El Camino del Cid por tierras castellonenses

El Camino del Cid por tierras castellonenses

«Cuenta la historia que el Cid envió por todos sus amigos, parientes y vasallos, y les comunicó cómo le mandaba el rey salir de su tierra en un plazo de nueve días. Y les dijo: —Amigos, quiero saber cuáles de vosotros queréis ir conmigo. Y a los que vengáis conmigo Dios os vea con agrado, y de los que os quedéis aquí quiero irme con vuestro agrado.— Entonces habló don Álvar Fáñez, su primo hermano: —Iremos todos con vos, Cid, por yermos y por poblados, nunca os fallaremos mientras estemos vivos y sanos; con vos gastaremos las mulas y los caballos, el dinero y el vestuario; siempre os serviremos como leales amigos y vasallos.— Entonces corroboraron todos lo que dijo Álvar Fáñez y el Cid les agradeció mucho cuanto allí se hubo hablado.
Y en cuanto el Cid cogió sus cosas, salió de Vivar con sus amigos y mandó que se fuesen camino de Burgos. Y cuando el Cid vio sus palacios desolados y sin gente, y las perchas sin azores y los portales sin bancos…
En silencio intensamente llorando,
volvía la cabeza, los estaba mirando.
Vio puertas abiertas, batientes sin candados,
perchas vacías, sin túnicas de piel ni mantos,
5 sin halcones y sin azores mudados.
Suspiró mio Cid, por los pesares abrumado,
habló mio Cid bien y muy mesurado:
—¡Gracias a ti, Señor, Padre que estás en lo alto!
¡Esto han tramado contra mí mis enemigos malvados!»— Alberto Montaner Frutos

Alfonso VI y el Cid Campeador en La Jura de Santa Gadea. Marcos Giráldez de Acosta (1830_1896). Óleo sobre lienzo

Alfonso VI y el Cid Campeador en La Jura de Santa Gadea. Marcos Giráldez de Acosta (1830_1896). Óleo sobre lienzo

El Camino del Cid es un itinerario turístico cultural que sigue las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar utilizando, como principal guía de viaje el anónimo Cantar de mio Cid, uno de los grandes poemas épicos medievales del acervo cultural español que forma parte de la literatura universal.
El poeta ideó, alrededor del año 1200, un viaje en el que se funden datos históricos y licencias literarias que sería el germen del futuro Camino.
La idea de recrear el camino del destierro y del honor en la realidad actual nació en 1996 con motivo de la conmemoración de los 800 años del Cantar de Mío Cid, a instancias de la Diputación Provincial de Burgos que propuso un primer sendero de 18 km de recorrido, entre Vivar del Cid y San Pedro de Cardeña a través de la ciudad de Burgos, los tres hitos fundamentales de los primeros versos del poema.
Posteriormente se fueron incorporando al proyecto otras diputaciones hasta que en 1999 se presenta oficialmente como ruta turístico cultural y en 2001 se constituye el Consorcio Camino del Cid con ocho diputaciones provinciales: Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante. Su principal objetivo era definir y promocionar el Camino del Cid y el valioso patrimonio existente a lo largo del itinerario, al tiempo que generar recursos económicos en las zonas por las que transcurre, en general con baja densidad demográfica.
En 2007 se consolida y comienza a señalizarse aunque ya había antecedentes del interés por seguir los pasos del Cid desde principios del siglo XX, cuando Ramón Menéndez Pidal y su mujer, recorrieron las tierras castellanas siguiendo los pasos del destierro que se narran en la obra. Desde entonces, y a lo largo del siglo XX, han sido muchos los que han seguido estas huellas, incluso en los años cincuenta existían guías turísticas de este itinerario y a finales de los ochenta, surgieron diversas propuestas de rutas cidianas, muy distintas entre sí pero con un mismo objetivo: llegar a Valencia con el Cantar como guía de viaje.

Castillo de Onda. Autora, palomaa wersikowsky

Castillo de Onda. Autora, Paloma Wersikowsky

Este fue pues el primer referente para diseñar las rutas, principalmente por la imposibilidad de trazar un camino histórico fidedigno, debido a la escasez de fuentes y a la inexactitud de las mismas; los trayectos se describen de forma imprecisa y surgen diferentes recorridos de la propia narración ya que el Cid y sus hombres no se encaminan directamente hacia Valencia, sino que por motivos estratégicos y argumentales, se desvían hacia otras muchas y diversas poblaciones.
Por ello es, ante todo, un camino literario, con un patrimonio histórico asociado real y evidente en muchos de sus tramos.
Al criterio literario, localizando en lo posible los topónimos citados en el Cantar, se han añadido localidades fehacientemente relacionadas con la figura histórica y otras de interés histórico medieval que complementen el marco histórico del periplo. Así, sobre la base de los dos primeros cantares, se pueden recrear a lo largo de las rutas todos los escenarios citados en el poema.
El Camino del Cid se puede recorrer a pie, en bicicleta, a caballo o en vehículos a motor. A lo largo de más de 2.000 kilómetros, atraviesa, en tramos de entre 50 y 300 km, cuatro comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana) estructurado en rutas tematizadas, llamadas «tramos o rutas vertebrales», de las que parten diferentes anillos circulares y ramales lineales que discurren por zonas de gran riqueza histórica, cultural y medioambiental.

