El agua, fuente de la vida

El agua, fuente de la vida

La vida en la Tierra ha dependido siempre del agua; se originó en el agua y aunque muchos de esos primeros organismos acuáticos evolucionaron hacia un medio terrestre, todos conservan en su interior su propio medio acuático.
El agua es un constituyente esencial de la materia viva, fundamental para la mayor parte de los procesos metabólicos y la fuente necesaria de hidrógeno para nuestras moléculas. Además, constituye ecosistemas acuáticos que sustentan una rica biodiversidad y desarrollan un papel fundamental en el mantenimiento del ciclo del agua.
Tan importante es para los organismos individuales, como para el desarrollo de las sociedades.

Desde la antigüedad las civilizaciones más prósperas florecieron en las cuencas de los ríos: Mesopotamia, cuna de la civilización humana, en el valle del Éufrates y el Tigris; Egipto, en el valle del Nilo. Y muchas de las grandes ciudades de nuestro tiempo deben su riqueza a la conexión con alguna gran vía de agua que favoreció su crecimiento y preponderancia. Por el contrario, las áreas en las que el agua es muy escasa, como el norte de África o el Oriente Medio, han tenido históricamente dificultades de desarrollo.
Intuitivamente, o por propia experiencia, todos reconocemos el valor que tiene el agua… cuando no disponemos de ella; cuando abrimos el grifo y no sale o cuando tenemos sed y el preciado líquido no está a nuestro alcance.
Sin embargo, aún es poca la conciencia social sobre el uso y abuso de este recurso; sobre las condiciones en las que lo devolvemos a la naturaleza a través de diferentes sumideros; sobre el coste ecológico y social de nuestra indiferencia.
El desarrollo obtenido con la práctica de ubicar los asentamientos humanos (y por tanto su actividad agrícola e industrial) cerca de masas y veneros de agua, ha supuesto también su uso como vertedero de aguas residuales de todo tipo, contaminando así ríos, lagos, acuíferos y mares, y perdiendo no sólo grandes volúmenes de agua potable, sino también recursos alimentarios y biodiversidad.

Cascada del Brazal. Navajas

Cascada del Brazal. Navajas

La contaminación se produce cuando el agua “usada” contiene materia orgánica en exceso o sustancias tóxicas no orgánicas procedentes de la industria o de la agricultura. De entre el agua potable, la llamada agua de boca es uno de los principales transmisores de microorganismos causantes de muchas de las grandes epidemias de la humanidad.
Actualmente en los países desarrollados están bastante controlados los problemas de las aguas contaminadas gracias a los procesos de filtración, desinfección u otros procesos fisicoquímicos a los que se somete el agua antes de su uso o vertido. Sin embargo, ante la dificultad de muchos lugares del mundo para disponer de agua potable, se ha acuñado el término de agua segura como aquella que, aunque no reúne las condiciones óptimas para su consumo, no contiene bacterias peligrosas, metales tóxicos disueltos, o productos químicos perjudiciales para la salud.

La cantidad de agua de la que disponemos a nivel “local” no entiende de ningún tipo de límites administrativos. Forma parte de un ciclo global, planetario y está sujeta a cambios climáticos, y a las buenas o malas prácticas de actividades humanas, propias o ajenas.
Sólo el 0,00060 % del agua del planeta está disponible para el uso humano y su disponibilidad, en óptimas condiciones, disminuye de manera constante y exponencial a medida que aumenta la población mundial y el desarrollo, al punto que en muchas partes del mundo, la demanda de agua ya excede las reservas disponibles.
El acceso al agua y al saneamiento es indispensable para el desarrollo sostenible de las comunidades y la lucha contra la pobreza, por su vinculación con la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud, la energía o la equidad social, por lo que cualquier progreso socioeconómico pasa por equilibrar las necesidades y el abastecimiento seguro.

