Hace más de 10.000 años antes de nuestra era, nuestros antepasados del final del Paleolítico y el Neolítico, nos fueron dejando un legado gráfico de su vida y costumbres sobre lienzos pétreos de cuevas y abrigos: el arte rupestre.

Este arte prehistórico se caracteriza por su extensión a lo largo del litoral mediterráneo de la Península Ibérica y su diversidad de estilos: paleolítico, levantino, macroesquemático y esquemático, todos ellos declarados en 1998 Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO como legado artístico del arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. Además, en el año 2015 también se proclamó Lugar de Excepcional Valor Universal.

El arte paleolítico se desarrolló durante el Paleolítico superior, entre 35.000 y 10.000 años a.d.C. y se plasma en el interior de grandes cavidades con pintura, grabado, bajo relieve y escultura. Es un arte cavernícola animalista en el que, en general, no hay figuras humanas, ni escenas. En la provincia de Castellón sólo se han encontrado muestras de este arte en los cantos rodados grabados, de estilo naturalista, hallados en la cueva Matutano de Vilafamés.

El arte levantino también llamado pospaleolítico, se desarrolla entre 9.000 y 8.000 años a.d.C. hasta el 5.000 de inicios del Neolítico. Es pictórico y narrativo con escenas de gran vivacidad protagonizadas por figuras humanas (fundamentalmente hombres) y animales, y siempre al aire libre en abrigos, riscos o acantilados. Por la constante temática cinegética también se ha denominado arte de cazadores o arte de arqueros.

El arte macroesquemático es un estilo pictórico concentrado en el interior montañoso de ciertas comarcas alicantinas y se caracteriza por sus figuras antropomorfas de carácter simbólico o religioso. Por último, el arte esquemático es un estilo de contenido doméstico, esquemático y abstracto presente desde el sur de Valencia hasta Andalucía.

En las comarcas castellonenses se encuentran las mejores y más abundantes manifestaciones de arte rupestre levantino que se extiende por casi toda la costa mediterránea, además de ser de las primeras en descubrirse en 1917 con el hallazgo de los primeros abrigos del barranco de La Valltorta. El origen de las pinturas sigue siendo tema de debate, si bien los estudios más recientes y la mayoría de los investigadores las adscriben al periodo epipaleolítico.

El estilo levantino se identifica claramente por el naturalismo, la viveza y expresión de sus figuras de trazo caligráfico, y el uso de colores monocromos con predominio del rojo sobre el negro y el blanco, y siempre sin mezclar. Las escenas dominantes son cinegéticas, con arqueros desnudos y sujetando el arco y las flechas. Las escasas figuras femeninas que aparecen se representan con una falda acampanada hasta la rodilla o los pies.

Los animales que forman parte de estos relatos son sobre todo cabras, ciervos y toros, jabalíes en menor número y algunas figuras que parecen aves o insectos. A veces aparecen solos, heridos por flechas, o muertos.

Otro hecho diferencial del arte rupestre levantino son los lugares escogidos en las montañas calizas para dejar su testimonio artístico: abrigos rocosos, oquedades naturales, covachas de poca profundidad totalmente abiertas al exterior, e incluso grietas en los paredones rocosos.

La gran mayoría se localizan en parajes abruptos, en escarpes protegidos del norte y soleados, próximos a cauces, pero casi inaccesibles a una altitud que permite dominar visualmente todo el entorno que los rodea.

Se considera que estos enclaves, de uso esporádico, eran espacios cinegéticos o espirituales, puntos de encuentro de clanes para el culto a deidades y antepasados en los que celebrarían rituales y dejarían registrados sus hitos históricos.

En la provincia de Castellón, las comarcas de l’Alt Maestrat y Els Ports, constituyen uno de los territorios de la Comunidad Valenciana más ricos en conjuntos rupestres. Con el objetivo de protegerlos se declaró el Parque Cultural de la Valltorta-Gasulla, referente mundial de este arte, que, con una superficie de 82 km², engloba territorio de ocho términos municipales: Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal, Catí, Les Coves de Vinromá, Morella, Tírig y Vilar de Canes.

