Paisajes del Maestrazgo. El arte de la Piedra en seco (1ª Parte)

Paisajes del Maestrazgo. El arte de la Piedra en seco (1ª Parte)

El paisaje de la piedra en seco es intrínseco a la geografía del Maestrazgo. Las laderas se pueblan de bancales y corrales para el ganado; los cerros protegen a su sombra el camino de las reses, inmemorial, ahora silencioso, pero que durante siglos fue una arteria vital en las relaciones económicas entre las tierras altas y los llanos de La Plana castellonense. El viajero que se adentra por las tierras altas de L’Alcalatén, El Maestrazgo o Els Ports descubre un paisaje singular, aunque no restringido solo a estas áreas. Construcciones de piedra en seco existen en toda la cuenca mediterránea, desde la meseta ibérica hasta Anatolia. Pero aquí el sello de la piedra tiene una personalidad recia y absolutamente original: unas formas y sobre todo una abundancia en el paisaje que hacen ciertamente de este patrimonio un tesoro etnológico a conservar, por su valor histórico incalculable.

Vilafranca con texto

Paisaje de piedra en seco en Villafranca del Cid. Autor, Francisco Javier Miralles García

El origen de la arquitectura de piedra en seco va íntimamente unida a la lucha ancestral del campesino mediterráneo por ganar terreno para el cultivo, sobre todo en laderas pobres y con demasiada pendiente para tener algún tipo de aprovechamiento agrícola. La piedra aflora con demasiada frecuencia en superficie reduciendo al mínimo la proporción de suelo fértil, lo que ha obligado a lo largo de la historia a hacer costosos trabajos por incrementar la superficie cultivable. La piedra era extraída, transportada y almacenada en las inmediaciones formando paredes, caminos, veredas, casetas, norias… Es así como nace nuestro paisaje montañés más genuino. Un paisaje donde la huella del agricultor y el ganadero forma parte indeleble junto al suelo, el árbol y la roca. Piedra sobre piedra, muro tras muro fueron apareciendo a lo largo de los siglos infinitos muros, cientos de casetas, miles de corrales y refugios, balsas, pozos, abrevaderos. El hombre se convirtió así en el principal artífice del paisaje para adaptarlo a sus necesidades, pero respetando siempre una ley cuya palabra clave nunca se olvidó: armonía.

Antonio Pradas

Piedras y colores. Autor, Antonio Pradas

Los muros de piedra en seco se asocian por lo común al paisaje de bancales. Su finalidad es retener la tierra de cultivo en terrenos con pendiente, y a veces, como ocurre en las inmediaciones de Villafranca del Cid o Ares del Maestrat, son todo un prodigio técnico por la gran cantidad del suelo que soportan. El campesino sabe que una ligera inclinación hacia dentro, el cuidado puesto en apilar las piedras interiores y la existencia de huecos que permitan dar salida al exceso de agua, son claves para su estabilidad.

Continuará…