Estrecho del Río Mijares. Autor, Alber RS

Estrecho del Río Mijares. Autor, Alber RS

Aún hoy hay 884 millones de personas que no tienen acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas carecen de servicios de saneamiento básico. Y se estima que cada día un promedio de 5.000 niños menores de 5 años fallecen en el mundo por enfermedades evitables relacionadas con la mala calidad del agua y el saneamiento.
Nuestro planeta está desigualmente sediento y la gestión del agua sigue sin ser sostenible, a pesar de que la demanda global se ha disparado y de que un 20% de las aguas subterráneas del planeta están sobreexplotadas. El coste ambiental de esta inoperancia se manifiesta en contaminaciones masivas; pérdidas cuantiosas de recursos hídricos y deterioro –a veces irreversible– de muchos ecosistemas acuáticos con la consecuente pérdida de su capacidad natural para depurar y almacenar el agua.
Si todo sigue igual, de aquí al 2030 el planeta tendrá un déficit global del 40% lo que puede generar graves conflictos por el agua, entre sectores económicos y entre regiones del mundo. Y, como por el momento no podemos producir agua, la única solución es administrar este recurso vital de forma sostenible; poniendo límites a los sectores más “devoradores” e incentivando la implementación de modos de producción eficientes; protegiendo las áreas relacionadas con este recurso en cabeceras, cursos altos, acuíferos…; evitando la contaminación agresiva y mejorando los sistemas de depuración, etc.. Los esfuerzos realizados por algunos países demuestran que es posible lograr una mejor gestión de los recursos hídricos, incluso en los países en desarrollo.

Agua contaminada. Autor, MPC

Agua contaminada. Autor, MPC

Dada la importancia del agua para la vida de todos los seres vivos, es deber de todos cuidar de uno de los recursos más preciados de la naturaleza. La concienciación global es de enorme importancia para garantizar el futuro del agua en el planeta, y por ello es objeto de constantes actividades a nivel internacional, nacional y local.
La escasez de recursos hídricos, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado influyen negativamente en la seguridad alimentaria, las opciones de medios de subsistencia y las oportunidades de educación para las familias pobres en todo el mundo.
La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición.
El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Si la gestionamos y utilizamos bien hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño del que depende nuestro futuro como especie.

La esperanza. Autor, Hernán Piñera

La esperanza. Autor, Hernán Piñera

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Traducció al valencià:

L’aigua, font de la vida

La vida en la Terra ha depés sempre de l’aigua; es va originar en l’aigua i encara que molts d’eixos primers organismes aquàtics van evolucionar cap a un medi terrestre, tots conserven en el seu interior el seu propi medi aquàtic.
L’aigua és un constituent essencial de la matèria viva, fonamental per a la major part dels processos metabòlics i la font necessària d’hidrogen per a les nostres molècules. A més, constituïx ecosistemes aquàtics que sustenten una rica biodiversitat i exercixen un paper fonamental en el manteniment del cicle de l’aigua.
Tan important és per als organismes individuals, com per al desenvolupament de les societats.

Des de l’antiguitat les civilitzacions més pròsperes van florir en les conques dels rius: Mesopotàmia, bressol de la civilització humana, en la vall de l’Èufrates i el Tigris; Egipte, en la vall del Nil. I moltes de les grans ciutats del nostre temps deuen la seua riquesa a la connexió amb alguna gran via d’aigua que va afavorir el seu creixement i preponderància. Ben al contrari, les àrees en què l’aigua és molt escassa, com el Nord d’Àfrica i l’Orient Mitjà, han tingut històricament dificultats de desenrotllament.
Intuïtivament, o per pròpia experiència, tots reconeixem el valor que té l’aigua… quan no hi disposem; quan obrim l’aixeta i no ix o quan tenim set i el preat líquid no està al nostre abast.
Això no obstant, encara és poca la consciència social sobre l’ús i abús d’este recurs; sobre les condicions en què el tornem a la naturalesa a través de diferents albellons; sobre el cost ecològic i social de la nostra indiferència.
El desenrotllament obtingut amb la pràctica d’ubicar els assentaments humans (i per tant la seua activitat agrícola i industrial) prop de masses i naixements d’aigua, ha suposat també el seu ús com a abocador d’aigües residuals de qualsevol tipus, contaminant així rius, llacs, aqüífers i mars, i perdent no sols grans volums d’aigua potable, sinó també recursos alimentaris i biodiversitat.

