiesta del Árbol como fenómeno popular y de masas durante los siguientes años. Por ello, aunque no cronológicamente, se considera a esta la primera ya que a partir de ella nació y se consolidó la Fiesta del Árbol en España.
Internacionalmente el Día Mundial del Árbol fue instaurado por iniciativa del Congreso Forestal Mundial celebrado en Roma en 1969 y en 1971, la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) asumió el papel de su difusión mundial.
En 2012, la Asamblea General de la ONU resolvió celebrar cada 21 de marzo el Día Internacional de los Bosques y el gobierno de España decidió unirlo al Día del Árbol.
Sin embargo, dado que uno de los actos principales de esta celebración es la plantación de árboles, cada comunidad autónoma lo celebra de acuerdo a las condiciones ambientales más propicias. En nuestro territorio, desde 1990, se estableció esta festividad el 31 de enero.
Recordemos pues, especialmente en este día, los múltiples servicios que nos proporcionan los árboles y el papel esencial que desempeñan para la vida del planeta, para nuestra propia vida: proporcionan recursos, oxígeno, mitigan los efectos del cambio climático, moderan las temperaturas, contribuyen a regular las lluvias, protegen las cuencas hidrográficas de las que proviene el agua dulce, crean tierras fértiles y protegen el suelo de la erosión, sin olvidar sus beneficiosos efectos sobre la salud y el bienestar espiritual gracias a su magia y su belleza.
Y un árbol, un solo árbol, desde la raíz a la copa, es en sí mismo un complejo ecosistema que mantiene a numerosas especies de hongos, líquenes, plantas, y animales invertebrados y vertebrados que encuentran en él su alimento, su hogar y refugio.
Que el Día del Árbol sea para todos, un encuentro con nuestra propia naturaleza, la celebración de un año de logros y el comienzo de otro año de trabajo en común para conseguir un mundo más sostenible.