En el parque cultural destacan 92 estaciones que forman parte del arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, además de un rico patrimonio arquitectónico de piedra en seco, etnológico y arqueológico con más de 50 yacimientos, muchos de ellos relacionados con los conjuntos pictóricos. Y todo ello enmarcado en un cuadro magnífico por la calidad y biodiversidad de los ecosistemas presentes en el territorio.

Aunque no todos los abrigos están adaptados para visitas, es más que suficiente aproximación al arte levantino los grandes conjuntos a los que se permite acceder, concertando visitas guiadas con el Museo de la Valltorta y disfrutando al tiempo de espectaculares paisajes.

En Ares del Maestrat hay 47 abrigos y estaciones, pero solo se pueden visitar El cingle de la Gassulla o de la Mola Remígia que con 10 abrigos es uno de los conjuntos más importantes de Castellón y La Cova Remígia, cavidad con 6 pequeños abrigos.

En el término municipal de Albocàsser hay 22 cuevas y abrigos con representaciones y es visitable el abrigo o cova Centelles, donde se observa una de las escenas más llamativas de este estilo: un grupo de arqueros y mujeres cargadas con fardos y niños que se ha interpretado como un traslado de campamento de un grupo de cazadores recolectores.

Tírig, con 15 abrigos y cuevas, es el municipio en el que más lugares se pueden visitar: la Cova dels Cavalls y la Cova del Civil, de los más importantes conjuntos de arte rupestre levantino y quizás los más emblemáticos y conocidos mundialmente, y El cingle del Mas d’en Josep.

En Les Coves de Vinromà, con ocho abrigos, se puede solicitar la visita a la cueva de La Saltadora.

La ruta puede completarse, contactando con Tourist Info Morella, con la visita a las pinturas rupestres Morella la Vella, abrigos descubiertos el año 1917.

Traducció al valencià:

RUTA PER L’ART RUPESTRE LLEVANTÍ DE L’ALT MAESTRAT I ELS PORTS

Fa més de 10.000 anys abans de la nostra era, els nostres avantpassats del final del Paleolític i el Neolític, ens van anar deixant un llegat gràfic de la seua vida i costums sobre llenços petris de coves i abrics: l’art rupestre.

Aquest art prehistòric es caracteritza per la seua extensió al llarg del litoral mediterrani de la Península Ibèrica i la seua diversitat d’estils: paleolític, llevantí, macroesquemàtic i esquemàtic, tots ells declarats en 1998 Patrimoni Mundial de la Humanitat per la UNESCO com a llegat artístic de l’art rupestre de l’Arc Mediterrani de la Península Ibèrica. A més, l’any 2015 també es va proclamar Lloc d’Excepcional Valor Universal.

L’art paleolític es va desenvolupar durant el Paleolític superior, entre 35.000 i 10.000 a.d.C. i es plasma a l’interior de grans cavitats amb pintura, gravat, sota relleu i escultura. És un art cavernícola animalista en el qual, en general, no hi ha figures humanes, ni escenes.

A la província de Castelló només s’han trobat mostres d’aquest art en els cudols gravats, d’estil naturalista, trobats en la cova Matutano de Vilafamés.

L’art llevantí també anomenat postpaleolític, es desenvolupa entre 9.000 i 8.000 anys a.d.C. fins al 5.000 d’inicis del Neolític. És pictòric i narratiu amb escenes de gran vivacitat protagonitzades per figures humanes (fonamentalment homes) i animals, i sempre a l’aire lliure en abrics, cingles o penya-segats. Per la constant temàtica cinegètica també s’ha denominat art de caçadors o art d’arquers.

L’art macroesquemàtic és un estil pictòric concentrat a l’interior muntanyenc d’unes certes comarques alacantines i es caracteritza per les seues figures antropomorfes de caràcter simbòlic o religiós. Finalment, l’art esquemàtic és un estil de contingut domèstic, esquemàtic i abstracte present des del sud de València fins a Andalusia.

