Castellón y las calzadas romanas. El milagro de la Vía Augusta (1ª Parte)

Castellón y las calzadas romanas. El milagro de la Vía Augusta (1ª Parte)

2000 años después de su construcción, la Vía Augusta sigue despertando admiración entre los historiadores y estudiosos, viajeros, escritores o curiosos de toda índole. El tiempo ha dejado huella, no cabe duda, y parte de su trazado original fue aprovechado después para levantar las carreteras modernas que hoy usamos diariamente. Pero todavía puede admirarse en ciertas localizaciones la estructura original, una estructura pensada para mantenerse y perdurar durante siglos como una burla de los dioses al orgullo de nuestra civilización. Entre las localidades de la Pobla Tornesa y Cabanes el camino recorre una línea recta casi perfecta, y aún continúa prestando servicios entre campos de almendros y bosquetes de singular estampa. Todo invita, en definitiva, a indagar acerca de su verdadero aspecto en tiempos del primer Emperador de la todopoderosa Roma. ¿Cómo se construían estos milagros de ingeniería? ¿Cuál era su secreto, cómo se financiaban, cuánto costaba su mantenimiento? ¿Cómo era un viaje típico a lo largo de la Vía Augusta en aquellos lejanos tiempos ya relegados al olvido?

Miliario romano. Autor, elscolorsdelaterra.blogspot.com

Miliario romano. Autor, elscolorsdelaterra.blogspot.com

Las calzadas romanas estaban pensadas para el tráfico rodado de carros, y por ello abundaban los trazados rectos y pendientes que no superaban nunca el 10%. Su construcción implicaba cavar una zanja de entre 2 y 7 metros de anchura (según la importancia del tramo), que era rellenaba después en la base con cascotes y tierra. Sobre este relleno se añadían varias capas de piedras finas y grava, y solo a su paso por núcleos urbanos, un pavimento de losas que le otorgaban su típica apariencia final. A distancias regulares de una milla romana (1481m.) eran visibles en los bordes grandes miliarios de piedra, a veces de más de 2 metros de altura, los cuales indicaban al viajero el nombre de la vía y la distancia desde el inicio del trazado.

Arco romano de Cabanes. Autor, Pako Monserrat Ibáñez

Arco romano de Cabanes. Autor, Pako Monserrat Ibáñez

En la provincia de Castellón la Vía Augusta recorría un total de 124 km, desde el río Sènia y Traiguera, pasando por localidades como Les Coves de Vinromà, Borriol o Nules, hasta entrar en Valencia a la altura de Almenara. Muy rico en restos arqueológicos, el tramo castellonense registra hasta un total de 16 miliarios, de los cuales algunos siguen en su lugar original. Y una de las imágenes más conocidas del pasado romano en la provincia, el Arco de Cabanes, estaba directamente asociado a la Vía Augusta a su paso por la provincia. Aunque hemos de decir que esta construcción no cumplía ningún servicio al caminante: se trata de un monumento funerario insigne, de principios del siglo II d.C., y que originalmente estaba asociado a alguna villa romana hoy desaparecida.

Continuará…

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Fotografía de portada: Tramo de la Vía Augusta en el término municipal de Benlloch, entre Vilanova d´Alcolea y la Pobla Tornesa. Autor, mmarftrejo
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