La contaminació es produïx quan l’aigua “usada” conté matèria orgànica en excés o substàncies tòxiques no orgàniques procedents de la indústria o de l’agricultura. Dintre la categoria d’aigua potable, l’anomenada aigua de boca és un dels principals transmissors de microorganismes causants de moltes de les grans epidèmies de la humanitat.
Actualment en els països desenvolupats estan prou controlats els problemes de les aigües contaminades gràcies a operacions de filtració, desinfecció o altres processos fisicoquímics a què se sotmet l’aigua abans del seu ús o abocament. Però, davant de la dificultat de molts llocs del món per a disposar d’aigua potable, s’ha encunyat el terme d’aigua segura com aquella que, encara que no reunix les condicions òptimes per al consum, no conté bacteris perillosos, metalls tòxics dissolts, o productes químics perjudicials per a la salut.

La quantitat d’aigua de què disposem a nivell “local” no entén de cap tipus de límits administratius. Forma part d’un cicle global, planetari i està subjecta a canvis climàtics, i a les bones o males pràctiques d’activitats humanes, pròpies o alienes.
Només el 0,00060 % de l’aigua del planeta està disponible per a l’ús humà i la seua disponibilitat, en òptimes condicions, disminuïx de manera constant i exponencial a mesura que augmenta la població mundial i el progrés, al punt que en moltes parts del món, la demanda d’aigua ja excedeix les reserves disponibles.
L’accés a l’aigua i al sanejament és indispensable per al desenvolupament sostenible de les comunitats i la lluita contra la pobresa, per la seua vinculació amb l’agricultura, la seguretat alimentària, la salut, l’energia o l’equitat social, per la qual cosa qualsevol creixement socioeconòmic passa per equilibrar les necessitats i l’abastiment segur.

Encara hui hi ha 884 milions de persones que no tenen accés a l’aigua potable i més de 2.600 milions de persones no tenen servicis de sanejament bàsic. I s’estima que cada dia un mitjana de 5.000 xiquets menors de 5 anys moren en el món per malalties evitables relacionades amb la mala qualitat de l’aigua i el sanejament.
El nostre planeta està desigualment assedegat i la gestió de l’aigua segueix sense ser sostenible, a pesar que la demanda global s’ha disparat i que un 20% de les aigües subterrànies de la terra estan sobre explotades. El cost ambiental d’esta inoperància es manifesta en contaminacions massives; pèrdues quantioses de recursos hídrics i deteriorament –de vegades irreversible– De molts ecosistemes aquàtics amb la conseqüent pèrdua de la seua capacitat natural per a depurar i emmagatzemar l’aigua.
Si tot seguix igual, d’ací al 2030 el planeta tindrà un dèficit global del 40% el que pot generar greus conflictes per l’aigua, entre sectors econòmics i entre regions del món. I, com de moment no podem produir aigua, l’única solució és administrar este recurs vital de forma sostenible; posant límits als sectors més “devoradors” i incentivant la implementació de modes de producció eficients; protegint les àrees relacionades amb este recurs en capçaleres, cursos alts, aqüífers…; evitant la contaminació agressiva i millorant els sistemes de depuració, etc.. Els esforços realitzats per alguns països demostren que és possible aconseguir una millor gestió dels recursos hídrics, inclús en els països en desenrotllament.

Donada la importància de l’aigua per a la vida de tots els sers vius, és deure de tots cuidar d’un dels recursos més preats de la naturalesa. La conscienciació global és d’enorme importància per a garantir el futur de l’aigua en el planeta, i per això és objecte de constants activitats a nivell internacional, nacional i local.
L’escassetat de recursos hídrics, la mala qualitat de l’aigua i el sanejament inadequat influïxen negativament en la seguretat alimentària, les opcions de mitjans de subsistència i les oportunitats d’educació per a les famílies pobres en tot el món. La sequera afecta alguns dels països més pobres del món, recrua la fam i la desnutrició.
L’aigua lliure d’impureses i accessible per a tots és part essencial del món en què volem viure. Si la gestionem i utilitzem bé n’hi ha prou aigua dolça en el planeta per a aconseguir este somni del que depén el nostre futur com a espècie.