Santa Agueda, Jérica. Autor, Antonio Mañes

Santa Agueda, Jérica. Autor, Antonio Mañes

Por las comarcas de Castellón, atraviesa la ruta vertebral denominada La conquista de Valencia que parte de Cella (Teruel), lugar donde el Cid reunió a las huestes que quisieron acompañarle a conquistar Valencia, donde finaliza el tramo.
De esta ruta surge el Anillo del Maestrazgo, un impresionante recorrido que cruza poblaciones y enclaves de gran importancia medieval, algunos sometidos directamente o tributarios del Cid histórico. Desde Rubielos de Mora, entra en l’Alt Maestrat por Villafranca y tiene como referente literario a Onda, cuyos gobernantes musulmanes se sometieron al Cid. Desde allí regresa a la ruta vertebral por Montanejos, también vasalla del Campeador.

Villafranca del Cid

Villafranca del Cid

Desde este anillo se puede enlazar con el denominado Anillo de Morella que tiene como referente literario a Olocau del Rey, el famoso nido del águila del Cid; el lugar en el que, según muchos historiadores, emplazó una fortaleza desde donde controlar la zona. Transita por parajes recorridos históricamente por Rodrigo Díaz de Vivar y tiene a la inexpugnable ciudad de Morella como referente histórico.
El llamado Ramal de Castellón (línea de defensa del norte) discurre entre la ciudad de Castellón y Sagunto, siguiendo la línea defensiva costera creada por el Cid para defender Valencia, según el Cantar que cita las plazas de Sagunto, Almenara, Burriana y Castellón. En este ramal predominan los cultivos de naranjos y las playas, como la de Burriana donde el Cid se encontró con el rey Pedro, y se pueden contemplar los restos de las fortalezas de Sagunto y Almenara, imaginando las peripecias del Cid o el desamparo de los habitantes al paso de ejércitos y mesnadas que recorrieron esta zona durante la Edad Media.
En definitiva, los trazados del Camino del Cid ofrecen una excelente posibilidad de conocer una parte de España y de Castellón desde una perspectiva diferente.

Torre de l'Agüelet. Castillo de Almenara. Autor, Jesús Barreda

Torre de l’Agüelet. Castillo de Almenara. Autor, Jesús Barreda

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Traducció al valencià:

El Camí del Cid per terres castellonenques

«Cuenta la historia que el Cid envió por todos sus amigos, parientes y vasallos, y les comunicó cómo le mandaba el rey salir de su tierra en un plazo de nueve días. Y les dijo: —Amigos, quiero saber cuáles de vosotros queréis ir conmigo. Y a los que vengáis conmigo Dios os vea con agrado, y de los que os quedéis aquí quiero irme con vuestro agrado.— Entonces habló don Álvar Fáñez, su primo hermano: —Iremos todos con vos, Cid, por yermos y por poblados, nunca os fallaremos mientras estemos vivos y sanos; con vos gastaremos las mulas y los caballos, el dinero y el vestuario; siempre os serviremos como leales amigos y vasallos.— Entonces corroboraron todos lo que dijo Álvar Fáñez y el Cid les agradeció mucho cuanto allí se hubo hablado.
Y en cuanto el Cid cogió sus cosas, salió de Vivar con sus amigos y mandó que se fuesen camino de Burgos. Y cuando el Cid vio sus palacios desolados y sin gente, y las perchas sin azores y los portales sin bancos…
En silencio intensamente llorando,
volvía la cabeza, los estaba mirando.
Vio puertas abiertas, batientes sin candados,
perchas vacías, sin túnicas de piel ni mantos,
5 sin halcones y sin azores mudados.
Suspiró mio Cid, por los pesares abrumado,
habló mio Cid bien y muy mesurado:
—¡Gracias a ti, Señor, Padre que estás en lo alto!
¡Esto han tramado contra mí mis enemigos malvados!»— Alberto Montaner Frutos

