Los oficios de la Serra Espadà: las carboneras

Los oficios de la Serra Espadà: las carboneras

La Serra Espadà por su emplazamiento y su geomorfología tiene la fortuna de poseer una exuberante vegetación, adicionalmente el hecho de que en su extensión se incluyan 19 municipios hace que no sea sólo rica a nivel forestal sino también a nivel cultural. Por este motivo deseamos redescubrir aquellos oficios tradicionales de sus gentes que actualmente están prácticamente en desuso.
Tras la expulsión de los moriscos en 1609 la Serra Espadà durante los últimos siglos vivió una economía de subsistencia aprovechando los recursos que ofrecía su entorno.
Dicho entorno, montañoso, con abundancia de precipitaciones, con sistemas de riego heredados aprovechando la verticalidad del medio, con terrenos densamente abancalados para el cultivo de regadío, con grandes extensiones ocupadas por bosque de alcornoques y pinos, ofrecía distintas posibilidades de subsistencia. Así aparecieron distintos oficios como la elaboración de cal en los hornos de cal, la elaboración de carbón vegetal en las carboneras, la extracción de corcho, la recogida, transporte y almacenamiento de nieve en las neveras, la minería, el trabajo del esparto, etc.
Estos oficios que ahora despiertan nuestra curiosidad sirvieron para que los habitantes de la Serra Espadà pudieran salir adelante.
En esta ocasión vamos a explicar el oficio del carboneo. En siglos anteriores el carbón vegetal se empleaba en los hogares para cocinar y como calefacción. También se empleaba en las herrerías. Por ello aunque en principio pueda no parecer tan importante, este oficio fue uno de los esenciales en su tiempo.
Tradicionalmente la obtención de carbón se conseguía en las carboneras, donde se transformaba la madera en carbón mediante la carbonización de la misma. La madera contiene entre el 70 y el 96% de carbono fijo según su temperatura de cocción, entre el 12 y el 25% de materia volátil y entre el 2 y el 3% de cenizas, y tiene un poder calorífico entre 7000 y 8000 Kcal/kg. Las temperaturas que se alcanzan en este proceso son superiores a 300 ºC, y al tratarse de una combustión controlada y anaeróbica, la madera se quema con muy poco oxígeno, impidiendo que se consuma y dando lugar por tanto al carbón vegetal.
La preparación de la carbonera comenzaba con la recogida de los troncos y ramas cortados manualmente con hachas y sierras, y se llevaban a una explanada denominada siti.

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Ilustración. Fuente: www.almadiasdenavarra.com

La leña se apilaba de manera circular y acabada en forma de cúpula. Los troncos se iban colocando en distintos pisos de altura, de mayor a menor tamaño. Y se colocaban de dentro afuera y de abajo arriba. Los troncos de mayor tamaño se colocaban formando una chimenea interior, que terminaba con una apertura superior por donde se iniciaba el fuego, y por donde se alimentaba el mismo, es decir, se le añadía leña de menor tamaño para que la combustión continuara.

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Ilustración. Fuente: www.almadiasdenavarra.com

Tras colocar la leña, la carbonera se tapaba con ramaje y hojarasca de todo tipo que se encontraba por los alrededores: pino, alcornoque, carrasca, etc. y por último se cubría de tierra. Para mantener la estructura la parte baja de la carbonera se rodeaba con un murete de mampostería con pequeños agujeros o gateras por donde entraba el aire necesario. Este murete también servía para facilitar el acceso a la carbonera y poder alimentar el fuego.

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Carbonera en Almedíjar

La duración de la cocción de la carbonera podía durar una o dos semanas, o incluso más según su tamaño. Durante este tiempo no se podía abandonar porque era necesario estar pendiente de ella a todas horas para conseguir que la combustión se realizara convenientemente. Los primeros días se alimentaba con mayor frecuencia, y posteriormente se jugaba con la apertura y cierre de las gateras para controlar el aire de entrada adecuadamente y evitar que el carbón se transformara en cenizas.
Cuando alguna parte de la carbonera se hundía era señal de que el carbón en ese área ya estaba cocido, y el carbonero lo extraía manualmente con ayuda de azadas y rastrillos mientras se mantenía cubierta el resto de la carbonera. El final era apoteósico, de repente la carbonera se hundía totalmente apareciendo pequeños fuegos que se debían sofocar rápidamente para evitar que se produjera una hoguera y se perdiera la producción.
Apagado el fuego, se dejaba todo el carbón cubierto de tierra, esta actividad se denominaba ahogar la carbonera. Luego con herramientas manuales se extraía el carbón vegetal, que se almacenaba en sacos de esparto y con mulos se transportaba.

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Ilustración. Fuente: www.almadiasdenavarra.com

A lo largo de todo este proceso el carbonero debía permanecer presente, para ello se construían pequeñas casetas de piedra seca donde cobijarse de las inclemencias y poder dormir. Podemos intuir la dureza del oficio.

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Caseta de carbonero en Almedíjar

Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, la intensificación del carboneo debido a la demanda de la industria metalúrgica, y los trenes y barcos de vapor, produjo una fuerte deforestación en algunas partes de la Comunidad Valenciana. A partir del 1918 el carbón vegetal fue sustituido por el carbón mineral británico. En la Serra Espadà el principal árbol utilizado era el alcornoque, pero afortunadamente como su corcho se comercializaba a precio elevado, este árbol fue respetado y no se produjo una deforestación tan severa.
A mitad del siglo XX se termina el carboneo porque deja de ser rentable, la aparición de nuevas fuentes de energía como el petróleo, la electricidad, el gas, etc. hace que se inicie la economía industrial y vayan desapareciendo los antiguos oficios de subsistencia.