A les comarques castellonenques es troben les millors i més abundants manifestacions d’art rupestre llevantí que s’estén per quasi tota la costa mediterrània, a més de ser de les primeres a descobrir-se en 1917 amb la troballa dels primers abrics del barranc de la Valltorta. L’origen de les pintures continua sent tema de debat, si bé els estudis més recents i la majoria dels investigadors les adscriuen al període epipaleolític.

L’estil llevantí s’identifica clarament pel naturalisme, la vivor i expressió de les seues figures de traç cal·ligràfic, i l’ús de colors monocroms amb predomini del roig sobre el negre i el blanc, i sempre sense mesclar. Les escenes dominants són cinegètiques, amb arquers nus i subjectant l’arc i les fletxes. Les escasses figures femenines que apareixen es representen amb una falda acampanada fins al genoll o els peus.

Els animals que formen part d’aquests relats són sobretot cabres, cérvols i bous, senglars en menor número i algunes figures que semblen ocells o insectes. A vegades apareixen sols, ferits per fletxes, o morts.

Un altre fet diferencial de l’art rupestre llevantí són els llocs escollits a les muntanyes calcàries per deixar el seu testimoni artístic: abrics rocosos, buits naturals, covetes de poca profunditat totalment obertes a l’exterior, i fins i tot esquerdes als paredons rocosos.

La gran majoria es localitzen en paratges abruptes, en declivis protegits del nord i assolellats, propers a lleres, però gairebé inaccessibles a una altitud que permet dominar visualment tot l’entorn que els envolta.

Es considera que aquests enclavaments, d’ús esporàdic, eren espais cinegètics o espirituals, punts de trobada de clans per al culte a deïtats i avantpassats on celebrarien rituals i deixarien registrades les seves fites històriques.

A la província de Castelló, les comarques de l’Alt Maestrat i Els Ports, constitueixen un dels territoris de la Comunitat Valenciana més rics en conjunts rupestres. Amb l’objectiu de protegir-los es va declarar el Parc Cultural de la Valltorta-Gasulla, referent mundial d’aquest art, que, amb una superfície de 82 km², engloba territori de huit termes municipals: Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal, Catí, Les Coves de Vinromà, Morella, Tírig i Vilar de Canes.

Al parc cultural destaquen 92 estacions que formen part de l’art rupestre de l’Arc Mediterrani de la Península Ibèrica, a més d’un ric patrimoni arquitectònic de pedra en sec, etnològic i arqueològic amb més de 50 jaciments, molts d’ells relacionats amb els conjunts pictòrics. I tot això emmarcat en un quadre magnífic per la qualitat i biodiversitat dels ecosistemes presents en el territori.

Encara que no tots els abrics estan adaptats per a visites, és més que suficient aproximació a l’art llevantí els grans conjunts als quals es permet accedir, concertant visites guiades amb el Museu de la Valltorta, gaudint al temps d’espectaculars paisatges.

A Ares del Maestrat hi ha 47 abrics i estacions, però només es poden visitar el cingle de la Gassulla o de la Mola Remígia que amb 10 abrics és un dels conjunts més importants de Castelló i la cova Remígia, cavitat amb 6 xicotets abrics.

En el terme municipal d’Albocàsser hi ha 22 coves i abrics amb representacions i és visitable l’abric o cova Centelles, on s’observa una de les escenes més cridaneres d’aquest estil: un grup d’arquers i dones carregades amb fardells i xiquets que s’ha interpretat com un trasllat de campament d’un grup de caçadors recol·lectors.

Tírig, amb 15 abrics i coves, és el municipi en el qual més llocs es poden visitar: la cova dels Cavalls i la cova del Civil, dels més importants conjunts d’art rupestre llevantí i potser els més emblemàtics i coneguts mundialment, i el cingle del mas d’en Josep.

A Les Coves de Vinromà, amb huit abrics, es pot sol·licitar la visita a la cova de la Saltadora.

La ruta pot completar-se, contactant amb Tourist Info Morella, amb la visita a les pintures rupestres Morella la Vella, abrics descoberts l’any 1917.