El Camí del Cid és un itinerari turístic cultural que seguix les empremtes de Rodrigo Díaz de Vivar utilitzant, com a principal guia de viatge l’anònim Cantar de mio Cid, un dels grans poemes èpics medievals del patrimoni cultural espanyol que forma part de la literatura universal.
El poeta va idear, al voltant de l’any 1200, un viatge en què es fonen dades històriques i llicències literàries que seria el germen del futur Camí.
La idea de recrear el camí del desterrament i de l’honor en la realitat actual va nàixer en 1996 amb motiu de la commemoració dels 800 anys del Cantar de mio Cid, a instàncies de la Diputació Provincial de Burgos que va proposar un primera senda de 18 km de recorregut, entre Viver del Cid i Sant Pere de Cardeña a través de la ciutat de Burgos, les tres fites fonamentals dels primers versos del poema.
Posteriorment se van anar incorporant al projecte altres diputacions fins que en 1999 es presentà oficialment com a ruta turística cultural i en 2001 es constituïx el Consorci Camí del Cid amb huit diputacions provincials: Burgos, Sòria, Guadalajara, Saragossa, Terol, Castelló, València i Alacant. El seu principal objectiu era definir i promocionar El Camí del Cid i el valuós patrimoni existent al llarg de l’itinerari, alhora que generar recursos econòmics en les zones per les quals transcorre, en general amb baixa densitat demogràfica.
En 2007 es consolida i comença a senyalitzar-se encara que ja hi havia antecedents de l’interés per seguir els passos del Cid des de principis del segle XX, quan Ramón Menéndez Pidal i la seua dona, van recórrer les terres castellanes seguint els passos del desterrament que es narren en l’obra. Des de llavors, i al llarg del segle XX, han sigut molts els que han seguit estes empremtes, inclús en els anys cinquanta existien guies turístiques d’este itinerari, i a finals dels huitanta van sorgir diverses propostes de rutes cidianes, molt distintes entre si però amb un mateix objectiu: arribar a València amb el Cantar com a guia de viatge.
Este va ser doncs el primer referent per a dissenyar les rutes, principalment per la impossibilitat de traçar un camí històric fidedigne, a causa de l’escassetat de fonts i la inexactitud de les mateixes; els trajectes es descriuen de forma imprecisa i sorgeixen diferents recorreguts de la pròpia narració ja que el Cid i els seus hòmens no s’encaminen directament cap a València, sinó que per motius estratègics i argumentals, es desvien cap a moltes altres i diverses poblacions.
Per això és, abans que res, un camí literari, amb un patrimoni històric associat real i evident en molts dels seus trams.
Al criteri literari, localitzant en la mesura que es podia els topònims esmentats en el Cantar, s’han afegit localitats fefaentment relacionades amb la figura històrica i altres d’interés històric medieval que complementen el marc històric del periple. Així, sobre la base dels dos primers cantars, es poden recrear al llarg de les rutes tots els escenaris esmentats en el poema.
El Camí del Cid es pot recórrer a peu, amb bicicleta, a cavall o en vehicles de motor. Al llarg de més de 2.000 quilòmetres, travessa, amb trams d’entre 50 i 300 km, quatre comunitats autònomes (Castella i Lleó, Castella-La Manxa, Aragó i Comunitat Valenciana) estructurat en rutes tematitzades, anomenades «trams o rutes vertebrals», de les que surten diferents anells circulars i ramals lineals que discorren per zones de gran riquesa històrica, cultural i mediambiental.
Per les comarques de Castelló, travessa la ruta vertebral denominada La conquista de València que partix de Cella (Terol), lloc on el Cid va reunir les hosts que van voler acompanyar-lo a conquistar València, on finalitza el tram.
D’esta ruta naix l’Anell del Maestrat, un impressionant recorregut que creua poblacions i enclavaments de gran importància medieval, alguns sotmesos directament o tributaris del Cid històric. Des de Rubielos de Mora, entra en l’Alt Maestrat per Vilafranca i té com referent literari a Onda, els governants musulmans de la qual es van sotmetre al Cid. Des d’allí torna a la ruta vertebral per Montanejos, també vassalla del Campeador.
Des d’este anell es pot enllaçar amb el denominat Anell de Morella que té com referent literari a Olocau del Rei, el famós niu de l’àguila del Cid; el lloc en què, segons molts historiadors, va emplaçar una fortalesa des d’on controlar la zona. Passa per paratges recorreguts històricament per Rodrigo Díaz de Vivar i té a la inexpugnable ciutat de Morella com referent històric.
L’anomenat Ramal de Castelló (línia de defensa del nord) discorre entre la ciutat de Castelló i Sagunt, seguint la línia defensiva costanera creada pel Cid per a defendre València, segons el Cantar que cita les places de Sagunt, Almenara, Borriana i Castelló. En este ramal predominen els cultius de tarongers i les platges, com la de Borriana on el Cid es va trobar amb el rei Pere, i es poden contemplar les restes de les fortaleses de Sagunt i Almenara, imaginant les peripècies del Cid o el desemparament dels habitants al pas d’exèrcits i mainades que van recórrer esta zona durant l’Edat Mitjana.
En definitiva, els traçats del Camí del Cid ofereixen una excel·lent possibilitat de conèixer una part d’Espanya i de Castelló des d’una perspectiva diferent.