Serra d'Espadà. Autor, Ricardo Barberá

Serra d’Espadà. Autor, Ricardo Barberá

______________________________________
Traducció al valencià:

31 de gener, Dia de l’Arbre a la Comunitat Valenciana

Els arbres estan lligats a la història i evolució del ser humà des dels seus orígens, quan érem conscients de la nostra dependència de la naturalesa que era la que propiciava la nostra existència com a espècie.
Els boscos, els rius, el cel… eren admirats i temuts a un temps, com a sers dotats de poder i energia amb què havíem d’estar en harmonia; i sobretot l’arbre era venerat com un ser immortal i font inesgotable de vida i de recursos.
Des de les antigues tradicions animistes, la història d’Europa manifestava una íntima relació del ser humà amb el bosc i amb l’arbre, i havia de ser així ja que les poblacions vivien entre extensos boscos i els arbres els proporcionaven els recursos fonamentals per a la seua vida diària, des d’aliment i curació, a matèria primera per a construcció i combustió. Per això abundaven els rituals i simbolismes màgics que encara romanen en moltes cultures.
Encara que en esta era hem perdut eixa essencial comunió amb els nostres arbres, són milers les festes que hi ha en el planeta centrades en un arbre (recordem l’Arbre de Nadal) com a reminiscència dels antics cultes i manifestació de l’inconscient col·lectiu del ser humà des de temps ancestrals.
Pareix que la llavor de la festa del Dia de l’Arbre va ser l’anomenat a Europa Arbre de la Llibertat, el costum de simbolitzar fets polítics o socials rellevants amb la plantació d’un arbre en els llocs més importants de les urbs. Per exemple, la reunificació alemanya en 1872 es va celebrar en moltes ciutats amb la plantació de roures que van rebre el nom popular de “els roures de Bismarck”; i el final de la Primera Guerra Mundial es va proclamar amb els anomenats “arbres de la pau”, que es van plantar sobretot per França, però també a Espanya, en ciutats com Salamanca, Valladolid i Burgos.
La festivitat de l’Arbre de la Llibertat va evolucionar a Suècia cap a la creació del Dia de l’Arbre, en 1840, que s’ha vingut considerant com la primera Festa de l’Arbre del món. Comptant amb la participació popular, el seu objectiu era conscienciar a la ciutadania de la importància dels recursos forestals, de la necessitat de tenir cura dels arbres, i d’inculcar als xiquets el coneixement i l’amor pels boscos.
Posteriorment, amb l’emigració sueca a Estats Units, van portar amb si esta tradició i la van introduir en Nebraska en 1872, com el Tree Day. A partir d’ací va començar a expandir-se i a establir-se en la resta del món.
No obstant això, Villanueva de la Sierra, un xicotet poble de Cáceres, va demostrar que allí ja va tindre lloc una Festa de l’Arbre en 1805, i per tant no sols seria la primera festa a Espanya, sinó la més antiga de les que es tenien notícia en el món.
El rector d’esta població, Ramón Vacas, il·lustrat i d’ideologia liberal, convençut de la importància de l’arbratge per a la salubritat, higiene, ornament, ambient i costums del poble, decideix plantar arbres i donar-li un aire festiu, a semblança de les festivitats franceses de l’Arbre de la Llibertat. Va començar el dimarts de carnestoltes i la festa i les plantacions van durar tres dies. Es va redactar un manifest per enviar-lo a altres pobles i difondre l’amor i el respecte a la naturalesa, i en la circular amb la que va invitar a la celebració de la Festa el pare Vacas va escriure: Nuestra desidia y una culpable indulgencia con los que sacrifican la utilidad pública a sus intereses, han arruinado los antiguos árboles, que tantas veces repararon nuestro cansancio, nos defendieron de la inclemencia del sol y de las lluvias y dieron a nuestra respiración un ambiente fresco y saludable. Nosotros debemos reparar esa pérdida, imitando el celo de nuestros ascendientes. Perfeccionemos esta obra, que alabará la posteridad, vistiendo de nuevos álamos nuestros valles, fuentes y paseos, para que nuestros nietos reposen a su sombra y nos bendigan, y miremos en adelante con ceño y con horror la pérfida mano que intentase aplicar la sierra a sus troncos o a sus ramas.
Llegint açò pareix que no haja passat el temps…
Des de 1894 va haver-hi molts intents d’implantar la festa en tot el país però no acabava de quallar en la població perquè la intervenció dels poders polítics, en mans de les elits, inhibien que fóra un festeig popular. Finalment a Barcelona es va crear una associació cívica i específica (Amics de la Festa de l’Arbre) que va definir un model que va propiciar la Festa de l’Arbre com a fenomen popular i de masses durant els següents anys. Per això, encara que no cronològicament, es considera a esta la primera ja que a partir d’ella va nàixer i es va consolidar la Festa de l’Arbre a Espanya.
Internacionalment el Dia Mundial de l’Arbre va ser instaurat per iniciativa del Congrés Forestal Mundial celebrat a Roma en 1969 i en 1971, la FAO (Organització de Nacions Unides per a l’Agricultura i l’Alimentació) va assumir el paper de la seua difusió mundial.
Ja en 2012, l’Assemblea General de l’ONU va resoldre celebrar cada 21 de març el Dia Internacional dels Boscos i el govern d’Espanya decidí unir-lo al Dia de l’Arbre.
No obstant això, atés que un dels actes principals d’esta celebració és la plantació d’arbres, cada comunitat autònoma ho celebra d’acord amb les condicions ambientals més propícies. En el nostre territori, des de 1990, es va establir esta festivitat el 31 de gener.
Recordem per tant, especialment en este dia, els múltiples servicis que ens proporcionen els arbres i el paper essencial que exercixen per a la vida del planeta, per a la nostra pròpia vida: proporcionen recursos, oxigen, mitiguen els efectes del canvi climàtic, moderen les temperatures, contribuïxen a regular les pluges, protegixen les conques hidrogràfiques de què prové l’aigua dolça, creen terres fèrtils i protegixen el sòl de l’erosió, sense oblidar els seus beneficiosos efectes sobre la salut i el benestar espiritual gràcies a la seua màgia i la seua bellesa.
I un arbre, un sol arbre, des de l’arrel a la copa, és en si mateix un complex ecosistema que manté a nombroses espècies de fongs, líquens, plantes i animals, invertebrats i vertebrats, que hi troben el seu aliment, la seua llar i refugi.
Que el Dia de l’Arbre siga per a tots, una trobada amb la nostra pròpia naturalesa, la celebració d’un any d’èxits i el començament d’un altre any de treball en comú per a aconseguir un món més sostenible.