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Traducció al valencià:

Els oficis de la Serra Espadà: les carboneres

La Serra Espadà pel seu emplaçament i la seua geomorfologia té la fortuna de posseir una exuberant vegetació, addicionalment el fet que en la seua extensió s’incloguen 19 municipis fa que no siga només rica a nivell forestal sinó també a nivell cultural. Per este motiu desitgem redescobrir aquells oficis tradicionals de les seues gents que actualment estan pràcticament en desús.
Després de l’expulsió dels moriscos en 1609 la Serra Espadà, durant els últims segles, va viure una economia de subsistència aprofitant els recursos que oferia el seu entorn.
Aquest entorn, muntanyós, amb abundància de precipitacions, amb sistemes de reg heretats aprofitant la verticalitat del medi, amb terrenys densament abancalats per al cultiu de regadiu, amb grans extensions ocupades per boscos de sureres i pins, oferia diferents possibilitats de subsistència. Així van aparéixer distints oficis com l’elaboració de calç en els forns de calç, la producció de carbó vegetal en les carboneres, l’extracció de suro, l’arreplega, transport i emmagatzemament de neu en les neveres, la mineria, el treball de l’espart, etc.
Estos oficis que ara desperten la nostra curiositat van servir perquè els habitants de la Serra Espadà pogueren eixir endavant.
En esta ocasió explicarem l’ofici de carbonar. En segles anteriors el carbó vegetal s’emprava en les llars per a cuinar i com a calefacció. També s’utilitzaba en les ferreries. Per això, encara que en principi puga no paréixer tan important, este ofici va ser un dels essencials en el seu temps.
Tradicionalment el carbó es produïa en les carboneres, on es transformava la fusta en carbó mitjançant un procés de carbonització. La fusta conté entre el 70 i el 96% de carboni fix, segons la seua temperatura de cocció; entre el 12 i el 25% de matèria volàtil; i entre el 2 i el 3% de cendres, i té un poder calorífic entre 7.000 i 8.000 Kcal/kg. Les temperatures que s’aconseguixen en este procés són superiors als 300 ºC, i al tractar-se d’una combustió controlada i anaeròbica, la fusta es crema amb molt poc d’oxigen, impedint que es consumisca i donant lloc per tant al carbó vegetal.
La preparació de la carbonera començava amb l’arreplegada dels troncs i branques tallats manualment amb destrals i serres, i es portaven a una esplanada denominada siti.
La llenya s’apilava de manera circular i acabada en forma de cúpula. Els troncs s’anaven col·locant en distints pisos d’altura, de major a menor grandària. I es col·locaven de dins a fora i de baix a dalt. Els troncs més grans es col·locaven formant una ximenera interior, que acabava amb una obertura superior per on s’iniciava el foc, i per on s’hi alimentava, és a dir, se li afegia llenya més xicoteta perquè la combustió continuara.
Desprès de col·locar la llenya, la carbonera es tapava amb brancatge i fullaraca de qualsevol tipus que es trobara per la contornada: pi, surera, carrasca, etc. I finalment es cobria de terra. Per a mantindre l’estructura, la part baixa de la carbonera es rodejava amb un xicotet mur de maçoneria amb foradets o gateres per on entrava l’aire necessari. Este muret també servia per a facilitar l’accés a la carbonera i poder alimentar el foc.
La duració de la cocció de la carbonera podia durar una o dos setmanes, o inclús més segons la seua dimensió. Durant este temps no es podia abandonar perquè era necessari estar pendent d’ella a totes hores per a aconseguir que la combustió es realitzara convenientment. Els primers dies s’alimentava amb major freqüència, i posteriorment es jugava amb l’obertura i tancament de les gateres per a controlar l’aire d’entrada adequadament i evitar que el carbó es transformara en cendres.
Quan alguna part de la carbonera s’afonava era senyal que el carbó en eixe àrea ja estava cuit, i el carboner l’extreia manualment amb ajuda d’aixades i rastells mentres es mantenia coberta la resta de la carbonera. El final era apoteòsic, de sobte la carbonera s’afonava totalment apareixent xicotets focs que s’havien de sufocar ràpidament per a evitar que es produïra una foguera i es perdera la producció.
Apagat el foc, es deixava tot el carbó cobert de terra, activitat coneguda com ofegar la carbonera. Després, amb ferramentes manuals, s’extreia el carbó vegetal que s’emmagatzemava en sacs d’espart i es transportava amb muls.
Al llarg de tot este procés el carboner havia de romandre present, per això es construïen xicotetes casetes de pedra seca on albergar-se de les inclemències i poder dormir. Podem intuir la duresa de l’ofici.
Durant la segona meitat del segle XIX i la primera del segle XX, la intensificació del carboneig degut a la demanda de la indústria metal·lúrgica, i dels trens i vaixells de vapor, va produir una forta desforestació en algunes parts de la Comunitat Valenciana. A partir del 1918 el carbó vegetal va ser substituït pel carbó mineral britànic. En la Serra Espadà el principal arbre utilitzat era la surera, però afortunadament com el seu suro es comercialitzava a preu elevat, este arbre va ser respectat i no es va produir una desforestació tan severa.
A meitat del segle XX s’acaba el carboneig perquè deixa de ser rendible. L’aparició de noves fonts d’energia, el petroli, l’electricitat, el gas, etc. fa que s’inicie l’economia industrial i vagen desapareixent els antics oficis de subsistència.

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Un artículo de Sabina Pitarch. Naturaleza en Familia. www.naturalezaenfamilia.com
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